El jueves pasado, Laurelai Bailey estaba en su casa cuando llamaron a la puerta. Cuando fue a abrir, se encontró con ocho agentes del FBI, cada uno de ellos con una orden judicial en la mano. Estuvieron por la casa durante cinco horas, preguntándole a Bailey por su relación con un grupo cercano a […]
El jueves pasado, Laurelai Bailey estaba en su casa cuando llamaron a la puerta. Cuando fue a abrir, se encontró con ocho agentes del FBI, cada uno de ellos con una orden judicial en la mano.
Estuvieron por la casa durante cinco horas, preguntándole a Bailey por su relación con un grupo cercano a Anonymous que luego se escindieron y crearon LulzSec para luego lanzar ataques de denegación de servicio contra el mismo FBI , la CIA y algunos de sus contratistas.
Bailey dice que les contó todo… pero no se trata de ninguna confesión. De hecho, los mismos agentes podrían haberlo descubierto si lo hubieran buscado en Google. Luego le pidieron que se infiltrara en el grupo…
Lo que no sabían es que la señorita Bailey se lleva bastante mal con los chicos de LulzSec, ya que publicó algunos de los registros de chat en respuesta una serie de acosos por parte del grupo hacia algunos de sus amigos… Así que el FBI requisó un par de discos duros, una cámara de fotos y alguna que otra cosa más.
Al parecer, los agentes estaban bastante interesados en Kayla, quien se cree que podría ser una chica de 16 años… aunque los rumores dicen que podría ser un chaval de 20 residente en New Jersey… pero otros aseguran que es una residente Taiwanesa… y un último rumor dice que es una marioneta, un nickname usado por diferentes personas…
A Bailey, el FBI llegó por causa de su relación con Crowdleaks, otra especie de escisión, por decirlo de alguna manera, pero esta vez de Wikileaks. Bailey estuvo presente en los chats, como representante de Crowdleaks, en los días previos al ataque a HBGary, una empresa californiana dedicada a la seguridad.
Pero lo peor de todo no es que el FBI se llevara un par de discos duros, si no que tras comentar el tema en algún chat, alguien lo volvió a filtrar. En el documento, se dio el nombre real y los datos de contacto de Bailey, dando a entender que era un miembro de LulzSec y que había traicionado al grupo, lo que le ha valido un despido fulminante de su trabajo.
Me despidieron porque daba mala imagen a la empresa.
Y con éste, tenemos otro ejemplo de la ineficacia de los agentes, gobiernos y estados, que no solamente lanzan investigaciones super-espectaculares destinadas a crear titulares de traca y pandereta, si no que no les importa que luego, tras equivocarse una y otra vez, sus acciones puedan acabar con gente en el paro.
Vía Gawker