Ecuador entre los países que menos respuestas de protección social y laboral -incluyendo medidas que tomen en consideración la perspectiv de género- formuló frente a la pandemia.
El PNUD y ONU Mujeres elaboraron un “Rastreador Global de Respuestas de Género a la COVID-19”[1] en el que se observan las medidas tomadas por 206 países y si estas son sensibles al género. En efecto, un análisis de América Latina indica que Ecuador es el segundo país que menos respuestas de protección social y laboral tuvo con tan solo 17 medidas, de las cuales solo 11 incorporaban de cierta manera la perspectiva de género. En contrapartida, el país que más medidas aplicó con perspectiva de género fue Argentina con 26 respuestas y también de los que más respuestas formuló en general con 44. Eso demuestra la diferencia entre gobiernos que tienen como fin quedar bien con los mercados y los que tienen como eje el bienestar de su población.
Entre las dimensiones que comprenden las respuestas de género se encuentran: i) el combate a la violencia contra las mujeres, ii) seguridad económica de las mujeres y; iii) protección al trabajo de cuidado no remunerado. La implementación de una agenda de género durante la pandemia en Ecuador es casi nula en comparación a los otros países de la región, de tal forma que el país se ubica entre los cuatro países que menos medidas han incorporado. Así, del total de las medidas tomadas (11), las dedicadas al combate de la violencia ascienden a 9, mientras que los de la seguridad solo son 2; finalmente se observa que no toma ninguna medida para sostener el cuidado no remunerado. Una situación que demuestra nuevamente la nula preocupación por un trabajo que, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, en 2017 representó el 19,1% del PIB.[2] Por otro lado, Argentina en este último aspecto formuló 5 medidas, para la seguridad económica de las mujeres 8 y para el combate contra la violencia 13 en total.[3]
Si bien no se tiene certeza del resultado de las respuestas o si estas efectivamente incorporan la perspectiva de género, es necesario indicar que deben ser estudiadas. Por ejemplo, se sitúa como una de las medidas para proteger al empleo el reducir salarios a los servidores públicos y generar un supuesto ahorro al Estado, situación más que opuesta pues se están vulnerando derechos laborales con la implementación de contrato por horas, prohibida por el mandato constituyente 8 y, además, se restringe la reactivación de la demanda con servidores sin recursos, las empresas venden cada vez menos generando más desempleo, menor tributación. En fin, se trata de la continuación de una autoemboscada iniciada con la Ley de Fomento Productivo de 2018. En efecto, es pertinente realizar un análisis exhaustivo de cada medida.
Sin embargo, dicha situación demuestra, una vez más, que la subordinación de la vida ante el capital es la característica principal del Gobierno del presidente Moreno, comandado en el frente económico hasta hace unos días por el ex presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, y que demuestra con estas cifras que la decisión de pagar deuda externa no solo quitó recursos para salud y educación (con presupuestos ya recortados en años anteriores[4]) sino también limitó recursos para la implementación de medidas de protección laboral y social desde una perspectiva de género.
Tabla 1. Rastreador Global de Respuestas de Género a la COVID-19 en América Latina: 10 países
Fuente: PNUD-ONU Mujeres
Elaboración: Propia
Es evidente, entonces, que las crisis sanitaria y económica han afectado en forma diferente a hombres a mujeres: 1. La mayoría trabajan más horas, pues además del teletrabajo están las responsabilidades domésticas, incluyendo el cuidado de los niños, si tienen niños; tal es así que según ONU-Mujeres Ecuador, esta carga ha aumentado en medio de la pandemia debido al cierre de escuelas ya que gran parte de la responsabilidad del cuidado de los niños aún recae en las mujeres. De acuerdo con las cifras oficiales, antes de la pandemia, las mujeres en Ecuador destinaban 17 horas semanales en la ciudad, y 25 en zonas rurales, a tareas de cuidado y trabajo doméstico no remunerado. 2. las mujeres constituyen la mayoría de los 136 millones de trabajadores en el sector de la salud y la asistencia social en el mundo: 70% según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En Ecuador representan el 74%, según estudio de Actuaria. 3. las mujeres en Ecuador están en situación más vulnerable en un escenario de recorte de personal. La pandemia podría causar la pérdida de 508 000 empleos en el país este año, lo cual elevaría la tasa de desempleo al 9 o 10% según cálculos del Gobierno y si en diciembre 2019, la tasa de desempleo se ubicó en 4,6% para las mujeres y 3,3% para los hombres, ya se puede inferir quiénes resultaran más afectadas.
En conclusión se podría decir que las mujeres han sostenido a sus familias y, por lo tanto, a la economía ecuatoriana de una manera más exacerbada durante la pandemia.
[1] Ver: https://data.undp.org/gendertracker/
[2] El Valor Agregado Bruto del Trabajo No Remunerado se trata de “la relación entre la riqueza generada por los hogares en la producción no remunerada y el Producto Interno Bruto (PIB)”. Ver: https://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/web-inec/Estadisticas_Economicas/Cuentas_Satelite/Cuenca_satelite_trab_no_remun_2017/2_Presentacion_resultados_CSTNRH.pdf
[3] Ver tabla 1.
[4] https://coyunturauceiie.org/2020/03/28/los-recortes-cobran-factura-al-ecuador-la-inversion-en-salud-se-redujo-un-36-en-2019/