Ya no hay fronteras entre derechas e izquierdas, no sé siquiera si hay pensamiento de izquierdas y de derechas. Todo es transversal. Uno que pasa por progre puede decir tantos disparates como uno que se declara liberal. Ocho años vienen los nazis actuando como tales en el territorio de Donbass en Ucrania. Ya hemos perdido la cuenta de los años de guerra en Siria y de los continuos bombardeos a Palestina a cargo de Israel. Un spot publicitario sale ahora cada dos por tres en una televisión, con el costo que conlleva, pidiendo dinero para “la infancia de Ucrania”. No he visto hasta ahora ni un spot parecido en favor de la infancia siria y la infancia palestina, ni un llamamiento a la paz. El spot televisivo y la mentalidad de ese medio televisivo, de sus dueños y de sus periodistas es de tal modo sesgado y partidista que conecta con el nauseabundo gobierno español que, como ese repelente niño de la clase que quiere sobresalir a toda costa haciendo mamarrachadas, envía armas a Ucrania en lugar de hacer todo lo posible por contribuir y favorecer un alto el fuego.
No reconozco actitud ninguna en periodistas y políticos que me parezca simplemente razonable. La gente que antes se decía de derechas, en ciertas materias, como esta guerra, piensa o se manifiesta más de acuerdo con la sensatez que gente precedida de la vitola de “progre” que por eso mismo resulta más vomitiva y repelente. Todo el mundo conoce la versión del bando EEUU-OTAN-(España). Quienes abominamos de esa pandilla de desalmados conocemos las razones profundas, no superficiales, de esta invasión. Y al conocer esas razones a través de conductos no oficiales que los otros hacen opacos resultan todavía más convincentes.
Rusia es también Europa. Llevamos 45 años de una farsa democrática, pero al fin una democracia, aunque sea de pacotilla, y de Rusia se ha corrido siempre un tupido velo sobre su arte, sus escritores, su música, su cine. Las proyecciones yanquis acaparan una escandalosa cuota de pantalla. Nada se ha querido recibir y saber de la cultura rusa de la modernidad. Ahora, a partir de ese aislamiento de Rusia a que nos han sometido los dos partidos del bipartidismo español, tienen el terreno trillado esos imbéciles para intentar convencernos de que Rusia es enemiga de Occidente. El coqueteo del gobierno español con EEUU a través de la OTAN o directamente, es asqueroso desde el punto de vista de un socialista, de un humanista, de un ciudadano o ciudadana cabales. Me refiero a tantas y a tantos que piensan sin dejarse influir ni manipular por tantos bandidos de la política. Bandidaje que comparten por igual derechas e izquierdas desde que acabó el franquismo que ahora quiere una parte de españoles revivir. Y paradójicamente quienes dicen representar la izquierda política, el socialismo, una imitación grotesca de esa ideología, acaban siendo los traidores y más perniciosos bandidos y enemigos del pueblo si creemos al Einstein que decía que la culpa de los males del mundo no es tanto de quienes los cometen como de quienes les consienten. Pues bien, a los otros ya los conocemos, franquistas redomados en dos versiones, una light y otra extrema, y en cierto modo nos podemos precaver. Pero estos otros, los y las impostores socialistas, son los que vienen consintiendo justo hace 45 años.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.