Tres objeciones a Granma
El domingo 12 de julio se conmemoró el 205 aniversario del nacimiento de la Madre de la Patria Mariana Grajales Cuello (1815-1893). El espectro informativo y noticioso cubano de los pasados 10-11-12 y 13 de julio, estuvo señalado por el reconocimiento a Mariana de la condición y título de Madre de la Patria.
Entre los órganos nacionales es de destacar una bella crónica publicada en Juventud Rebelde, y la respetuosa cobertura del Noticiero de la Televisión Nacional, la primera de la autoría de Odalis Riquenes Cutiño, y la segundo de Anolvis Fernando Cuscó Tarradell, ambos, jóvenes periodistas santiagueros. En el sistema de la radio cubana, desde las emisoras nacionales hasta las locales, siempre se le ha dado a la Madre de la Patria una sistemática atención informativa y creativa, y ahora se hizo más y mejor. En La Habana la prensa y la televisión provincial volvieron a llevarles a los capitalinos, los actos, que en condiciones de Covid-19 han sido realizados en representación reducida. Una mirada a la red, nos confirma que lo ocurrido en la capital, estuvo multiplicado en la mayoría de los territorios del país. La Agencia Cubana de Noticias y la Agencia Prensa Latina, multiplicaron esa cobertura hacían dentro y el exterior del país.
El periódico Granma no acompañó el concierto de honor a la condición y título de la Madre de la Patria para Mariana Grajales Cuello, que realizó la prensa cubana. Coincidieron con Granma el periódico Trabajadores, el periódico matancero Girón, y quizás algún otro órgano que no hayamos podido censar. Trabajadores y Girón, utilizan imágenes literarias en lugar del título de Madre de la Patria, pero no lo cuestionan. Granma en su edición del día 13, coincide en silenciar la condición y el título de Madre de la Patria en la primera página. Y en artículo de su página tres, en el penúltimo párrafo, reconoce la condición y el título de Madre de la Patria en Mariana, para de inmediato distanciarse del mismo, y minimizarlo.
Granma es NUESTRO periódico. Un periódico de la Revolución Cubana, siempre veraz, consistente, solidario. Por Granma se orienta la militancia y el pueblo revolucionario. En Granma se lee y conoce a Cuba en el mundo. Un enfoque de desacierto, un error en Granma, lo sentimos hondo, lo tenemos que rectificar, y sobre todo sanar en las circunstancias que lo propiciaron.
La cobertura de Granma a la efeméride del nacimiento de la Madre de la Patria Mariana Grajales Cuello, se resintió en tres órdenes.
Un primer orden de esencia
Un primer orden es de esencia. En el artículo “Mariana Grajales: decoro y grandeza”, firmado por Eduardo Palomares Calderón, se citan criterios sobre Mariana -que compartimos-, aportados por la doctora en Ciencias Históricas Damaris Amparo Torres Elers, profesora titular de la Universidad de Oriente, una destacada biógrafa de la heroína. Pero la sabiduría de la profesora santiaguera, es mal conducida en el texto que se ofrece. Se nos presenta una suerte de entrevista-crónica, que nos resulta árida en lo formal, y propensa a confundir en lo que a la condición y título de Madre de la Patria se trata.
El texto que se publica, hace una conjunción de citas de lo dicho por la profesora, preguntas que presumiblemente le fueron formuladas a la entrevistada, y afirmaciones del autor. Sobre el tema de Madre de la Patria es el propio periodista el que transmite sus consideraciones. Luego de enumerar méritos, todos significativos, pero insuficientes para sustentar la designación de Madre de la Patria, no afirma, pregunta, cito: ¿Son esas las tantas razones que merecidamente hoy hacen llamarla Madre de la patria?
La oportunidad de que una especialista como la doctora Torres Elers, se pronuncie sobre el tema de la Madre de la Patria es desaprovechada. Y quitándole la palabra a la entrevistada, el periodista concluye de su cosecha: “Llámese la madre de los Maceo, llámese la madre de todos los cubanos, llámese la madre de la patria, son al final esos epítetos que, en reconocimiento, el pueblo le ha otorgado y que ella se merece”. Rebajar la institución de la Madre de la Patria, hacerla equivalente con denominaciones adjetivas, confunde y equivoca.
No puede ser un actuar certero el eludir primero y confundir después. Muy poca valía tienen los elogios, las bellas imágenes literarias, y los discursos patrióticos, cuando se concitan silencios, se acude a argumentos incompletos y a confusiones semánticas.
Un segundo orden: Desacierto en la información
Bien sabemos que cuando se tuerce el camino, los errores crecen. Un segundo orden de desacierto está en la información que se brida. La nota de prensa “Mariana en el corazón de Cuba”, en la primera página del periódico, con la misma firma de autoría ya mencionada, afirma que la Comisión Aponte, la Comisión de Cultura, Género y Equidad de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), cito: “encabezó el acto conmemorativo en La Habana”.
La Comisión Aponte lleva muchos años acudiendo al parque Mariana Grajales del Vedado capitalino todos los 12 de julio, esta Comisión junto con la dirección de la UNEAC fue pionera en la batalla histórico-cultural, política e ideológica a favor de Mariana Grajales Cuello como Madre de la Patria, y estimula saber que esta tradición patriótica, crece en nuestra UNEAC. Bien por la continuidad. Pero la afirmación que se hace desconoce que el acto propiamente capitalino, lo encabezó en el mismo día y lugar, la Federación de Mujeres Cubanas, en un bello inicio de mañana.
Dadas las condiciones actuales, participaron en la conmemoración habanera, los representantes del Partido y Gobierno, y los dirigentes de las organizaciones políticas y sociales, y también los vecinos, porque el acto fue tan hermosamente sencillo y sentido, que desde sus casas lo siguieron, y no pocos transeúntes pararon su andar para disfrutar tan patriótico acontecer.
El homenaje comenzó puntualmente a las 8:30 am y acabó a las 9:00 am. Algo más de una hora después, la corona y los sentimientos tributados frente al monumento a Mariana, se multiplicaron con la ofrenda floral y el verbo de amor patrio de los compañeros y compañeras de la UNEAC. Evidentemente el periodista de Granma se quedó dormido –física y/o informativamente-, no indagó bien, y luego desinforma y silencia el respeto que a la Madre de la Patria Mariana Grajales Cuello –en condición y título, en flores, discurso, mente y corazón-, tributaron los habaneros.
El orden de la representatividad
Un tercer orden es de representatividad. Mariana, los Maceo, son primero un patrimonio santiaguero, y por serlo, de toda la nación. La noticia de la Ciudad Héroe, el altar de Patria que es Santa Ifigenia, sin dudas tienen la primicia en la cobertura de las efemérides de la familia Maceo-Grajales. Se sabe que La Habana como capital de todos los cubanos y cubanas –hoy incluso, dirigida por orientales-, constituye siempre un interés noticioso. Pero Cuba no es La Habana, y si de coberturas de acontecimientos nacionales se trata, la noticia debe mostrar nuestra amplitud, diversidad y unidad como país.
Con nuestros modestos recursos comunicacionales, conocemos de 21 actos y celebraciones realizados en la profundidad de nuestro territorio, aun en las condiciones de combate a la Covid-19: ¿De cuántos de estos actos y más, hubiera podido darnos noticia Granma, que cuenta con una red de corresponsalías, de corresponsales profesionales y activistas en todo el país?
Súmese solo lo qué hizo la FMC para honrar a Mariana Madre de la Patria, en cada provincia, municipio y delegación, lo que hicieron los trabajadores en las decenas de fábricas y talleres, en policlínicos y salas hospitalarias que llevan el nombre de Mariana, lo que hicieron los artistas, los trabajadores de la educación y estudiantes, que permanecen dándole vitalidad a escuelas y universidades, o incorporados a las tareas de enfrentamiento a la pandemia…
La proclamación de la Madre de la Patria
El 10 de octubre del 2017, la dirección de nuestro Partido y Estado, reconoció de hecho en un acto oficial la condición y el título de Mariana Grajales Cuello como Madre de la Patria. Los panteones del Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo (1819-1874) y de Mariana habían sido trasladados intactos a la plazoleta ceremonial del cementerio de Santa Ifigenia, en la que ya se encontraban también los sepulcros del Héroe Nacional José Martí Pérez (1853-1895) y del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz (1926-2016).
En la base de la tumba de Carlos Manuel de Céspedes se mantuvo el grabado original que le reconocía el título de Padre de la Patria. En la inmediatez de la tumba de Mariana se sumó al conjunto una preciosa escultura de la heroína de 4,60 metros, obra del reconocido escultor Alberto Lescay Merencio. Fundida con el bronce proveniente de casquillos de cañones de artillería de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, la pieza escultórica se ubica encima de un redondel con tierra traída especialmente desde la finca Majaguabo, en el municipio santiaguero de San Luis, donde se forjó la familia Maceo-Grajales, y la circunda un sendero de piedras de la localidad de Palmarito de Cauto, lugar de andanza del Mayor General Antonio y sus hermanos. La obra quedó emplazada a un costado de la tumba de Mariana. En la base de la escultura, se lee Madre de la Patria.
El General de Ejército Raúl Castro Ruz (1931), entonces Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de la República de Cuba y que continúa al frente de la Revolución como Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), fue el encargado de llevar la urna del Padre de la Patria hasta la nueva ubicación, y Teresa Amarelle Boué, Miembro del Comité Central del PCC y Secretaria General de la Federación de Mujeres Cubana (FMC), tuvo a su cargo el mismo honor con la urna de Mariana.
La proclamación por la Dirección de la Revolución de la Madre de la Patria en Santa Ifigenia fue de gran satisfacción popular. Mucho pueblo patriota se quedó esperando esa noticia en el 2015, año en que celebramos el Bicentenario del nacimiento de Mariana. Para la escuela republicana y los maestros y maestras, fue la concreción de un anhelo que nació en los tiempos fundacionales de inicios del siglo XX. Los compañeros y compañeras de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, herederos de las asociaciones de veteranos de la independencia, recibieron la decisión con un renovado júbilo. Ni qué decir de las compañeras de la FMC, las federadas, orgullosas de su historia y comprometidas ellas, que siempre se han sentido y actuado como Marianas. En La Habana la noticia fue una fiesta de ratificación histórica. Una semana después visité esas cunas de Patria que son las ciudades de Bayamo y Santiago de Cuba, y en nuestros compatriotas del oriente sentí mucho gozo y pasión revolucionaria por la designación.
El hecho en sí
Mariana recibió su tercer entierro, el 10 de octubre del 2017 con el honor del título de Madre de la Patria. En la edición de Granma correspondiente a la fecha, y en toda la cobertura de prensa realizada, se categorizó el hecho como, cito: “acto político y ceremonia militar de inhumación de los restos de Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales Cuello y del Castillo”.
Las disciplinas honoríficas, la Simbología, y específicamente la Falerística, permiten entender la naturaleza de los actos, las condecoraciones, los títulos y su trascendencia simbólica, pero más allá del dominio que tengamos de disciplinas como las mencionadas –que no son de trato frecuente entre nosotros-, el sentido común permite discernir que un Estado, cuando decide, planifica y realiza un acto de la seriedad, y el rango del que se organizó el citado 10 de octubre del 2017, y esculpe en la base de un monumento, al pie de una tumba, Madre de la Patria, se propone algo más que otorgar un adjetivo. Los Estados y gobiernos no hacen actos oficiales para competir en epítetos con la tradición y la Literatura. Los Estados y gobiernos confieren títulos, y con ello distinguen, honran y marcan un sentido de voluntad histórica.
De octubre del 2017 a la fecha el General de Ejército Raúl Castro, otros miembros de la Dirección de la Revolución, ministros, y dirigentes del Partido, han renovado cada año el homenaje a la Madre de la Patria, y miles de cubanos y cubanas han acudido al pie de las tumbas, y de la Madre ceiba de la estatua de Mariana, para rendirle su homenaje personal a la Madre de la Patria.
La condición y título de la Madre de la Patria Mariana Grajales Cuellos se ha asumido por los organismos de la administración central del Estado y el Gobierno. Si revisamos las páginas institucionales de los ministerios y organismos, encontraremos reiteradamente la mención a la Madre de la Patria. Destaca alrededor de este nuevo aniversario del nacimiento de Mariana, la acción en las redes del Ministerio de Educación Superior, en sus páginas, en menciones en facebook y twitter. Muy activa por su propia naturaleza, ha sido la acogida en el Ministerio de Relaciones Exteriores, y en las misiones de la república en el mundo. Hay páginas hermosas de reconocimiento como la de la Fiscalía General de la República…
Libertad y responsabilidad
La actuación de Granma frente a una decisión de la Dirección de la Revolución, descalifica a quienes nos critican vivir en una “dictadura” que “obliga” a la prensa a tener “un solo discurso”. El periódico del Comité Central del PCC, se da el derecho de tener una línea editorial que en lo que a Madre de la Patria se trata, toma distancia de lo que la dirección del Partido y el Estado cubanos han decidido y estimulado.
Que Granma minimice la condición de Madre de la Patria, y dos periódicos la silencien, también da noticia sobre la alineación mayoritaria de la prensa y de los informativos cubanos. Se ha coincidido con la postura del Estado y el Partido, por propio estudio, convicción y decisión editorial.
Las dos verdades anteriores presuponen un ejercicio de responsabilidad. La libertad de cualquier medio de prensa en el socialismo, pasa por el criterio socialista –no el liberal burgués- de la libertad. “Libertad, preciso Federico Engels (1820-1895), es “conocimiento de la necesidad”. “La libertad obliga a la prudencia”, a “los mutuos deberes al respeto”, nos enseñó el Héroe Nacional José Martí. El periódico Granma cumple este ejercicio de libertad, y bien lo hace a diario, pero es nuestro deber militante, criticar a los directivos de la publicación, cuando se apartan de tal obligación, que es en definitiva un principio ideológico, ético y político de obligado culto.
Una revisión a la prensa nacional y provincial, confirma que ha sido también unánime, la asunción de la Madre de la Patria, en las organizaciones de base y organismos de dirección del PCC, y de la Unión de Jóvenes Comunistas, por el movimiento obrero, en las organizaciones de masas, y en las asociaciones y colectivos del más diverso espectro cultural… Pero a esta realidad, Granma, con corresponsales en todo el país, no ha querido acceder. Y lo que la dirección del periódico no vea, es deber de la militancia hacérselo ver.
El 8 de julio de 1875, en Revista Universal, el Héroe Nacional José Martí nos dejó sus consideraciones con respecto al objeto de la prensa. De seguro que los compañeros y compañeras de Granma conocen estas consideraciones, se estudian en la carrera de periodismo, acompañan en las redacciones, y siempre fijan el hacer práctico y el horizonte. Las comparto, por lo que una y otra vez nos ayudan a ver:
“Toca a la prensa encaminar, explicar, enseñar, guiar, dirigir; tócale examinar los conflictos, no irritarlos con un juicio apasionado; no encarnizarlos con un alarde de adhesión tal vez extemporánea; tócale proponer soluciones, madurarlas hacerlas fáciles, someterlas a consulta y reformarlas según ella; tócale, en fin, establecer y fundamentar enseñanzas, si pretende que el país la respete, y que conforme a sus servicios y merecimientos, la proteja y la honre”.