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Detenidos desaparecidos: cuando el fin es sembrar un manto de dudas

Fuentes: Crónica Digital

La diputada Karla Rubilar bebió de su propia medicina. Más allá de su complicada situación política judicial, la gravedad de todo esto es el país, nuevamente, fue sujeto de una operación de inteligencia que, por años, criminales y genocidas han tratado de sembrar un manto de dudas en torno a los crímenes de lesa humanidad […]

La diputada Karla Rubilar bebió de su propia medicina. Más allá de su complicada situación política judicial, la gravedad de todo esto es el país, nuevamente, fue sujeto de una operación de inteligencia que, por años, criminales y genocidas han tratado de sembrar un manto de dudas en torno a los crímenes de lesa humanidad ocurrido en Chile bajo la Dictadura Militar de Augusto Pinochet.

La «torpeza inexcusable» y la «carencia de responsabilidad política» de la parlamentaria de Renovación Nacional fue el escenario perfecto para que se convirtiera en el «chivo expiatorio» de quienes, buscan crear condiciones políticas para alcanzar la impunidad en nuestro país.

Hoy la diputada Rubilar es repudiada por toda la opinión pública. Pese a reconocer la falsedad de su denuncia, el daño producido ya esta hecho y el objetivo político de la acción comunicacional fue cumplido: «sembrar un manto de duda en torno a la existencia de los detenidos desaparecidos».

Para ella, el costo político de su actuar ha comenzado a pasarle la cuenta: fue destituida de la presidencia de la Comisión de DD.HH de la Cámara de Diputado y ahora deberá enfrentar a la justicia por la gravedad de sus dichos. Sin embargo, la mano oculta de esta operación todavía no es descubierta y, todas las señales apuntan a los aparatos de inteligencia de la Dictadura que todavía operan en Chile. Ejemplos de esto hay muchos y su actuar han acompañado a nuestra frágil democracia desde comienzo de los años 90.

Rubilar es solo un nuevo peón del tablero invisible que utilizan los servicios de inteligencia del antiguo régimen para ocultar sus crímenes. Sin querer o a sabiendas de su actuar, la parlamentaria utilizó su fuero y su cargo para sembrar las mentiras que por años ha tratado de instalar el otrora ex jefe de la DINA , general Manuel Contreras. Es más, ya esta comprobado que el «Habilitado en derecho» y miembro de la defensa del ex general, Javier Gómez, fue el responsable de la documentación que Karla Rubilar entregó en La Moneda.

Gómez fue el mismo quien llamó a la hija de Horacio Cepeda, identificándose como asesor legal de la parlamentaria de RN, para presionarla con el fin de que reconociera como verdadero un documento falso, como tantos otros fabricados por la DINA y la CNI , a fin de preparar escenarios judiciales favorables para el condenado general Contreras. Casos que confirman la existencia de operaciones de inteligencia en Chile.

Este análisis cobra veracidad si los comparamos a la falsa denuncia por violación que realizó públicamente Odette Alegría en contra del ex director de la Policía de Investigaciones, Nelson Mery.

En aquella oportunidad también fue una mujer y un abogado quienes encabezaron la operación de asesinato de imagen. Fue el abogado del ex general Humberto Julio quien entregó el dato al periodista de Megavisión a fin que entrevistara a Odette Alegría y así poder cubrir la operación de inteligencia que buscaba desacreditar al detective como testigo de los crímenes de opositores políticos al interior de la Escuela de Artillería de Linares. En esos días el ex general Julio fue procesado, precisamente, por las declaraciones de Mery ante los Tribunales de Justicia. Si bien no lograron su objetivo judicial si tuvieron éxito ya que crearon un manto de duda, que hasta hoy queda en la ciudadanía, respecto a si Nelson Mery abusó o no de Odette Alegría cuando ella estuvo detenida en 1974.

Otro caso público donde queda demostrada la existencia de operaciones de inteligencia involucra al actual candidato a la Presidencia de la República , Sebastián Piñera. El empresario fue «funado» por televisión el 23 de agosto de 1992 en el
programa de Megavisión «A eso de…», cuando el también abogado y dueño del canal privado, Ricardo Claro, divulgó la grabación de una conversación entre Piñera y Pedro Pablo Díaz a fin de «pautear» a un periodista del panel para complicar a la otrora amiga y compañera de la patrulla juvenil Evelyn Matthei. La grabación fue entregada a Claro por la misma parlamentaria y fue realizada por el capitán, Fernando Diez, quien trabajaba en la Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE) dependiente del DINE. Esta acción significó que ese año Piñera viera frustrada sus intenciones presidenciales a favor de Joaquín Lavín.

J udicialmente el capitán Díez reconoció haber efectuado la grabación. Finalmente, el 29 de marzo de 1993, la Cuarta Sala de la Corte Suprema dio por terminado el proceso judicial confirmando un fallo de la Corte Marcial que dejaba sin efecto los autos de procesamiento dictados en contra de todos los acusados, sin despejar las dudas que se sembraron sobre la participación de otros miembros de Ejército en el caso.

En este contexto, cabe recordar que el DINE fue el «deshuesadero» de los ex agentes de inteligencia de la Dictadura , ex DINA, ex CNI solo por nombrar algunos. El año 92, se calculaba que existían 400 operativos en su planilla de pago. Sin embargo, todavía falta por comprobar la relación que existe entre los partidos de derecha y algunos de sus máximos dirigentes y parlamentarios con ex agentes de los servicios de seguridad de la Dictadura tal como lo denunciara el diputado DC, Gabriel Ascencio.

Por otro lado, lo sucedido en torno a la casos falsos de detenidos desaparecidos es preocupante ya que se busca, nuevamente, cuestionar una verdad que es indesmentible y que cientos de familias han tomado como bandera de lucha por más de 30 años. Es por ello que la actitud de los parlamentarios de la derecha que son miembros de la comisión de derechos humanos de la Cámara de Diputados es completamente reprochable ya que con su respaldo a Rubilar validan su actuar y, por tanto, legitima información que carece de toda verdad.

Es por ello que hoy se hace necesario realizar acciones que dignifiquen la lucha por la verdad y la justicia. Es un deber de todo quien se diga demócrata. En este contexto, debe ser la ciudadanía toda quien le de una mano a un detenido desaparecido y reafirme su compromiso moral para que hechos como los sucedidos en Dictadura no vuelvan a cometerse en Chile nunca Más. El llamado que las organizaciones de familiares están haciendo es a defender públicamente su causa y a marchar el próximo sábado 17 de enero por la Alameda a las 11 de la mañana tomando para ello una pancarta con aquella fotografía que estas heroicas mujeres se colocaron en el pecho enfrentando a la Dictadura cuando mucho de los actuales políticos estaban cómodamente en sus casas.

Por último, el caso de la diputada Karla Rubilar ya es historia. El daño ya lo hizo y parafraseando sus propias palabras será la ciudadanía quien la juzgue.