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Sobre el cristal

El hombre bicentenario, o de cómo las ideas vuelven al futuro

Fuentes: Rebelión

España le saca los ojos del entendimiento a los americanos para tenerlos mas sujetos»   Francisco de Miranda (1790) El rotulo de esta comunicación se asocia con dos enlatados del género de ficción producidos por la maquila cinematográfica sustentada en Hollywood, no obstante, el hecho de que las ideas y planteamientos de hace 200 años, […]

España le saca los ojos del entendimiento a los americanos para tenerlos mas sujetos»

 

Francisco de Miranda (1790)

El rotulo de esta comunicación se asocia con dos enlatados del género de ficción producidos por la maquila cinematográfica sustentada en Hollywood, no obstante, el hecho de que las ideas y planteamientos de hace 200 años, liberadoras a la larga del fenómeno independentista de los territorios ocupados por Castilla, vuelvan, se discutan y se desarrollen en la actualidad, no significan para nosotros ninguna ficción.

Si estas ideas se hacen presentes y tangibles al mundo de hoy, es porque cumplen con el objetivo de materializar lo latente durante mucho tiempo, en el imaginario de los colectivos anónimos, aquellos determinantes, en ultima instancia, de los procesos sociales de emancipación, expresados éstos a través de variopintas formas de insumisión: contestas, protestas, proclamas, alzamientos, sublevaciones o guerras, pero sobre todo, mucho dolor y sangre. Desde luego estamos hablando de la representación definitiva y permanente de toda acción extintiva del sometimiento y dominación del hombre por hombre, de nación por nación, o de la sociedad en su conjunto por cualquier Corporación de la naturaleza o latitud que fuere, desde el inhumano esclavismo hasta el consumismo MC Donald; es abrir los ojos al entendimiento para no estar sujetos a ninguna fuerza que no responda a nuestra propia voluntad. Ya lo sentenció ese incuestionable militante de las letras y las ideas latinoamericanas: «Que ningún ser humano tenga derecho a mirar desde arriba a otro a no ser que sea para ayudarlo a levantarse» (Gabriel García Márquez.).

Bajo esta concepción el hombre de hace 200 años contrapuso la idea del Derecho de Gentes sobre la prerrogativa del Imperium Mundi:»Roma caput mundi regit orbis Frena rotundi«1, racionalizando la «conciencia del hecho colonial, entendido éste, ya no como limitación de derechos particulares, sino como negación de todos aquellos derechos esenciales que en tanto seres humanos tienen los americanos»2, es así como se invoca «el derecho inalienable a la libertad y a la autonomía y, en consecuencia, el derecho a combatir por todos los medios a su alcance a quien quiera mantenerlo en un estado de opresión y tiranía»3, para superar la «negación del ser americano» del cual era sujeto por derecho divino (crematístico diríamos).

Estos hombres «todos ellos por cierto, tienen derecho a declararnos la guerra, no solamente la defensiva y recuperativa [reafirmativa] de la libertad, dominios y bienes, sino también la vindicativa de injurias y daños recibidos», esta lapidaría frase constituye un elemento de prueba inequívoca de los excesos y abusos cometidos por la «autoridad colonial» hacia la población natural, denunciados audazmente «con eco profundo en la península» por un español confeso y confesional: Fray Bartolomé De Las Casas.4

La contemporaneidad de estas reflexiones está concatenada con cosas dichas, pero poco ahondadas; la idea de LIBERTAD es emprendida bajo tres fundamentos inherentes al hombre, sea Bicentenario o no. UNO: El hecho telúrico5, su condición de haber nacido en estos territorios, ocupados ilegalmente, le da el derecho imprescriptible a DOS: poseerlos y en derivación TRES: darse un gobierno conveniente, autónomo e independiente. De esta manera el hombre Bicentenario tiene suficientes elementos para revelarse atendiendo a «un espíritu emancipador universal, radicado en la condición libre de la razón humana»6

Todo esto, esta presente, desarrollado y expresado en el pensamiento del General Miranda7, tal como lo sintetiza Pompeyo Ramis:

«1. América tiene derecho a repeler la dominación de los españoles, no sólo por el hecho de ser una dominación -lo que de sí mismo ya es bastante injusticia- , sino también por su carácter «arbitrario y tiránico».

2. En consecuencia, y puesto que ningún pueblo puede subsistir sin gobierno, América tiene el subsiguiente derecho de formarse uno propio, «libre, sabio y reemplazable», que responda a las necesidades de cada uno de sus Estados.

3. Con el rechazo de la tiranía y la instauración de un nuevo gobierno, no se hace afrenta alguna a los Reyes de España, pues ellos no están asistidos ni por derechos de conquista ni de donación papal, pues éstos no son títulos legítimos de ocupación de los territorios americanos»8

En todo caso es oportuno recalcar que las ideas emancipatorias no son de un todo Bicentenarias, como ya dijimos yacen en la mente de los colectivos humanos desde temporalidades pretéritas a modo de «razón universal», viajan en el espacio, buscando permanentemente un canal de expresión para hacerse aquí y ahora; el hombre como «el mundo tiene, desde hace largo tiempo, el sueño de una cosa, de la que solo hace falta que posea la conciencia para poseerla realmente».9

«Viva tan solo el Pueblo

El Pueblo Soberano

Mueran los opresores

Mueran su Partidarios»10

«Ya va a venir el día»11…. ¡Carajo!

Es Autentico.

Notas:

1 «Roma cabeza del mundo tiene las riendas de la Tierra redonda». Así, su Excelentísimo el Papa Alejandro VI por delegación, faculta a los Reyes Católicos en la cabeza de su Majestad Don Fernando V para «sacarnos los ojos del entendimiento» y mantenernos sujetos a un sistema desnaturalizador de la condición humana.

2 Bohórquez, Carmen.(2006) Bitácora de un visionario de Nuestra América. Discurso de Orden en la Sesión Especial de la Asamblea Nacional del día 12 de marzo, con motivo del Bicentenario de la Bandera Nacional. Caracas. Gobierno Bolivariano de Venezuela. p. 29.

3 Ibidem. p. 31

4 Antes, en 1510 Fray Antonio De Montesinos también incriminó a España por la crueldad usada contra los naturales.

5 En el General Miranda por ejemplo siempre esta presente el principio del IUS SOLIS, según el cual todos los nacidos en América poseen de hecho los mismos derechos mas allá de cualquier consideración relacionada con las características somáticas corporales de los individuos o su extracción social.

6 Ramis Pompeyo. (1984) La Razón Filosófica-Jurídica de la Independencia. Caracas. Academia Nacional de La Historia. p. 11

7 Hombre Bicentenario por excelencia.

8 Ramis… pp. 78-79.

9 Marx: Carta a Ruge, 1843.

10 Coro de Canción Americana (1797-1811) Música: Lino Gallardo; Letra: Juan Bautista Picornell

11 Vallejo, Cesar. Poema «Los Desgraciados».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.