Recomiendo:
13

Diccionario marxismo en América: un rescate histórico de memorias combativas

Fuentes: Núcleo-Práxis-USP/Rebelión [Imagen: Logotipo del Diccionario. Créditos: Marcelo Guimarães Lima]

Traducido del portugués para Núcleo Práxis-USP / Rebelión por Claudia Marcela Orduz Rojas y Yodenis Guirola

Fruto de la colaboración entre Núcleo Práxis USP, colectivo autor del Diccionário Marxismo na América, y Rebelión, presentamos la traducción del Diccionario Marxismo en América, fruto de un esfuerzo colectivo que consideramos necesario dar a conocer al público hispanohablante.


Luego de media década de trabajo colectivo, se empieza a publicar esta obra que registra la vida, el pensamiento y la práctica política de los primeros marxistas de las naciones americanas.

El Diccionario marxismo en América es una obra de recuperación histórica de la memoria de los primeros pensadores y militantes que, desde el referente teórico del materialismo histórico, se dispusieron a reflexionar y enfrentar los problemas sociales, políticos y económicos de las nuevas naciones americanas, iniciando el desarrollo del pensamiento-lucha marxista en el continente.

Obra educativa y crítica de características inéditas, especialmente en lengua portuguesa, el proyecto es coordinado por el Núcleo Práxis de Pesquisa, Educação Popular e Política de la Universidade de São Paulo –organización que se dedica a actividades políticas y de educación popular– y cuenta actualmente con casi un centenar de investigadores voluntarios, de diferentes países, en esta investigación arqueológica sobre los orígenes del marxismo en las Américas.

Los primeros tomos, previstos para más de mil páginas, contienen entradas que abarcan biografías y ensayos sobre las ideas y la praxis política de unos 150 marxistas que vivieron, escribieron y actuaron en los países americanos – en un período que va desde el siglo XIX (formación del marxismo en el continente), hasta la década de 1970 (cuando se agudiza la crisis estructural capitalista y se multiplican los marxismos).

Por ahora, después de media década de esfuerzos colectivos, el diccionario marxista comienza a hacerse público gradualmente: sus entradas pueden leerse libremente en línea, en forma de “artículos”, disponibles periódicamente en el portal del Núcleo Práxis-USP y luego republicadas por destacados portales asociados. Esta degustación preliminar —del primer volumen, relativo al período de formación del marxismo en América— se extenderá a lo largo de los próximos dos años con el objetivo tanto de divulgar la obra (cuyo objetivo no es sólo teórico, sino también educativo), como de brindar espacio para lecturas críticas y posibles mejoras de los textos, antes de llegar al público en formato de libro.

Próximamente, la publicación completa será editada por las Edições Práxis en coedición con la Editora Expressão Popular, y tendrá dos ediciones: una impresa (a precios populares) y otra digital (gratuita).

Comienzos de la obra

En 2015 los fundadores del Núcleo Práxis-USP, entre encuentros políticos y debates del Grupo de Estudios sobre el Marxismo (uno de sus primeros proyectos), pensaron en ampliar las actividades del colectivo hacia la educación popular. Era un momento difícil, en que se gestaba el golpe de Estado en Brasil, el cual se concretó al año siguiente. En ese contexto, se consideraron dos nuevos proyectos: un foro de discusión sobre derechos sociales (que se creó un poco más tarde, en colaboración con asociaciones y comunidades de la ciudad de São Paulo); y una antología, crítica y didáctica a la vez, que reuniera ensayos de destacados marxistas latinoamericanos, con el fin de ofrecer a estudiantes y trabajadores un panorama de las teorías y prácticas marxistas desarrolladas en nuestra América.

En ese proceso, el coordinador general del Núcleo Práxis, Yuri Martins-Fontes, en una reunión en el Laboratorio de Economía Política e Historia Económica de la USP presentó la idea al profesor Wilson do Nascimento Barbosa, quien dirigía las investigaciones de la entidad. En una tarde de diálogo, la idea se afinó y amplió. En lugar de una antología, con artículos complejos, que tendería a restringirse al territorio académico —se pensó: ¿por qué no juntar más esfuerzos y producir una obra más grande, una publicación educativa, de referencia, con textos más cortos pero que lograra presentar la gran diversidad de problemas y corrientes del marxismo desarrolladas por más de un siglo a lo largo del continente —un libro que pudiera servir no solo a los estudios secundarios y universitarios, sino también contribuir a la formación política de los jóvenes socialistas?

La semilla estaba plantada. El proyecto fue escrito y presentado a una prestigiosa editorial, que requirió una entrada, como ejemplo. El coordinador respondió a la solicitud, elaborando un primer texto sobre Mariátegui, basado en el modelo que había desarrollado recientemente en su tesis sobre el marxismo latinoamericano (luego publicada como Marx na América: a práxis de Caio Prado e Mariátegui). La editorial aprobó la publicación, aunque destacó que en ese momento no podía dedicarse a la producción del proyecto. La realidad nacional – económica, social, cultural- que no era favorable, pronto se deterioró. El Núcleo Práxis-USP contaba entonces con poco más de una decena de miembros, pocos de los cuales estaban dispuestos a emprender la aventura. Sin apoyo material, o como mínimo estructural, el plan fue archivado.

El Renacimiento

En 2018 el Núcleo Práxis experimenta un período de crecimiento como resultado del dinamismo en torno a sus proyectos —en particular el Grupo de Estudios (que entonces leía El Capital, de Marx), la traducción colectiva Historia y Filosofía (selección de Caio Prado Júnior, publicada en 2020 en Argentina), y el Fórum de Formação Política de Lideranças Populares (cuyas conversaciones periódicas reunían a educadores y líderes comunitarios). Muchos militantes —investigadores de diferentes áreas, universidades y países —se suman al colectivo.

Con este movimiento de expansión, la organización gana aliento y fuerza para considerar nuevas acciones. Las reuniones sobre posibles rumbos se sucedieron hasta que es aprobado el propósito de construir una publicación periódica: una revista política de carácter popular, que ofreciera a estudiantes y trabajadores una voz discordante en aquel ambiente fascista que reverberaba en el país —una época de creciente irracionalidad, si no apoyada, sí consentida por los grandes medios de comunicación y demás fuerzas neoliberales, irritadas por las reformas sociales (básicas) de los gobiernos populares.

Nuestra experiencia con publicaciones periódicas era escasa —limitada a unos pocos miembros que, en la década de 2000, durante algunos años, habían editado el tabloide A Palavra Latina. Por otra parte, el buen momento del colectivo se notaba en la propia intención, manifiesta por varios de los participantes, de implicarse en un proyecto periódico de largo plazo.

Hay un ir y venir de propuestas y debates hasta sacar de la gaveta el proyecto del Diccionario. Parcialmente reelaborado, se presenta a los interesados, en un encuentro que se realiza en un teatro del centro de São Paulo, reuniendo a integrantes del Núcleo Práxis que orbitaban en torno a la idea de la publicación y a otros invitados también atraídos por la propuesta. Allí renacía el proyecto.

Pensando el marxismo en América

Al año siguiente, en su Asamblea General, el Núcleo Práxis-USP elige una nueva dirección y, pasa a contar con nuevos compañeros que habían trabajado en los Cursos de Formación y en las publicaciones del colectivo (material didáctico, traducciones marxistas y colaboraciones con la prensa independiente). Paulo Alves Junior (secretario general) y Solange Struwka (vicecoordinadora) se incorporan a la Coordinación General de la entidad; en paralelo, Pedro Rocha Curado asume la recién creada Coordinación de Comunicación Política – cuya función sería la de difundir nuestros trabajos editoriales y de educación popular, incluso en el entorno digital que estaba surgiendo.

Los debates en torno al Diccionario se intensifican y se hacen más regulares, pero aún faltaba sistematizar tanta energía. Para ello fue creado el Seminario Pensamento Marxista na América —cuyos participantes tuvieron como propósito investigar y seleccionar a los marxistas más destacados del continente, para que sus historias, pensamientos y acciones políticas pudiesen ser analizadas, documentadas y difundidas al público. Como estrategia para organizar mejor el trabajo, los miembros del seminario se dividieron en cinco subgrupos —cada uno responsable de estudiar la historia del marxismo en las naciones de su respectiva región: Brasil; Cono Sur; Andes; México y América Central; América del Norte y el Caribe. Así comenzó, ahora en la práctica, la odisea editorial.

En su formación inicial el Seminario agrupa una decena de investigadores, que pronto se duplica. Sin embargo, en el decurso de los estudios, constatamos la insuficiencia de este número, al comprender mejor la complejidad de la tarea —por ejemplo, la dificultad para acceder a la información sobre determinadas figuras históricos fundamentales. Una obra de esta envergadura requería más coautores, colaboradores, coordinadores.

Para ello, la Coordinación de Comunicación Política se refuerza –con Joana Aparecida Coutinho y Felipe Santos Deveza–, con el propósito de extender nuestras redes políticas con los movimientos sociales y académicos, estableciendo vínculos que apoyasen tanto la estructura básica del proyecto, como la captación de fuerza de trabajo intelectual necesaria para su producción.

Vale recordar que, en este momento, inicios del 2020, la situación sanitaria se agravó en el mundo, iniciándose el periodo de confinamiento por la pandemia. Ante las restricciones, los encuentros y debates políticos presenciales que impulsaba el Núcleo Práxis tuvieron que adaptarse al modelo a distancia (como en el caso de las actividades de formación política, en 2021 realizadas por videoconferencia). A pesar de la frialdad y la precariedad del diálogo característico de las relaciones digitales, este súbito impulso técnico permitió que el colectivo multiplicara los vínculos, formando lazos, a veces bastante distantes, pero que resultaron ser consistentes.

Con los avances de las investigaciones del Seminario y la incorporación de los nuevos coordinadores se amplía la Coordinación Editorial del Diccionario: un equipo se hace responsable de la organización general, distribución de tareas, cronogramas, plazos, acuerdos y condiciones de publicación; y el otro se encarga de la revisión crítica y edición final de las entradas y de los documentos relacionados al proyecto. Anteriormente formada por los tres representantes de la Coordinación General, pasa a incluir a los tres miembros de Comunicación Política.

Un encuentro con marxistas históricos

Es así como, durante casi dos años, reuniéndonos mensualmente, los integrantes del Seminario llevaron a cabo una investigación histórico-arqueológica dedicada a desvelar la memoria de las figuras marxistas de las naciones bajo el auspicio de sus respectivos grupos de trabajo, esforzándonos por reconocer no solo a estos protagonistas, sino también las condiciones y los entresijos de la historia en la que estaban inmersos –el contexto de sus ideas y acciones. Cada mes, aparecían nuevos nombres de pensadores comunistas, desvelados por lecturas centradas tanto en los escritos del propio autor como en la de sus estudiosos. Informaciones biográficas, polémicas políticas y textos teóricos fueron excavados con la búsqueda en bibliotecas y las incursiones en archivos, a veces privados.

Pero fue sobre todo nuestra orientación al diálogo – escuchar a los sujetos históricos de cada nación – la que nos llevó a las pistas más valiosas, que surgieron a través de la búsqueda de informaciones directas por parte de los miembros del seminario. Fueron realizadas entrevistas orales o escritas con líderes sociales y militantes de partidos comunistas, socialistas y obreros de varios países, además de intelectuales y académicos de humanidades de varias universidades nacionales. Con este conocimiento local, fruto de la red de contactos internacionales que fue establecida, pudimos recoger opiniones más vivas sobre el marxismo y los principales marxistas de cada país. Esto, sumado a nuestros estudios previos –bibliográficos, generalistas– permitió que el proceso de investigación y selección fuera más democrático y diverso.

Para complementar esta fundamentación de contenidos, previo al proceso de redacción, también investigamos el contexto histórico de cada nación en el período en cuestión, así como aspectos historiográficos y filosóficos, particulares y universales del marxismo desarrollado por sus representantes.

Al finalizar el primer año del seminario, los integrantes de cada subgrupo comenzaron a exponer sus hallazgos a los demás participantes, momento en el cual comenzamos a discutir colectivamente el resultado de cada investigación. Con base en esta práctica dialógica, se enlistaron, evaluaron, cotejaron y eligieron los nombres de casi un centenar de marxistas históricos –que de alguna manera han dejado registrado su pensamiento (libros, artículos, manifiestos, discursos transcritos, entrevistas, correspondencia)–, los cuales vendrían a componer el volumen relativo al período de formación del marxismo en América.

Si el enfoque epistemológico de la obra dio preferencia a autores que desarrollaron reflexiones marxistas auténticas –ya sea en relación a los análisis históricos con los que investigaron determinadas cuestiones nacionales particulares, o en un ámbito más estrictamente filosófico (conceptos universales, totalizadores)–, también se valoraron los militantes que, habiendo desarrollado con menor originalidad los aspectos teóricos de la concepción materialista de la historia, dedicaron su vida a las tareas políticas propias de un comunista: organización, concienciación popular y difusión del pensamiento-lucha marxista a través del trabajo de base (educación, sindicatos, periodismo independiente).

Además, entre otros criterios que utilizamos para elegir a los marxistas a biografiar, priorizamos dar énfasis en la diversidad, con atención tanto al género como a los grupos étnicos que componen los pueblos americanos: indígenas, negros, mujeres. Y esto, si no en cada país (dadas las restricciones de la época), al menos en cada región del continente. Nos esforzamos también por incluir a marxistas del mayor número posible de países de América (y de varias partes de Brasil) en el volumen, logrando al final tener representantes de todas las regiones del continente y de casi todos los países –aunque no todos, ya que en este período algunas naciones aún estaban en formación o eran colonias subyugadas.

Manos a la obra

Había llegado por fin el momento de centrarnos en la redacción, en la organización de los conocimientos acumulados. Comienza la redacción masiva de los textos, una tarea delicada que debía guiarse por nuestro modelo específico de entrada –didáctico y crítico– que, si bien tenía el propósito de lograr capilaridad social, también incluía análisis y profundizaba en temas esenciales, sin reducirse a descripciones. La búsqueda de esa normalización y calidad nos exigiría pasar por más etapas de las previstas, en un proceso que comenzaba con los autores de la primera versión, pasaba por revisores (de forma y contenido), e incluso, en ocasiones, por editores adicionales y traductores, antes de llegar a los editores que evaluaban la entrada como un todo, teniendo eventualmente que devolverla a una etapa anterior.

Pronto quedó claro que un proyecto de tal envergadura –y sin recursos institucionales– acabaría alargándose demasiado si no atraía voluntarios que se sumaran al equipo, aún relativamente pequeño en relación con la envergadura del emprendimiento. Para solucionar esta limitación, en 2021, el Núcleo Práxis-USP abre una convocatoria pública con miras a seleccionar nuevos coautores para la ejecución del trabajo. Como requisitos, los candidatos debían tener estudios en ciencias humanas o filosofía, con énfasis en el marxismo o en temas políticos y sociales propios de las naciones americanas, y preferentemente haber producido investigaciones que mostraran afinidades temáticas con el proyecto.

Ampliamente divulgada, publicada en medios independientes y difundida a través de las redes sociales de las distintas partes involucradas, la convocatoria fue una sorpresa: en un mes se recibieron casi cincuenta inscripciones. El análisis de las candidaturas fue realizado por la Coordinación Editorial, basándose en: primero, una carta de intención que pedía al interesado sugerir, entre la lista de marxistas listados, uno sobre el que le gustaría escribir, explicando sus razones en un breve ensayo; y luego, un currículo “político-académico” que describiera experiencias en las áreas en cuestión, especialmente trabajos relacionados con el marxismo, la educación, la historia de América y la escritura misma, así como formación académica y actividades políticas y profesionales. El proceso de selección fue un éxito tanto en términos de cantidad como de calidad. En poco tiempo tres cuartas partes de los candidatos inscritos ya estaban integrados en el grupo, lo que como mínimo duplicó el número de personas que trabajaban en el Diccionario.

Paralelamente, buscamos especialistas internacionales en la obra de algunos de los marxistas incluidos en la lista del volumen, quienes generalmente tenían las mismas nacionalidades que los biografiados. A partir de entrevistas a distancia – que permitieron a los editores conocer mejor la trayectoria y obra de cada intelectual contactado, además de evaluar su interés– ,hicimos invitaciones específicas, logrando la participación de más de una decena de coautores.

Con más personas involucradas y más tareas surgiendo, creamos comités específicos para responder a las nuevas exigencias, a saber: investigaciones adicionales que resultaron necesarias y los trabajos permanentes para mejorar los textos recibidos – como adaptación de los escritos al modelo previsto, edición previa, traducción y redacción adicional (en caso necesario), revisión general, preparación de textos y edición final.

Además del Comité de Investigación sobre el Marxismo en América (que se derivó del Seminario), fueron creados comités específicos, dedicados a tareas ejecutivas relacionadas con el texto en sí: comités encargados de las traducciones, de las distintas etapas de revisión y de apoyo al trabajo de finalización editorial.

Por otro lado, con la intención de poner de antemano a prueba nuestra producción, se constituyó el Consejo Consultivo Crítico, integrado por intelectuales-militantes con obras, trayectoria política y contribuciones al comunismo marxista ya reconocidas. Invitados desde diversas partes del mundo, estos asesores tienen la función facultativa de, siempre que lo consideren oportuno, criticar, sugerir y proponer modificaciones en las entradas, una especie de retoque final para perfeccionar la obra.

Entradas: un modelo didáctico-crítico

En este punto del proyecto, además del contenido, comenzamos a preocuparnos por la forma de las entradas. La intención del Diccionario eracomunicar, dialogar, atraer adeptos – pero sin dejar, en ciertos pasajes clave de la exposición, de profundizar en la polémica, la contradicción, el concepto. El aspecto pedagógico de un texto, después de todo, no puede disociarse de los necesarios –y estimulantes– momentos de profundidad analítica. Una obra destinada a la formación marxista inicial debe abordar, sin reducciones manualescas o dogmatismos, los principios y conceptos centrales del materialismo histórico; no podría dejar de hablar de temas como dialéctica, praxis, estructura, lucha de clases, trabajo, modos de producción, acumulación primitiva, teoría del valor, alienación, y sobre todo, de abordar las diferentes concepciones y caminos ya pensados y experimentados para la utopía concreta de la revolución –y sin caer en el sectarismos.

Por ello, consideramos imprescindible exponer algunos principios y términos más eruditos, pero siempre buscando situar el uso de la erudición, explicando algo del complejo concepto que se presenta, y en un lenguaje accesible. Esto ciertamente tendría que hacerse con gran atención al vicio ingenuo de la prolijidad, una salida fácil pero inexacta que afecta a algunos teóricos poco acostumbrados a la vida más allá de los muros de la academia. Evitar hermetismos técnicos, hablar un lenguaje que busque el diálogo, abstenerse de complejidades que vayan más allá de lo necesario, serían algunas de las tareas más desafiantes para los editores de la obra.

El modelo de entrada ya mencionado (ensayado en un principio, en 2015) fue entonces puesto en discusión. Según este primer modelo, el texto tendría tres partes: una primera, biográfica-descriptiva, en la que se presentaría el contexto histórico y aspectos de la vida del marxista, sus estudios, formación política, actividades profesionales y militancia; luego, un ítem analítico, ensayístico, que versaría sobre el pensamiento del autor a partir de sus obras y realizaciones; y finalmente, una lista bibliográfica mencionando las obras leídas para la redacción de la entrada (por el propio autor y por comentaristas). Si este modelo tenía aspectos interesantes y funcionaba bien en trabajos académicos, por otro lado, su parte central era algo abierta, lo que podía dar lugar a divagaciones teóricas no siempre agradables para un aprendiz.

Así, para facilitar la comprensión del contenido esencial del pensamiento de cada biografiado, decidimos mantener el ítem inicial y dividir el segundo ítem en dos partes: una primera, compuesta por un breve ensayo sobre la concepción marxista del autor, buscaría englobar sus contribuciones teóricas y prácticas fundamentales, destacando las principales ideas y los conceptos políticos que aportó al marxismo; la segunda, más sencilla de entender (y que podría ser leída parcialmente independientemente de las demás), tendría un contenido bibliográfico y descriptivo, dedicado a presentar la obra del autor, animando a su lectura mediante la reseña de los temas en ella contenidos –ideas, conceptos desarrollados, polémicas, posiciones políticas defendidas en cada escrito. Finalmente, como apéndice, un cuarto ítem (de este nuevo modelo) proporcionaría una lista de libros y textos producidos sobre el marxista: tanto las referencias utilizadas en la producción del artículo como alguna recomendación de una obra introductoria.

Como resultado, las entradas producidas mostraron una interesante diversidad de autores, con historias y perspectivas propias. Observando las preocupaciones expresadas en los textos de la época, destaca la importancia concedida a aspectos prácticos, como la organización de la clase obrera, la articulación de redes internacionales que conecten a los movimientos y partidos sociales de los diversos países de América, la defensa de la mejora del nivel de vida de la población y la lucha contra las desigualdades.

En particular, en el período de entreguerras, vemos crecer el número de partidos y sindicatos de inspiración marxista, impulsados por eventos como la Revolución Rusa de 1917 y las actividades de la Internacional Comunista en el continente americano. Los libros traducidos se multiplican y la tradición filosófica marxista entra en las universidades. Aparecen publicaciones originales, dedicadas a la comprensión de las características políticas y económicas nacionales. Temas como el carácter particular de aquellas formaciones sociales surgidas de las ruinas del colonialismo europeo, el papel de los grupos indígenas y africanos en el modo de producción, el imperialismo y la lucha por una auténtica emancipación de las naciones pasan a formar parte de los temas debatidos en periódicos (independientes, en su mayoría), universidades, movimientos sociales y partidos.

Sin embargo, sería erróneo imaginar que la propagación del pensamiento marxista se produjo sin contratiempos ni fricciones internas. La cruzada de los gobiernos locales contra la creación de partidos y sindicatos de inspiración socialista hizo que, en varios casos, sus actividades se desarrollaran en la clandestinidad, sujetas a prohibiciones arbitrarias, persecución de militantes, detenciones y asesinatos. Por otra parte, la formación de tendencias marxistas rivales reverberó en el continente americano; y además, acontecimientos clave del periodo de entreguerras, como la crisis financiera de 1929 y el ascenso del fascismo en Europa, contribuyeron a acentuar el proceso de definición de las estrategias partidarias, oponiéndose a los defensores de la revolución, los que predicaban la vía parlamentaria

He aquí la breve historia de esta obra única que ahora llega paulatinamente al público, aunque su producción continúa y está lejos de estar terminada (si es que hay un final para obras como esta).


Notas

* Los autores de este texto introductorio son coordinadores del Núcleo Práxis-USP, y editores del Diccionario marxismo en América:

Yuri Martins-Fontes Leichsenring es profesor, escritor, periodista y traductor; doctor en Historia Económica (USP/CNRS), licenciado en Filosofía e Ingeniería (USP), con posdoctorados en Ética y Política (USP) y en Historia, Cultura y Trabajo (PUC-SP), es coordinador general del Núcleo Práxis-USP. Autor de obras como: Marx na América: a práxis de Caio Prado e Mariátegui (São Paulo: Alameda/Fapesp, 2018); y Cantos dos Infernos (São Paulo: Patuá, 2021).

Joana Aparecida Coutinho es profesora de Ciencias Políticas en la UFMA; doctora y licenciada en Ciencias Sociales (PUC-SP), con posdoctorado en Sociología (UNAM-México), es coordinadora del Grupo de Estudos de Hegemonia e Lutas na América Latina. Autora de obras como: ONGs e politicas neoliberais no Brasil (Edit. UFSC, 2011); y A guerra ideológica (Crítica e Sociedade, 2022).

Pedro Rocha Fleury Curado es profesor del Instituto de Relaciones Internacionales y Defensa de la UFRJ; Doctor en Economía Política Internacional (UFRJ), Licenciado en Ciencias Sociales (UFRJ) e investigador del Laboratório de Estudos em Segurança e Defesa. Autor de obras como: A guerra fria e a ‘cooperação ao desenvolvimento’ com os países não-alinhados (UFRJ/EHESS, 2014).

Felipe Santos Deveza es profesor de Historia e Historia de América en escuelas públicas; Doctor en Historia Comparada (UFRJ/UNAM), Licenciado en Historia (UFRJ), con posdoctorado en Historia de América Latina (UFF). Autor de obras como: O movimento comunista e as particularidades da América Latina (UFRJ/UNAM, 2014).

Paulo Alves Junior es profesor de Historiografía en la Universidad de Integración Internacional de la Lusofonia Afrobrasileña (Bahía); Doctor en Sociología (Unesp), Licenciado en Historia (PUC-SP). Autor de obras como: Um intelectual na trincheira: José Honório Rodrigues, intérprete do Brasil (São Paulo: Editora Dialética, 2021).

Solange Struwka es profesora de Psicología en la Universidad Federal de Rondônia; Doctora en Psicología Social (USP), Licenciada en Psicología (USP) e investigadora del Grupo Amazônico de Estudos e Pesquisas em Psicologia e Educação. Autora de obras como: Saúde mental em tempos de pandemia: os imperativos da situação-limite e as tarefas da psicologia (São Paulo: LavraPalavra, 2022).

* Este artículo es una presentación del Diccionario marxismo en América; fue publicado originalmente en portugués en el portal del Núcleo Práxis-USP, donde también se publicó esta traducción, hecha por la misma organización en colaboración con Rebelión. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al traductor y a la traductora y a Rebelión y Núcleo Práxis como fuentes de la traducción. Sugerencias y críticas son bienvenidas: [email protected].

Fuente (del original): https://nucleopraxisusp.org/dicionario-marxismo-na-america-o-projeto/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores y las autoras mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.