Una de las respuestas que justifica el uso de paraísos fiscales es que ciertos países son verdaderos “infiernos fiscales”. Y, en concordancia con esta premisa, como esos territorios cobran demasiados impuestos no generan bienestar a sus habitantes.
Sin embargo, ¿qué dice la evidencia empírica sobre estas conclusiones? La primera respuesta es que Ecuador NO ES UN INFIERNO FISCAL, segundo y más importante, que aquellos países que se los puede considerar como tal, muestran un desarrollo considerablemente más alto que los países que no cobran “altos impuestos”. Por tanto, la verdadera incógnita no debe ser la escueta reflexión sobre si el Ecuador es un infierno fiscal, sino sobre la persistencia en impedir que el país tenga una estructura fiscal progresiva que permita el desarrollo de sus habitantes.
Si se realiza un análisis del peso de los impuestos a las personas como porcentaje del PIB y el Índice de Desarrollo Humano en los países que componen la OCDE[1] -y agregando a Ecuador- en el año 2019 se observa una alta correlación positiva (0,69) estadísticamente significativa. En efecto, mientras más alta es la representación del impuesto a las personas como parte del PIB más alto es el desarrollo de los países y viceversa. Esta es la característica de países como Dinamarca, Islandia, Noruega, Suiza e Irlanda. Por otro lado, países de América Latina y el Caribe como Chile, Colombia, México y también Ecuador exhiben el menor nivel de desarrollo y, al mismo tiempo, menos peso de impuestos a las personas como porcentaje del PIB. Nuestro país, como muestra el Gráfico 1 es el que peores números tiene, incluso por debajo de países considerados como los representantes del neoliberalismo (Chile y Colombia).
Gráfico 1. Correlación IDH – Impuesto a las personas/PIB, 2019. N=36.
Fuente: OCDE-SRI.
Elaboración: Propia.
Esa misma comparación se realizó entre el peso del impuesto a las corporaciones como porcentaje del PIB y el IDH pero no se evidenció una correlación alta y tampoco significativa. Por consiguiente, es en los impuestos a las personas que se juega el desarrollo de los países. No obstante, eso no implica de ninguna manera que en Ecuador el peso del impuesto de las corporaciones sobre el PIB sea comparativamente más alto, pues de 36 países se encuentra en el puesto 32. Una forma más adecuada de ver dicha situación es una comparación entre Ecuador y un país seleccionado, en este caso: Noruega.
El Gráfico 2 muestra claramente cómo el peso de los impuestos en Noruega como porcentaje del PIB es considerablemente más alto que en Ecuador, tanto en personas como sociedades jurídicas. De igual forma, se observa que en Noruega el peso en las personas es más alto que en las empresas, lo inverso ocurre en Ecuador, con niveles que no superan el 2% del PIB entre 2002 y 2019, mientras que en Noruega supera el 6% en el caso de empresas y el 10% en el caso de las personas.
Gráfico 2. Estructura impositiva de personas y sociedades como porcentaje del PIB en Ecuador y Noruega 2002-2019.
Fuente: OCDE-SRI.
Elaboración: Propia.
Desde luego, esto puede dar lugar a considerar que los impuestos deben ser altos sin considerar el nivel de ingresos. Nada más alejado de la evidencia. Los impuestos a las grandes fortunas han sido recurrentes en estos países, antes de la pandemia y aún más con su llegada.[2] En un análisis de la CEPAL se observa que el promedio de impuestos pagados como porcentaje del total de ingresos de los más ricos en la Unión Europea alcanza el 21,3%; en Ecuador este nivel tan solo alcanza el 3,4%.[3] En casos como los de Dinamarca, el percentil 75 (más rico) paga un total del 33,4% en 2015 de impuestos directos en comparación con el total de sus ingresos.
Con estos resultados se concluye que el Ecuador no es un infierno fiscal y, más importante, que aquellos países con altos impuestos a los más ricos son los que más desarrollo generan para sus habitantes. Si el Ecuador quiere desarrollarse es imprescindible cobrar impuestos a las grandes fortunas en tanto personas y corporaciones. En este último caso se observa que los Grupos Económicos más ricos tan solo pagan el 2,64% en impuestos directos en comparación a sus ingresos, si se aumenta al 3% de sus ingresos se obtendrían USD 121 millones adicionales[4] y si los ultra ricos pagan el 30% de sus ingresos personales se obtienen USD 132 millones más.[5]
Desde luego, se dirá que no se considera la estructura de costos y gastos de los ultra ricos, pero considerando que este nivel no es consistente porque este grupo también es el que más paraísos fiscales tiene.[6] Así mismo, con la aprobación de la Ley de Simplificación Tributaria, no se dudó dos veces en aplicar este proceso a las microempresas, haciéndoles vivir a estos sí un “infierno fiscal”, mientras que los ricos a más de tener los clásicos paraísos fiscales también tienen una serie de concesiones en el Ecuador.
[1] Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
[2] Ver: https://coyunturauceiie.org/2021/01/12/impuesto-permanente-a-las-grandes-fortunas-en-ecuador-generaria-mas-de-usd-4-mil-millones/
[3] Ver: https://coyunturauceiie.org/2020/10/18/cuanto-pagan-por-impuestos-las-elites-economicas-en-ecuador/
[4] https://coyunturauceiie.org/2021/06/24/ecuador-los-ultra-ricos-son-los-que-mas-paraisos-fiscales-poseen-concentran-el-34-del-total/
[5] https://coyunturauceiie.org/2020/10/18/cuanto-pagan-por-impuestos-las-elites-economicas-en-ecuador/
[6] https://coyunturauceiie.org/2021/06/24/ecuador-los-ultra-ricos-son-los-que-mas-paraisos-fiscales-poseen-concentran-el-34-del-total/