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El futuro es solidario

Fuentes: Rebelión

(Extractos de ‘Historia del Descubrimiento del Planeta Espejo’, 2096, 2096)

Los siguientes extractos de la crónica escrita en 2096 por el filósofo danés 2096, nos hablan de un futuro esperanzador en el que la solidaridad parece por fin imponerse entre el género humano. La lectura del artículo es muy recomendable en escuelas de primaria con el objetivo de que los niños no empiecen a consumir ansiolíticos a edades tan tempranas, aturdidos por el anuncio de un futuro de competitividad extrema. Asimismo es muy recomendable la lectura del presente artículo entre los adultos desencantados con la especie humana que piensan que el futuro de la Humanidad es aún si cabe peor que el presente.

«Cuando la sonda Sat34 descubrió el planeta Espejo, justo detrás de Saturno, yo tenía 3 años y estaba ayudando a mi padre con la configuración del nuevo software del terminal de mi novia, 2097-e. Recuerdo que mamá nos llamó para que viéramos el descubrimiento por la hologramotele del salón. Resultaba inverosímil: un planeta nuevo en el Sistema Solar del que jamás habíamos oído hablar, y además del tamaño y características de la Tierra. Enseguida nos enteramos de que el planeta Espejo había estado siempre oculto detrás de Saturno porque seguía una órbita similar a la de este astro, de tal manera que Saturno siempre nos lo había eclipsado. Mi padre nos dijo que aquello era un montaje, que no podía descubrirse en el Sistema Solar un planeta nuevo en pleno 2025. Mamá y yo le dimos la razón para que se callase. Pero no se calló: le pidió a mamá una linterna para inspeccionar el jardín. Luego mamá cambió de canal y vimos que lo demás seguía igual: hambre y sida en África, el conflicto palestino-israelí, los ahogados de las pateras en el estrecho».

«La mayor sorpresa no fue el descubrimiento en sí del planeta Espejo, sino descubrir en las primeras fotografías de su superficie montañas, ríos, desiertos y mares. Mayor sorpresa aún supuso descubrir en una mayor ampliación de las fotografías ciudades muy similares a las terrestres, con rascacielos, puentes, estadios deportivos y jardines. Sin embargo la sorpresa mayúscula fue descubrir en una de las fotografías más ampliadas a una pareja de hombres que por su indumentaria y fisonomía parecían sin lugar a dudas Testigos de Jehová. Si bien ante aquellas imágenes no podía aún hablarse de vida inteligente en el planeta Espejo, pronto se descubrieron fotografías en las que aparecían chimpancés que utilizaban un tronco para pasar de un lado a otro del arroyo de un zoológico. Los científicos en la Tierra empezaron entonces a hablar del primer hallazgo de inteligencia fuera de nuestro planeta».

«Cuando enviamos una nave tripulada a Espejo comprendimos que aquel era un planeta con unos problemas muy similares a los de la Tierra. Nuestro equipo de enviados relató todo tipo de injusticias y desigualdades producidas en aquel astro. Hablaron de guerras, de hambre, como en la Tierra, y los terrícolas nos sentimos infinitamente tristes. Los gobiernos de los países más ricos de nuestro planeta se reunieron para debatir la situación de Espejo. No podía tolerarse tanto odio e injusticia en un planeta del Sistema Solar, concluyeron las máximas auroridades mundiales, era necesario intervenir».

«El G-8, con la supervisión de la ONU, enumeró en una lista los problemas más graves de Espejo para tratar de solucionarlos. En la lista se hablaba del problema palestino de Espejo como uno de los más preocupantes. Se tomó la firme resolución de enviar tropas de la ONU al planeta para que protegiesen al pueblo palestino de los ataques israelíes mientras se estudiaba alguna solución estable que diese fin al conflicto. Otro de los problemas de Espejo sucedía en una región parecida a la del Estrecho de Gibraltar en la Tierra: cada año, miles de desheredados de una de las zonas más pobres de Espejo trataban de cruzarlo con la esperanza de encontrar al otro lado de la costa un lugar próspero donde poder saciar el hambre y gozar de mayor calidad de vida. La decisión de la Tierra, con el beneplácito del gobierno español, fue la de acoger en España a todos aquellos inmigrantes de Espejo que viviesen en condiciones deplorables. Con el apoyo del pueblo español a estos ‘nuevos hermanos’ -así se les llamó-, todos los países desarrollados de la Tierra imitaron la iniciativa, eliminando fronteras y aranceles con el Planeta Espejo. A partir de aquella histórica resolución, cualquier habitante de Espejo podía viajar y establecerse con total libertad en cualquier país opulento de la Tierra. Sin embargo, en vista de que gran parte de los países de Espejo eran subdesarrollados, de manera parecida a la Tierra, la ONU, con ayuda del G-8, llevó a cabo un plan exhaustivo de desarrollo para aquellas zonas pobres de Espejo, inyectando grandes capitales para la reconstrucción de los países más necesitados».

«Klaus Möller, primer ministro alemán (2023-2031), declaraba en televisión: ‘No podíamos mantenernos al margen viendo tanto dolor en Espejo: hambre, conflictos armados, sida. Quedarnos de brazos cruzados hubiese sido un asesinato'».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.