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El mayor problema no es Lasso…

Fuentes: Rebelión

La CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas) demanda en primer lugar la implementación de 10 puntos para contrarrestar la aguda crisis causada por el neoliberalismo en las grandes mayorías populares.

El neoliberalismo es tan perverso que nos engaña hasta en lo que miramos. Es la moraleja del refrán: ¡Nos quedamos mirando el dedo y no lo que este señala. Gritamos: “¡Fuera Lasso, fuera!”. Tenemos razón, pero sólo en parte, porque no nos damos cuenta que “nos quedamos en las ramas”, en lo exterior y secundario, y no llegamos hacia lo esencial. Lasso no es más que el títere de un sistema que lo beneficia a él y su grupo, que nos perjudica a nosotros y nos cierra el camino para salir de la pobreza y nos impide vivir en dignidad, fraternidad, justicia y democracia. La movilización cuestiona las relaciones de poder, autoridad y legitimidad.
Es por ese motivo que la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas) no pide en primer lugar logar la salida del presidente Guillermo Lasso, sino la consecución de unos 10 puntos que desbancan el sistema neoliberal. El entorno de Lasso lo ha captado muy bien: Defienden el sistema neoliberal negándose a dialogar sobre estos 10 puntos planteados por la CONAIE. De un lado, el gobierno responde parcial e hipócritamente a algunas demandas de los 10 puntos, pero por otra proclama el estado de emergencia, sataniza los dirigentes de la CONAIE y particularmente su presidente, justifica el uso progresivo de la fuerza letal, inventa las acusaciones de narcotraficantes, vándalos, delincuentes y terroristas contra los indígenas, ordena disparar gases lacrimógenas y perdigones mientras manifiestan pacíficamente, presiona a los asambleístas para que no decreten la muerte cruzada y el despido del presidente. Mientras tanto los grandes medios de comunicación comerciales y neoliberales ocultas la realidad mortal de la represión y justifican las mentiras y los engaños del 7% que sigue apoyando a Lasso contra todas las condenas nacionales e internacionales.
¿Cuáles son los 10 puntos que sustentan el levantamiento indígena y de los diversos sectores sociales que se juntaron a las demandas de la CONAIE? 1. Congelación de los precios de la gasolina a $ 1.50 dólar y del diésel a $ 2.10 dólares. 2. Moratoria de deuda para 4 millones de familias. 3. Precios justos en los productos del campo. 4. Fomentar el empleo y los derechos laborales. 5. Detener la frontera extractiva minera. 6. Respeto a los 21 derechos colectivos. 7. Respeto a los derechos constitucionales de los Pueblos indígenas. 8. Alto a las privatizaciones. 9. Control de precios de los productos de primera necesidad. 10. Seguridad ciudadana.
Unilateralmente el gobierno ha satisfecho muy parcialmente algunos de los 10 puntos y ha invitado a los Indígenas a regresar a sus casas… Está claro que el gobierno no quiere ningún diálogo ni acuerdo. Digna y decididamente la CONAIE ha decidido continuar con el levantamiento.
Al mismo tiempo que exige la aceptación de los 10 puntos planteados, la CONAIE plantea la alternativa al sistema neoliberal mediante la puesta en marcha de la plurinacionalidad. Desde años, bien poco nos hemos detenido en la puesta en marcha progresiva de la plurinacionalidad. Además, tampoco los gobiernos han avanzado a favor de esta nueva forma de organización nacional. Se han escrito libros e innumerables artículos, pero no llegan más allá de las librerías. Tampoco los grandes medios de comunicación comerciales los van promoviendo. Es que la puesta en marcha de la plurinacionalidad es el comienzo de la sustitución del modelo neoliberal. Las organizaciones sociales, los movimientos políticos progresistas, los medios de comunicación alternativos, la tecnología digital, las universidades al servicio de los estudiantes, las Iglesias deben ser los promotores de la plurinacionalidad.
¿Cómo entender la plurinacionalidad? La plurinacionalidad es la expresión genuina de las nacionalidades y grupos sociales ecuatorianos. La plurinacionalidad va creciendo mediante una mayor conciencia de nuestra identidad como mestizos, negros e indígenas. Este desarrollo de la identidad se logra gracias a nuestra autoestima que nos permite reconocer miembros de un colectivo específico en su manera de ser y de vivir. Esto supone mayores relaciones humanas, organización, profundización, comunión y decisión. La identidad ecuatoriana se construye sobre la aceptación y el crecimiento armonioso de nuestras diferencias, porque estas diferencias culturales nos enriquecen y valoran la dignidad de cada uno y cada una de nosotros. Haciendo esto construimos un política participativa e inclusiva, una economía equitativa y respetuosa de la naturaleza, una cultura que es la suma de las distintas sabidurías que nos habitan y nos salvan. La espiritualidad y la religiosidad, mediante las culturas, están integradas a estas opciones plurinacionales de vida y de sociedad porque responden a los derechos y los valores humanos más entrañables de los seres humanos.
Este actual levantamiento del pueblo ecuatoriano es un hito histórico porque abre nuevos caminos de integración nacional que responde tanto a nuestras necesidades personales y ciudadanas, como también a la unidad de la Patria grande que es nuestro destino, dejando atrás los colonialismos pasados y las dependencias actuales del neoliberalismo. Por estas razones, el problema mayor no es Lasso, sino la puesta en marcha de la plurinacionalidad que irá sustituyendo el neoliberalismo y llevando con él a la tumba el mismo presidente. Por supuesto Lasso tiene que ser destituido. Así amanecen nuevos y mejores días si nos implicamos en ese camino, porque Dios está presente en este éxodo y en sus mártires. Él nos llama mediante los que luchan, sufren y mueren en las calles y carreteras de nuestro país pluricultural y multiétnico.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.