Don Pedro Albizu Campos

Hoy celebramos el día de su nacimiento. Puede ocurrir que por sistemas de opresión que fomenten la mentira y la ignorancia, se pueda ocultar, extirpar la inteligencia y el ejemplo de los héroes y mártires, por cierto tiempo, de las mayorías.

Ocurrió en los sistemas de vasallaje feudal y de la esclavitud. Hubo muchos que cerraron los ojos y no se rebelaron cuando el señor feudal raptaba y violaba sus hijas, las de sus allegados y vecinos, y no hacían nada. Otros que vivían en la casa del amo, con ciertos minúsculos privilegios, ignoraban cuando éste azotaba a sus hermanos y les incendiaba sus barracas, mientras lloraban cuando el tirano se enfermaba y se incendiaba su palacio.

Mas siempre hubo decoro en algunos y la inteligencia los alumbraba, y se rebelaban ante la brutalidad de esas bestias sin importar las consecuencias. Así ocurrió con Espartaco, líder sublevado de los esclavos en la antigüedad y los cimarrones que escapaban a nuestros montes, iluminando con su ejemplo el camino de la libertad de todos los esclavos.

Y esos pocos representaban el decoro de todos, como decía José Martí. Y es conveniente que recordemos esas palabras de Martí cuando este domingo 12 de septiembre celebramos el natalicio de Don Pedro Albizu Campos. Porque héroes y mártires como Jesús y Albizu Campos salvan la dignidad de todos los humanos, incluidos los que perdieron su humanidad. Su ejemplo educará a los descendientes de los que olvidan e incluso de los que traicionan.

El ejemplo de Jesús fue tan imponente, que siendo carpintero y analfabeto, tan humilde que llegó a su ciudad montado en un borrego, sus ideas y ejemplo trascendieron su crucifixión y persecución de sus seguidores hasta convertir su ideario de los Mandamientos en la religión más numerosa en corto tiempo.

Y Albizu Campos, que nació pobre, y quedó huérfano muy niño, se irguió para educarse, para ser maestro de todas nuestras generaciones posteriores. Y frente a su persecución, aislado, traicionado, radiado, mantuvo incólume su ideario, fiel a los ideales de la independencia de su patria, hasta su asesinato y muerte.

Hoy domingo, el día de su nacimiento, marchan hasta los descendientes que reniegan de sus verdugos. Por eso el decoro, la virtud de Albizu Campos se impone e impondrá a los traidores conspiradores sepultureros de su obra. Como dijo Cesar Andreu Iglesias el día de su muerte: Albizu es- y será-la conciencia de su pueblo. Afortunadamente los puertorriqueños tenemos a Albizu Campos, y sus discípulos no lo olvidan. Albizu es nuestra salvación en unión a los héroes y mártires que le precedieron y le han sucedido.

Recordemos a Albizu. Actualicemos su legado. Seamos creativos. Albizu es clásico porque habló el lenguaje de su tiempo. No halará las piernas por la noche de aquellos que sepan seguir su legado y si necesario hayan rupturas necesarias para hablar el lenguaje de estos tiempos distintos, nuevos, duros y difíciles. Ahí está su ejemplo. Juventud, sé agradecida, recoge y lleva a feliz término su legado. Hay un Albizu en cada gen de los boricuas, es cuestión de cultivar ese genotipo que nos inmuniza y salva.

*Abogado, profesor, escritor de múltiples ensayos, autor del libro La Deuda Odiosa y la descolonización de Puerto Rico (Publicaciones Libre Pensador, 2018), egresado de Harvard, Magna Cum Laude (1987).