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El neoliberalismo y los cantores populares de buses

Fuentes: Rebelión

Los sucesivos gobiernos de la Concertación (4) que se han caracterizado por darle continuidad a las políticas económicas heredadas de la dictadura del criminal, ladrón y presunto moribundo Augusto Pinochet, permanentemente hacen esfuerzos ante la comunidad internacional, para no mostrar el lado ‘oscuro’ de las consecuencias que ha tenido el modelo capitalista neoliberal que se […]

Los sucesivos gobiernos de la Concertación (4) que se han caracterizado por darle continuidad a las políticas económicas heredadas de la dictadura del criminal, ladrón y presunto moribundo Augusto Pinochet, permanentemente hacen esfuerzos ante la comunidad internacional, para no mostrar el lado ‘oscuro’ de las consecuencias que ha tenido el modelo capitalista neoliberal que se implanto en Chile, a sangre y fuego por el régimen militar existente hasta 1990.

Durante estos días hemos conocido la información de que cinco cantantes populares que actúan en los buses del servicio público de la capital se subieron a un poste de señalización en la avenida principal del centro de Santiago conocida como la Alameda, frente a la Plaza Argentina y el Ministerio de Educación, para protestar contra el plan Transantiago que les prohibirá mostrar su ‘canto popular’ en los buses de la ciudad.

Para protestar por esta situación, y a través de una escalera artesanal, los manifestante subieron a la parte alta de la estructura, llamando la atención de los peatones y ocupantes de vehículos que circulan por el lugar.

Los cantores populares han denunciado que si no les permite subir a los buses perderán su ‘fuente laboral’ y tanto sus hogares como sus hijos quedarán en el desamparo sin el sustento diario. Por este motivo piden al gobierno de Michelle Bachelet que reconsideren la medida que los mantendrá fuera de los buses, sin poder ganar su sustento diario.

En Chile desde la época de la dictadura hasta nuestros días, se ha incrementado notablemente a través de todo el país la existencia de ‘cantores populares y vendedores ambulantes’, en los buses públicos de las ciudades. Esta forma de actividad laboral, prácticamente no es reconocida por ningún estudio e investigación, ni tampoco estos trabajadores forman parte de ninguna estadística de cesantía en el país.

Es más, por los defensores a ultranza del actual modelo económico imperante en Chile, son llamados en el lenguaje de los neoliberalistas trabajadores informales, independientes, o trabajadores por cuenta propia. Sin embargo los trabajadores que forma parte de esta forma de ganarse la vida, pues el sistema no les ofrece otra, vienen a engrosar el mundo de los chilenos que gracias al ‘jaguar latinoamericano’, forman parte de la extrema pobreza y han tenido que enfrentar todas las grandes iniquidades que han generado las grandes desigualdades sociales que actualmente existen en Chile, por obra y gracia de los gobiernos de la Concertación y de los neoliberalistas.

Estos tipos de trabajadores, no cuentan con ningún tipo de subsidio o seguro de cesantía, tampoco se tiene una relación de con cuanto dinero viven al mes. Ahora cuando necesitan de una atención médica de emergencia son tratados como indigentes o simplemente se mueren. Ellos no tienen todos los privilegios en la atención de salud, como en estos días lo ha tenido uno de los mayores criminales y ladrones de la historia reciente de Chile, como es el ex dictador Augusto Pinochet, que después de un montaje propagandístico para eludir la justicia, se le invento un presunto ataque cardiaco.

Lo cierto es que Chile, anda por el mundo como vulgar ramera ofreciendo sus recursos naturales o materias primas, con los llamados TLC, para seguir incrementando la mano de obra barata, sueldos de sobre vivencia, inestabilidad o terror a perder el trabajo y por cierto, más y más cantores populares, mendicidad y vendedores ambulantes, todo producto de los ‘grandes éxitos de la economía neoliberal y de salvaje libre mercado’.

Finalmente un detalle normal en este tipo de protestas y denuncias, allí como siempre suele ocurrir, cuando se trata de la movilización de los trabajadores por sus derechos, allí estaba presente el aparato represivo del Estado chileno, dispuesto a impedir que las demostraciones de los cantores populares pasara a mayores, algo por cierto típico del sistema y de defensa de sus intereses.

Cuando comience la aplicación oficial del nuevo sistema de transporte público en la capital chilena, no podrán subir a los buses ni cantantes populares ni vendedores ambulantes.