México DF.- En entrevista telefónica desde Oaxaca, Guillermo Quijas-Corzo (1982), director de la Editorial Almadía, comparte la bitácora y celebración por los primeros 5 años del proyecto literario: «Para continuar con la metáfora, en este panorama hay corrientes ocultas, tormentas, crisis, escasez de lectores, que conspiran para desviarnos de nuestros propósitos originales. Pero, un viaje […]
México DF.- En entrevista telefónica desde Oaxaca, Guillermo Quijas-Corzo (1982), director de la Editorial Almadía, comparte la bitácora y celebración por los primeros 5 años del proyecto literario: «Para continuar con la metáfora, en este panorama hay corrientes ocultas, tormentas, crisis, escasez de lectores, que conspiran para desviarnos de nuestros propósitos originales. Pero, un viaje tranquilo y rutinario no es un viaje en realidad. Toda aventura, y más aún la aventura de riesgo como la editorial, tiene un alto componente de desventajas y peligros que nos invitan a crecer, a afinar nuestros instrumentos de viaje, a fortalecernos frente a las desventuras del paisaje»
Almadía navega entre las colecciones: Mar Abierto (narrativa contemporánea), Estuario (ensayo), Pleamar (poesía), Los Gavieros (periodismo literario), Archipiélago (antologías), Revolcadero y Barracuda (literatura para jóvenes). Margo Glantz, Tedi López Mills, Lolita Bosch, Aura Estrada, Samanta Schweblin, Sergio Pitol, Juan Villoro, Mario Bellatin, Rodrigo Rey Rosa, Guillermo Fadanelli, Jorge Volpi, Julio Scherer, Francisco Rebolledo, Alberto Chimal, Heriberto Yépez, Marcelo Uribe, Leonardo da Jandra, Francisco Hernández, Hugo Hiriart y Francisco Hinojosa, son algunos autores que hicieron la travesía durante el primer lustro, y desde el navío se vislumbran las próximas traducciones de Mia Couto, Rivka Galchen y Jean-Marie Gustave Le Clézio.
Abrirse paso en un inmenso mercado como el de México no fue fácil, en exclusiva con Clarín.cl Guillermo Quijas-Corzo declara: «El tema de los agentes literarios siempre es difícil, pues como sabemos prefieren vender los derechos por un monto grande a una sola editorial, generalmente española. Pero es cuestión de ser persistente, serio y claro con lo que puedes conseguir. Generalmente se abrirán las puertas y si el libro camina como es el caso, te tomarán en serio. Hoy en día tenemos contacto con algunas de las agencias literarias más importantes y las cosas van caminando bien». En 2008 la editorial española Anagrama reimprimió un libro de Almadía: Los culpables, escrito por Juan Villoro (2007) y seguramente el Fondo de Cultura Económica hará lo propio al compilar las Obras Completas de Margo Glantz y Sergio Pitol.
MC.- El diseño de las portadas de Almadía es una distinción, un reflejo de la creatividad oaxaqueña, cuéntanos acerca de las reuniones previas al lanzamiento de 2005, ¿cómo surge el concepto editorial?, ¿quién diseñó las primeras tapas y la tipografía del símbolo Almadía?
GQ.- La editorial surgió en el 2005 a partir de una librería que fundó mi abuelo hace 60 años. Él también editó muchos libros, en su mayoría con temas de geografía, historia, leyendas del Estado de Oaxaca y los vendía sólo en su librería. Cuando llegué a trabajar hace casi 9 años, una de las primeras ideas que tuve fue seguir con ese trabajo, paralelo a la librería, pero con un perfil más específico. Me decidí por la literatura por un gusto personal. Y fue hasta que conocí a Leonardo da Jandra -en el 2004- cuando empezamos a gestar el proyecto de una forma más seria y en el 2005 la lanzamos.
La editorial ha tenido dos etapas. Al arrancar en 2005 los libros eran más «comunes» y sacamos alrededor de 20 libros en ese formato más tradicional. Las portadas las hacíamos nosotros mismos. A principios de 2008 se dio una reestructura ya más grande. Pensamos en mejorar la distribución dado que los libros se estaban vendiendo bien y estaban llamando la atención, en mejorar el catálogo con apuestas muy sólidas y en hacer que con el diseño fueran los libros más llamativos en las librerías. Así invitamos a Alejandro Magallanes, para que nos hiciera una propuesta. Lo único que le dijimos fue justo lo que te acabo de decir, un mes después llegó con la propuesta tal y como se conoce actualmente y nos encantó. Desde ese entonces él se hace cargo de todos los diseños de la Editorial Almadía y también de la librería.
MC.- Cumplieron 5 años y la fiesta de Almadía coincidió con el Premio Villaurrutia para Tedi López Mills y el Premio Mazatlán para Francisco Hernández, ¿qué celebran ustedes en su papel de editores?
GQ.- Celebramos por supuesto a los autores. Porque su obra gana prestigio, se difunde y se vende más. Nosotros como editores somos el medio para hacer llegar los libros a los lectores. Pero esos premios siempre ayudan.
MC.- ¿Cómo funciona el comité editorial?, ¿cada colección tiene a un editor responsable o los dictaminadores son multifacéticos?
GQ.- Tenemos un equipo literario interno y algunos lectores externos a quienes les pedimos dictámenes que se discuten en reuniones periódicas, en donde se decide qué se publica y qué no, tomando en cuanta en principio la calidad literaria del libro desde nuestro punto de vista. Existe sin embargo una persona especializada en narrativa, otra en poesía y otra en ensayo.
MC.- Comenzaron la internacionalización de Almadía, distribuyendo sus libros en Puerto Rico y en dos países de Sudamérica; también incorporaron autores como Le Clézio, Ollé-Laprune, Gonçalo M. Tavares, Ondjaki, Lolita Bosch, etcétera. ¿Qué pasos dará Almadía para traer más escritores a México y lograr una mejor distribución en el continente?
GQ.- Este año publicaremos a Mia Couto, de Mozambique; a Rivka Galchen, de Estados Unidos; al francés Jean-Marie Gustave Le Clézio nuevamente con un libro de cuentos. Ya publicamos a una escritora argentina, Samanta Schweblin. Además para los siguientes años tenemos ya varias propuestas de autores extranjeros. La idea es que entre un 30% y un 40% de nuestro catálogo sean traducciones. El tema de la distribución es una labor de día a día, para contactar cada vez más libreros y distribuidores que se interesen por nuestro fondo editorial y podamos tener una presencia a nivel continente. Los libros ya están siendo distribuidos también en Colombia y en la Argentina, además de Estados Unidos.
MC.- El cofundador de la Editorial RM, Ramón Reverté, me dijo: «Rulfo nos ha dado credibilidad»; ¿ustedes tienen algún autor que les abra las puertas en los mercados editoriales de Latinoamérica y Europa?, ¿cómo han lidiado con los implacables agentes literarios en la FIL de Frankfurt?
GQ.- Juan Villoro ha sido un autor muy importante para nosotros, en este y otros sentidos. Sergio Pitol, Rodrigo Rey Rosa y Guillermo Fadanelli también.
El tema de los agentes literarios siempre es difícil, pues como sabemos prefieren vender los derechos por un monto grande a una sola editorial, generalmente española. Pero es cuestión de ser persistente, serio y claro con lo que puedes conseguir. Generalmente se abrirán las puertas y si el libro camina como es el caso, te tomarán en serio. Hoy en día tenemos contacto con algunas de las agencias literarias más importantes y las cosas van caminando bien. MC.- He visto en su catálogo libros que difícilmente se consiguen, ya sea porque fueron publicados en el extranjero (Llamadas de Ámsterdam/Juan Villoro) o porque están descontinuados (La Ministra/Francisco Rebolledo), ¿qué porcentaje destinan a la publicación de libros no-inéditos? GQ.- No tenemos establecido un porcentaje como tal. El libro puede haber sido publicado antes, pero si nos gusta le apostamos con todo.
MC.- El editor Marcelo Uribe publicó con ustedes los poemas de Última función (2008), ¿con quién les gustaría coeditar?
GQ.- No hemos hecho muchas coediciones, ni siquiera llegamos a diez. Pero estamos abiertos a hacerlo.
MC.- En entrevista, Juan Villoro me dijo: «el buen periodismo es literatura escrita bajo presión», ¿por qué Almadía le apuesta al periodismo literario dentro de su catálogo?, ¿qué títulos editarán próximamente con Los Gavieros? GQ.- Creemos que el periodismo literario es un género al que no se le ha dado mucha importancia y que sin embargo la tiene. Es una apuesta también por un gusto particular. El siguiente libro en la colección Los Gavieros son unas crónicas del DF, titulado, D.F. Confidencial de J.M. Servín.
MC.- Las editoriales trasnacionales prácticamente no publican poesía, ustedes le brindan doble espacio: en la colección infantil y en la colección Pleamar, si el significado de su editorial es «embarcación de madera para atravesar un río», ¿qué metáfora cumple la «marea alta» para evitar un naufragio en Almadía?
GQ.- Entendiendo a la edición como una actividad que busca traficar con el conocimiento y la imaginación, y al editor como el personaje que busca definir un rumbo y un puerto para estos materiales, los retos a enfrentar no son pocos. Para continuar con la metáfora, en este panorama hay corrientes ocultas, tormentas, crisis, escasez de lectores, que conspiran para desviarnos de nuestros propósitos originales. Pero creo que este es el centro del asunto: un viaje tranquilo y rutinario no es un viaje en realidad. Toda aventura, y más aún la aventura de riesgo como la editorial, tiene un alto componente de desventajas y peligros que nos invitan a crecer, a afinar nuestros instrumentos de viaje, a fortalecernos frente a las desventuras del paisaje.
MC.- Finalmente, ¿qué repercusión ha tenido para la comunidad oaxaqueña los 5 años de Almadía?, ¿cómo interactúa la editorial con sus lectores oaxaqueños?
GQ.- Almadía es parte de un proyecto más grande. Tenemos, como ya te comentaba, una librería que fundó mi abuelo hace 60 años y organizamos la Feria del Libro de Oaxaca en donde hay más de 100 actividades culturales durante una semana, y que ha sido visitada por más de 400 escritores en 5 años. Entre ellos Paul Auter, Siri Hustvedt, Frank Goldman, Jon Lee Anderson y los más destacados autores mexicanos.
Tenemos durante el año una o dos actividades por mes, además. Ya sean talleres para escritores o presentaciones de Almadía. Además organizamos pequeñas ferias foráneas en el interior del Estado. Eso ha hecho que exista en Oaxaca una relación muy directa y muy provechosa con toda la sociedad, en los lugares públicos, en las instituciones educativas y centros culturales.
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