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Juan Diego Botto presenta en Valencia junto a la actriz Astrid Jones la obra de teatro "Un trozo invisible de este mundo"

«El encierro de personas que carecen de papeles es inmoral e injusto. La mera existencia de los CIE no tiene sentido»

Fuentes: Rebelión

Campaña por el cierre de los CIE

El encierro de personas que carecen de papeles en centros de internamiento es «inmoral e injusto», ha asegurado esta mañana el actor Juan Diego Botto en una rueda de prensa convocada por la Campaña por el Cierre de los Centros de Internamiento para Extranjeros. Botto y la actriz Astrid Jones presentaron la obra de teatro «Un trozo invisible de este mundo», que se está representando en Valencia, y reclamaron el cierre de los CIE porque «la mera existencia de esos lugares no tiene sentido».

El origen de la obra, escrita e interpretada por Botto, se sitúa en dos experiencias personales del autor con el común denominador del sufrimiento humano. Por una parte, el inicio del juicio a los responsables de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en Argentina por los miles de desaparecidos, entre ellos el propio padre de Botto. Y, por otro, la muerte de la congoleña Samba Martine en el CIE de Aluche (Madrid) en 2011, a cuyo funeral asistió Botto. Samba falleció en un hospital seis horas después de ser trasladada desde el CIE; diez veces había acudido al servició médico del centro durante el mes que estuvo encerrada, pero en una sola ocasión contó con intérprete y el personal sanitario no consideró que debía hospitalizarla hasta el día de su muerte. Además, las autoridades sabían que padecía una grave enfermedad cuando la trasladaron desde Melilla, pero, al parecer, no informaron a la dirección de Aluche. «En el funeral, su madre se aferraba al féretro y decidía `yo que te traje al mundo no te puedo abrazar´. Aquello fue profundamente doloroso para los que lo vivimos y decidí mezclar el exilio y la inmigración en lo que estaba escribiendo», dijo Botto.

La obra no sólo rechaza la existencia de los CIE sino que cuestiona «cosas que nos parecen normales, como el hecho de los papeles. Nos parece asumible y normal que los seres humanos deban tener un papel, pero ¿Por qué un ser humano ha de tener un papel que lo acredite como aceptable y otros seres humanos no son aceptables? Del mismo modo que la tierra, uno por nacer aquí no es poseedor de esta tierra, eso no le debe dotar de más derechos que a otro que nace en otro lugar. Y por eso que una persona deba ser encerrada para tenerla localizada para ser expulsada no es una justificación suficiente», manifestó el actor. Además, Botto criticó la ambigüedad de la normativa interna de los CIE que permite «una enorme arbitariedad al director de cada centro» y que las personas internas «tienen menos derechos que los presos que están en cárceles. Por eso, no deberían existir ni en España ni en ningún otro país».

Astrid Jones cuestionó que la sóla existencia de los CIE condiciona la imagen de los imigrantes, «el hecho de que se crea que un centro así es necesario en un país ya dice mucho de cómo se va a recibir a las personas que vengan. Esto ayuda a que no se plantee el origen del tema, por qué la gente viene, en qué situación están, Por el contrario, se creen que los extranjeros les quitan el trabajo». La actriz, que representa en la obra a una interna de Aluche, aseguró que algunos de sus familiares de origen guineano «han sufrido situaciones parecidas a las que se cuentan en la obra».

Juan Diego Botto aseguró que la obra está teniendo una gran aceptación, no sólo entre los sectores de la población más sensibles a los problemas de la inmigración sino entre el público en general, «poco a poco la gente se da cuenta de que lo que se explica en la obra sucede en la realidad. Conforme nos afectan mentiras como que no se va a tocar la sanidad o las pensiones y luego lo hacen, provoca que también nos cuestionemos todo lo demás».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.