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Crónica del Seminario del IIRE, Amsterdam 13-15 de enero

Discutiendo sobre Daniel Bensaïd

Fuentes: Rebelión

Coincidiendo con el segundo aniversario de la muerte de Daniel Bensaïd tuvo lugar los días 13, 14 y 15 de enero en el International Institute of Research and Education (IIRE) de Amterdam un seminario internacional para discutir su obra y trayectoria militante. Participaron en él una treintena de personas que conocieron a Daniel a lo […]

Coincidiendo con el segundo aniversario de la muerte de Daniel Bensaïd tuvo lugar los días 13, 14 y 15 de enero en el International Institute of Research and Education (IIRE) de Amterdam un seminario internacional para discutir su obra y trayectoria militante. Participaron en él una treintena de personas que conocieron a Daniel a lo largo de su vida y compartieron militancia y/o discusiones políticas e intelectuales.

La sesión de abertura del seminario, viernes, estuvo dedicada al análisis del pensamiento filosófico y al marxismo de Bensaïd con presentaciones de varios autores sobre aspectos diversos de su obra.

Samy Johsua, profesor de la Université de Provence y dirigente de la LCR y del NPA en Marsella, empezó remarcando la necesidad de divulgar más la obra y el legado de Bensaïd, que analizó a través de tres ángulos: la relación entre su pensamiento y el del último Althusser, su concepción del tiempo y de la discordancia de los tiempos y su relación con el romanticismo revolucionario.

Philipe Pignarre, responsable de la editorial Empêcheurs de penser en rond, señaló por su parte como Bensaïd era un «verdadero filósofo» a pesar de sus reticencias en definirse como tal. Su principal contribución fue, para él, más allá de una visión del tiempo como no lineal y lleno de bifurcaciones, la aportación del «concepto de lo intempestivo».

Michäel Löwy, investigador emérito del CNRS de Paris, destacó la originalidad de los escritos de Bensaïd, un formato sui generis «ni panfleto político, ni texto académico, ni comentario de actualidad. Una especie de ensayo filosófico-político con mucha carga poética». Löwy analizó la «apuesta revolucionaria» y «sobre el porvenir del comunismo» que recorre la obra de Bensaïd, a través de sus concepciones del comunismo, revolución, profecía y de apuesta. Retomando los trabajos de Lucien Goldmann sobre Pascal Bensaïd defendía el compromiso político revolucionario, en sus propias palabras, como «una apuesta razonada sobre el devenir histórico».

Carlos Carujo, miembro del Bloco de Esquerda de Portugal, por su parte hizo una contribución sobre la idea de revolución en el pensamiento de Bensaïd y su «filosofía militante». Bensaïd explicó Carujo, analizó críticamente la «genealogía de la desesperanza» que acompañó a muchos intelectuales a partir de los años setenta cuando la fe dogmática en la inevitabilidad de la revolución se desvaneció, manteniéndose «en un horizonte revolucionario» despojado de cualquier determinismo histórico en el que, al contrario de autores como Badiou, la revolución no aparece como un acontecimiento casi «milagroso» sino que está «inscrita en la historia y en la coyuntura social».

Alex Callinicos, profesor del King’s College de Londres y dirigente del Socialist Workers Party (SWP) británico y que conoció a Bensaïd en el marco de los debates entre la izquierda anticapitalista europea durante los años 2000, remarcó la importancia de los escritos de Bensaïd sobre Lenin, «unos de los mejores escritos sobre él publicados en los últimos tiempos» y su conexión con su comprensión del tiempo histórico y de la política como punto «donde interseccionan las distintas temporalidades».

Cinzia Aruzza, miembro de Sinistra Critica y profesora de la New School for Social Research en New York, analizó en su contribución los escritos de Bensaïd entre «género y capital» y «género y clase» y sus debates con Christine Delphy. Arruzza explicó como «la noción de discordancia de los tiempos, la insistencia sobre la relación entre el proceso de producción, circulación y reproducción del capital, y la crítica a una noción sociológica de clase» presentes en la obra de Bensaïd pueden servir para profundizar el análisis de las relaciones entre género y capital y género y clase, más allá de lo que el propio autor hizo.

Philippe Corcuff, sociólogo y profesor del IEP de Lyon y miembro de la revista Contre-temps fundada por Bensaïd en 2001 y del NPA, señaló en su intervención la importancia del pensamiento de Walter Benjamin en la obra de Bensaïd y la revalorización de la tradición, «no como un obstáculo para la emancipación sino un campo contradictorio de lucha». Corcuff destacó también algunas de sus diferencias con Bensaïd, como por ejemplo su discrepancia con el mantenimiento del marxismo como marco dominante de referencia o el análisis de Lenin y el bolchevismo.

La segunda sesión del seminario estuvo dedicada a la discusión de los textos de Bensaïd sobre comunismo y estalinismo. Catherine Samary, profesora de la Université Paris-Dauphine y miembro del NPA, remarcó que el punto de partida de la obra de Daniel en este ámbito es una reflexión sobre el comunismo, cuyo objetivo es «salvarlo del estalinismo». Bensaïd escribió sobre comunismo, estalinismo, bolchevismo y la revolución de Octubre de 1917, polemizando con los autores conservadores como Furet y otros que amalgamaban comunismo y estalinismo, y discutiendo también con autores del campo de la izquierda como Badiou a propósito de su «hipótesis comunista», señalando la necesidad de realizar un inventario histórico para evitar «reducir la precisión política del término en beneficio de su extensión ética y filosófica».

La tercera sesión del seminario estuvo dedicada a la discusión del papel de Bensaïd en algunos episodios políticos y sociales relevantes en su trayectoria vital, como mayo del 68, la revolución portuguesa, la lucha antifranquista, o la construcción del PT brasileño en los ochenta.

Alain Krivine, señaló como mayo del 68 «fue una experiencia fundadora para nosotros, una revuelta de masas que antes nunca habíamos conocido». Daniel, recordó Krivine, jugó un rol importante en el movimiento, como dirigente estudiantil en Nanterre y del movimiento 22 de marzo. Bensaïd no sólo fue participante activo de los acontecimientos de mayo, sino que escribió sobre los mismos, ya en el propio 68 y posteriormente en ocasión de los diversos aniversarios conmemorativos, analizando las fortalezas y límites del movimiento de mayo y las causas de su derrota, y luchando contra aquellas interpretaciones que buscan reducirlo a una simple «revolución cultural» con el fin de «despolitizarlo». «Sabíamos», señaló Krivine, que «no estábamos ante una revolución, sino en el inicio de un nuevo periodo internacional revolucionario».

Joao Machado, economista y fundador de la corriente Democracia Socialista (DS) del PT brasileño en 1979 y actualmente dirigente del PSOL, nos habló de la relación entre Bensaïd y Brasil, que duró más de 25 años. Éste tuvo durante la década de los ochenta una estrecha relación con la DS, acompañando sus debates y construcción política en tanto que corriente revolucionaria dentro del PT. La relación de Bensaïd con Brasil, siendo menos directa durante los noventa, volvió a intensificarse entre los años 2002 y 2005, en el marco del ascenso del proceso del Foro Social Mundial y de la crisis de la DS que llevó a su ala izquierda a abandonar el PT e implicarse en la construcción del PSOL.

La siguiente sesión, sábado por la tarde, estuvo dedicada a la discusión de la interpretación de Bensaid de la «teoria de la revolución permanente». Pierre Rousset, uno de los fundadores de la LCR francesa, señaló en su introducción los vínculos en su pensamiento entre la teoría de la revolución permanente y la noción de la «historia abierta», y analizó sus implicaciones para pensar una política revolucionaria hoy en día.

Finalmente, la última sesión estuvo dedicada a la discusión de las contribuciones de Daniel sobre el movimiento «antiglobalización» y su concepción del internacionalismo. Esther Vivas, de Izquierda Anticapitalista, explicó como Bensaïd analizó el surgimiento del altermundialismo como «un nuevo internacionalismo» frente a la «mercantilización generalizada de las relaciones sociales y el planeta». Daniel intervino en los debates del movimiento, discutiendo con autores como Negri y Hardt o Holloway, polemizando con los conceptos de multitud y las ideas sobre cambiar el mundo sin tomar el poder, portadores de una «ilusión social» de autosuficiencia de los movimientos sociales (concepto simétrico a la «ilusión política» que señalaba Marx al hacer referencia a las ilusiones parlamentaristas y liberales). Vivas señaló como la «indignación», seña de identidad de las luchas actuales, formó parte también de la obra de Bensaïd, para quien ésta era «el contrario exacto de la costumbre y la resignación».

François Sabado, miembro del NPA, por su parte afirmó que «el internacionalismo era consustancial a la acción política» para Bensaïd, quien acordó una importancia decisiva a la solidaridad con el Vietnam en los años sesenta y a la construcción de una corriente internacional. Fuertemente inspirado por el guevarismo, Bensaïd llegó junto con la JCR francesa a la IV Internacional al considerar que ésta era la única pequeña internacional realmente existente y que permitía reconstruir los vínculos entre la nueva generación de los sesenta y el movimiento obrero histórico. Para Bensaïd, el internacionalismo y la construcción de una corriente internacional fue «el vector principal para tener una visión del mundo» concluyó Sabado.

El seminario terminó, finalmente, con una intervención de Sophie, su compañera, que explicó algunos de los diversos proyectos en marcha para preservar y divulgar el legado de Bensaïd, como la apertura de una página web con sus escritos y un posible documental sobre él y el compromiso militante dirigido por Carmen Castillo, la reconocida cineasta chilena autora de filmes como Calle Santa Fe.

La memoria, la herencia y la transmisión fueron algunas de las grandes preocupaciones de Daniel Bensaïd quien solía definir la obra de Marx como «una herencia sin propietarios, ni manual de instrucciones. Una herencia en busca de autores».

Así debemos entender también la obra que él nos ha legado.

* Josep Maria Antentas, profesor de sociología de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB)
www.vientosur.info