Recomiendo:
0

El magnetismo de la Revolución Permanente

Fuentes: Rebelión

La isla del renacentista Tomás Moro es inalcanzable. Por fortuna vivimos en un mundo que no dejará de ser perfectible y los hombres somos las criaturas más inconformes bajo los rayos del sol. Pero la utopía seguirá siendo indispensable para modificar la realidad, y existirá sólo como motor impulsor de la justicia. Según José Ingenieros […]

La isla del renacentista Tomás Moro es inalcanzable. Por fortuna vivimos en un mundo que no dejará de ser perfectible y los hombres somos las criaturas más inconformes bajo los rayos del sol. Pero la utopía seguirá siendo indispensable para modificar la realidad, y existirá sólo como motor impulsor de la justicia. Según José Ingenieros es un resorte misterioso .Es además ascua sagrada, e incluso si pierdes este resorte te conviertes en pura bazofia humana. La humanidad necesita sobre todas las cosas crear sistemas de resortes que señalen aproximadamente la misma dirección para poder llegar a buen puerto.

El símil que encuentro más elemental es el magnetismo:.En los materiales denominados ferromagnéticos ocurre una forma especial de interacción entre las átomos adyacentes llamada: acoplamiento por intercambio. Al aplicar un campo magnético externo, los átomos se orientan en dirección de ese campo. Al retirar el campo ordenador, el sistema se queda imantado con un ferromagnetismo permanente (los imanes permanentes, por ejemplo). Ahora, si la temperatura se eleva por encima de cierto valor llamado temperatura de Curie, el acoplamiento desaparece. El ferromagnetismo es un estado «ordenado». La entropía disminuye. Los parámetros fundamentales son: el campo magnético aplicado, la magnetización que alcanza el sistema y la temperatura que hace que el sistema tienda al desorden.

En la sociedad deberemos lograr encontrar un campo suficientemente grande para acoplar nuestros «átomos» y tener una magnetización permanente logrando un evento colectivo e internacional, tal y como los átomos en su reducido mundo del imán, luchando siempre contra la temperatura que desordena. Es sencillito: Pero además no todos los elementos de la tabla periódica están dispuestos a orientarse por más campo que usted le imponga o por más que baje la temperatura. Están los paramagnéticos, los diamagnéticos etc. Átomos que no concurren en el ferromagnetismo, sino que se orientan con el campo y al ser retirado éste vuelven al desorden, o los que sencillamente no se orientarán jamás . No pierda Usted el tiempo con ellos, pues no obtendrá ferromagnetismo. Nuestra tarea es contar con los que pueden orientarse, sólo con ellos. Orientarnos y constituir un imán permanente.

Este símil me permite poner al proletariado en el grupo de transición del Hierro ( elementos susceptibles a orientarse), presumir que la temperatura son las diferencias naturales, las múltiples corrientes que nos separan, nuestras infinitas boberías por ejemplo.; la magnetización es la revolución que será decididamente permanente; y el campo externo lo constituyen sin dudas los partidos políticos que impulsarán la lucha de clases.

¿Y cuando lleguemos a puerto? El puerto está en las estrellas. Dijo alguien que los triunfos son sólo un pretexto para engrasar los fusiles y seguir camino. El Che no lo dijo. Pero lo hizo…

¿En qué sentido es permanente la revolución? ¿Es acaso esto un atraco de aquel luchador al cuál asesinó el estalinismo en Coyoacán como a tantos otros ? ¿Tal vez una manera retórica de incapacitar al proletariado de tomar el poder, como muchos creen? En esta farsa hemos vivido décadas. La revolución permanente no significa revolución simultánea.. De hecho quien dirigió al Ejército rojo en 1917 fue León Trotsky. Quien predijo antes que nadie la revolución proletaria de Octubre fue León Trotsky. La revolución permanente es la única forma viable de hacer la revolución socialista a escala internacional. Y ésta es a la única escala que se posibilita el desarrollo del Socialismo que necesitamos, mucho más que aquella isla perdida del Santo Tomás Moro.

Por tres cosas es permanente la revolución socialista:

Primero: en países atrasados el camino de la democracia pasa necesariamente por la dictadura del proletariado y no al revés como se venia pensando. Segundo: una vez en el poder la sociedad a lo largo de un período indefinido se va trasformando Las múltiples revoluciones tales como las económicas, las científicas las educacionales ,se desenvuelven de tal manera que la revolución socialista NUNCA llega al equilibrio. Y tercero es su carácter internacional. Es decir una revolución socialista no termina con la dictadura del proletariado y no termina en las fronteras nacionales. El concepto de revolución permanente que tanto le criticaron a León Trotsky, fue también un descubrimiento científico, como el ferromagnetismo, y sobre todo una guía para la acción. Ya parece que esas palabras nos quedan mal en el lenguaje o nos quedan demasiado anchas para el corazón. La teoría de la revolución permanente contiene la escuela de Lenin y al marxismo más consecuente. Mi revolución, la revolución cubana en un hilo conductor sin precedentes, sin tal vez conocer a León Trotsky, ha sido rigurosa con estos preceptos. ¡Desde Martí, pasando por Julio Antonio, El Che y Fidel Castro!. Lenin está vivo todavía en América. Nuestra patria lleva hoy las banderas de la revolución permanente en estos tres aspectos. La batalla de ideas, donde no hay fin para nuestros planes educacionales y culturales; el juramento de Baraguá, donde en medio de las más terribles vicisitudes decidimos luchar contra el imperialismo hasta el fin, y en la revolución bolivariana, donde miles de médicos , maestros, técnicos cubanos están participando como un pedazo de ese pueblo. Nos destaca como un ejemplo clásico de revolución permanente, que es permanente en el tiempo y el espacio.. Esto encabezado magistralmente por Fidel Castro. Se haya leído a León Trotsky o no. Es intrascendente

Y el capitalismo ¿ qué puerto nos ofrecían todos los payasos del fin de la historia para que nos quedásemos en casa como burritos mirando la tele? Proponían el más crudo materialismo para construir no se sabe qué..No creo que este lamentable estado, donde somos incapaces de sostener el aire que respiramos, fuese en verdad una proposición seria. Todavía no entiendo cuántas oportunidades más van a tener que ofrecernos para comprender que el resultado de estos conservadores es sólo guerras absurdas, terrorismo y miseria.

Durará, seguramente el tiempo justo en que activemos el campo magnético externo y empecemos poco a poco despertar del sueño a que nos condenó la crisis de la izquierda (que apuntaba para abajo o para arriba, pero jamás a la izquierda).

No hay punto medio ni conciliación No, el socialismo no es inevitable, tenemos como alternativa… la barbarie. A decir de Federico Engels y Rosa de Luxenburgo. Y el socialismo, no la torpe caricatura que diseñó el estalinismo.¿Qué si duró 70 años nada más y el capitalismo lleva cientos? No, para nada. Todavía no hay explicación cómo pudo durar tanto. La comparación no es válida, el imperialismo y sus maneras económicas de actuar no fabricaron el capitalismo en un solo país Desde Colon hasta la Coca Cola ellos han sabido cómo es que se gana la vida. El capitalismo hasta hace poco fue coherente con su depravada misión.

El socialismo ha sido uno de los ideales más extendidos por el mundo. A pesar de sus fracasos y sus conversos que andan hablando en los congresos de cualquier término alambicado y no de revolución, de toma del poder, de proletariado. Éstos que ya se han convertido en pura bazofia humana a decir de Ingenieros, van desapareciendo de manera silenciosa estos términos de nuestro diccionario político. Y todo es para «no comprometerse». Para no comprometerse ¿con quién?

Recién leí un artículo imprescindible de James Petras sobre Venezuela y el referéndum .El gobierno revolucionario del Presidente Chávez tiene no más que serle fiel a la única clase social que llenó las urnas hasta entrada la madrugada de aquel día 15 de agosto:

Dijo Petras:

«En realidad, el referéndum se basó principalmente en una clara división de clase y de raza. Líderes sindicales no vinculados a la oposición señalaron que más del 85% de la clase trabajadora y de los trabajadores pobres votaba por el presidente, a la vez que los primeros informes sobre la votación en las circunscripciones y los barrios ricos mostraban una situación inversa en un porcentaje del 80%. Un proceso similar de polarización por clases y razas era evidente en la extraordinaria asistencia a las urnas y en el porcentaje de votación entre los afro-venezolanos pobres: cuanta más alta era la asistencia, mayor era el voto favorable a Chávez (votó un 71% del electorado, cifra inaudita). No hay duda de que el presidente tuvo éxito en la vinculación de los programas de asistencia social y la identidad de clase al comportamiento electoral.»

Entonces está claro con quién tenemos compromiso en Venezuela. Digo tenemos, pues es absurdo que el gobierno de Chávez sea el único responsable de lo que ocurra en ese país. Estamos todos conectados. Lo que pase en Panamá, en Colombia, en Londres, en Australia es responsabilidad de todos los revolucionarios del mundo.

El internacionalismo no es sentimiento de bondad o complacencia misericordiosa. El internacionalismo es la única vía que tienen los partidos de hacer perdurar la revolución. Y sin la revolución perdurable, dediquémonos a fabricar banderitas de papel para navidad, pero no esperemos construir el socialismo. Por probar, hemos probado demasiado.

Incluso digo más: las aspiraciones de la revolución francesa, la justicia social de las socialdemocracias de izquierda y hasta el evangelio serán sólo ahora defendibles desde las posiciones de la lucha de clases .Los resortes misteriosos del que hablaba Ingenieros se tensan adecuadamente cuando la lucha movilizadora es por un objetivo necesario. La utopía que necesitamos es aquella que nos permita comparecer ante la historia con un Proyecto. Y el único Proyecto viable es la revolución socialista.

Nuestro continente se abre como un espacio prometedor. Las palabras de la posibilidad real de una confederación socialista en esta región del mundo, como menciona en el brillante trabajo el compañero Zbigniew Marcin Kowalewski aportado en este evento, es una realidad y es la realidad más bella a la que podemos aspirar. Lejos están las furias que acosaron al Cono Sur con las dictaduras. Por cierto que mañana se cumple un año de la masacre en Santiago de Chile. El Presidente Allende cayó como héroe bajo las garras del más sanguinario terrorista que anda ahora tratando de defender su pellejo y sus millones. Mis hermanos chilenos no tuvieron la oportunidad de lanzar una guerra a la Casa Blanca por haberse planeado ahí el ataque terrorista, tuvieron que tragarse sus muertos, sus desaparecidos, sus canciones de esperanza. Hace unos días otra cómplice del terrorismo internacional liberó de manera vergonzosa y cínica a los asesinos de decenas de compatriotas. La indecencia de la burguesía va desbaratando cualquier disfraz permisible. Ellos padecen de la mentira, el egoísmo y el ansia irracional de dinero que va despintando la Tierra de su imagen azul. Son lo mismo Pinochet, la Moscoso, la Casa Blanca , el FMI, la OEA. No se distinguen ni en el color del cabello. Se unifica el enemigo. ¡Hagámoslo nosotros! Ellos no tienen nada que ofrecerle a nuestros pueblos. Nosotros, si logramos salir del colapso del socialismo europeo que no fue más que su perversión, tenemos la isla de la utopía como sueño a alcanzar. La lucha por las consignas jacobinas se vuelven ahora más dulces, más coherentes y más posibles.

Nos sobran experiencias, camaradas, nos falta unidad. Stalin, durante la segunda Guerra Mundial arrulló a los compañeros soviéticos con la frase patética de la madrecita Rusia, para unirse. Nosotros no necesitamos eso.Gracias a INTERNET nuestra lucha puede ser mundial y unida.

Yo fundaría la Brigada de la Solidaridad Internacional. Pues todos necesitamos de todos, como los átomos de mi material. Todavía no sé quienes sufren más, si mis hijos por el bloqueo criminal de Estados Unidos, o los hijos de un trabajador norteamericano con la pestilencia de sus videojuegos aberrantes y seudo científicos.

Dijo Fidel en 1961: «Primero se verá una revolución victoriosa en los Estados Unidos, que una contrarrevolución victoriosa en Cuba.» Aquel Fidel es el mismo que dictó en medio del hambre diseñada a cuatro manos por el imperialismo y los herederos de Stalin :Socialismo o Muerte, consigna que debíamos asumir todos los comunistas del mundo.

Sin dudas, pero esa revolución en Estados Unidos deberá ser socialista. Michel Moore acaba de renunciar a su nominación al Oscar por poder exhibir su documental Fahrenheit 9-11 en la televisión norteamericana. ¿Quienes son las víctimas del terrorismo, los iraquíes o los norteamericanos que ya según sus cifras suman 1000 muertos?

«Los golpes súbitos revelan las entrañas de las cosas» dijo José Martí Y eso sucedió aquel 11 de Septiembre de 2001. Los sucesos en New York son los mismos que ocurren en Palestina, o que ocurrieron en Buenos Aires un diciembre, o Madrid o Moscú o Chechenia. Por cualquier extremo se desborda el mundo y todavía nos sentamos a esperar traductores de la verdad.

José Martí fue un luchador de clases. Ya cansa ordenar el mundo por las frases que se hayan dicho y obviar de manera desconsiderada la verdad de los hechos. Decir que José Martí fue un pequeño burgués demócrata que luchó por la independencia de la Isla de Cuba, e incluso un latinoamericanista, es equivalente a decir que el mar existe para contener la sal de nuestra pasta un buen domingo. Martí fundó un partido esencialmente de trabajadores, el más radical partido revolucionario de ese instante y lugar. No fueron en balde las enseñanzas de la guerra anterior. Revolución era su palabra sistemática, la independencia de Cuba fue un mero trámite para oponerse al enemigo de clase, al cual fue el primero en percibir. Ser cubano fue un detalle de nacimiento, terminó sus días luchando por el equilibrio del mundo. Su defecto fue morirse demasiado pronto ( Es una epidemia de los revolucionarios).

Al hablar de Carlos Marx, en 1883 a raíz de su muerte señaló:

«Kart Marx ha muerto, como se puso al lado de los débiles merece honor. Pero no hace bien el que señala el daño y arde en ansia generosa de ponerle remedio sino el que señala remedio blando para el daño. Espanta la tarea de echar a los hombres sobre otros.»

Una taza de café hubiese bastado para que estos dos genios se pusieran de acuerdo. Marx propuso exactamente eso: «el único remedio al daño». Y José Martí hizo eso: «Echar a unos hombres sobre otros.»

Nos urge a los comunistas unirnos de veras y no en salas y congresos solamente, sino en las marchas populares, en los retoques de cacerolas, en Irak, en Palestina. Los comunistas debemos llevar el impulso del pueblo en cada batalla contra las injusticias del enemigo. Una por una y en todas a la vez.

Los partidos políticos deberían actuar como el campo magnético externo orientador de los spines del átomo. Dijo Trotsky «Sólo estudiando los procesos políticos sobre las propias masas se alcanza a comprender el papel de los partidos y los caudillos que en modo alguno queremos negar. Son un elemento, si no independiente, sí muy importante, de este proceso. Sin una organización dirigente, la energía de las masas se disiparía, como se disipa el vapor no contenido en una caldera. Pero sea como fuere, lo que impulsa el movimiento no es la caldera ni el pistón, sino el vapor.»

Y yo digo más : Necesitamos un solo Partido Comunista en el Mundo «Con todos y para el bien de todos» a decir de Martí. Espero no morir sin verlo.

Después de tanto empaque, nuestras diferencias son mínimas en relación a lo que de verdad nos diferencia del enemigo. Si hiciéramos un parlamento con nuestros muertos todos señalarían el mismo camino.

Proyectemos el trabajo con fuerza y optimismo. Tenemos las mejores armas: A ellos ya sólo les queda el desperdicio humano: la guerra estúpida, la incultura, la corrupción y el terrorismo. A nosotros el sueño de la revolución.

¡Adelante camaradas!

¡Socialismo o Muerte!

* Ponencia presentada en el taller «La utopía que necesitamos» Auspiciada por la Cátedra Bolívar Martí (10 Septiembre 2004, C. Habana)