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Entrevista con Francisco Fernández Fredes

El obsceno maridaje de políticos y empresarios

Fuentes: Punto Final

Levanta la voz para fustigar a los políticos de todo el espectro que han cometido actos de corrupción, y a la vez invita a confiar en aquellos -especialmente jóvenes- que han resistido el influjo de los negocios en la política. Es partidario de generar una nueva Constitución usando instrumentos que expresen la soberanía popular, como […]

Levanta la voz para fustigar a los políticos de todo el espectro que han cometido actos de corrupción, y a la vez invita a confiar en aquellos -especialmente jóvenes- que han resistido el influjo de los negocios en la política. Es partidario de generar una nueva Constitución usando instrumentos que expresen la soberanía popular, como la Asamblea Constituyente y el plebiscito, y llama a participar en el proceso constituyente propuesto por la presidenta Bachelet.

Francisco Fernández Fredes ha desempeñado numerosos cargos públicos. Fue director del Servicio Nacional del Consumidor, Fiscal Nacional Económico, Defensor del Ciudadano e integrante del Tribunal Constitucional. Fue vicepresidente del Partido Socialista. En el exilio fue presidente del comité de solidaridad con Chile en La Habana. Ahora integra el Consejo Ciudadano de Observadores del Proceso Constituyente, que debe supervisar este ejercicio de consulta popular.

Abogado constitucionalista de larga militancia en el PS, Fernández se ha marginado de ese partido y no descarta incorporarse a la Izquierda Ciudadana (IC).

¿Qué espera del proceso constituyente?

«Es necesario que la gente pueda hacer oír sus anhelos, aunque no todas sus aspiraciones terminen como regulación constitucional. Quienes redacten el texto de la Constitución tendrán que tomar en cuenta lo que la gente siente como indispensable para que Chile sea un Estado democrático y participativo, con valores como la igualdad, la solidaridad y la responsabilidad ciudadana.

Soy partidario de una Asamblea Constituyente porque hay que apelar al titular de la soberanía popular. Por ese mecanismo se podrán establecer de manera legítima las bases del nuevo orden constitucional, político, social y económico que va a regir la sociedad chilena en las próximas décadas».

 

UNA CONSTITUCION FLEXIBLE

Se sostiene, sin embargo, que la Asamblea Constituyente está fuera de los mecanismos de la actual Constitución.

«La Constitución vigente discurre solo sobre reformas parciales, no sobre un cambio total de la Carta. Si se trata de una nueva Constitución, lo congruente es que se consulte al pueblo. Soy partidario de convocar a un plebiscito con base en el artículo 15 de la actual Constitución, para que el pueblo se pronuncie. Eso no está en el plan de acción que anunció la presidenta, que piensa entregar esta facultad al Congreso. Dada la magnitud de esta tarea, debiera ser el pueblo el que se pronuncie a través del plebiscito».

¿Con qué modelo de Constitución se identifica más?

«Una Constitución debe ser concisa y flexible. La actual es rígida, porque exige quórum muy altos para su reforma. Soy partidario de que la nueva Constitución contemple mecanismos flexibles de enmienda para que sus contenidos se puedan actualizar conforme lo demande el desarrollo de la sociedad».

Hay sectores de Izquierda que opinan que el proceso constituyente no va a lograr el cambio efectivo de la Constitución.

«Acepté participar en el Consejo Ciudadano de Observadores del Proceso Constituyente porque tengo confianza en que si la gente juega un rol activo, sus opiniones no podrán ignorarse por quienes deben recoger las conclusiones y redactar las bases ciudadanas de la nueva Constitución. Los planteamientos compendiados servirán para la redacción del documento ‘Bases Ciudadanas para la Nueva Constitución’.

El rol de los observadores es garantizar estas pautas metodológicas de libre participación, emisión de opiniones y adopción de conclusiones. No vamos a redactar nada».

Por una parte están los contenidos y por la otra los mecanismos.

«Lo único definido es el paso preliminar de someter al Congreso Nacional las ‘Bases Ciudadanas’, para que éste decida la forma de hacerse eco de ellas. Será el Congreso el que decidirá si es un plebiscito, una Asamblea Constituyente o una instancia bicameral la que se pronuncie sobre lo propuesto en esas Bases.

Las elecciones próximas de presidente de la República y parlamentarios serán muy importantes porque ellos tendrán la palabra acerca del mecanismo para generar la nueva Constitución. El nuevo Congreso tendrá la ventaja de ser elegido a través de un mecanismo proporcional de cifra repartidora y no mediante el sistema binominal».

 

MALESTAR SOCIAL Y POLITICO

¿El malestar social y político que vive Chile es una tendencia permanente?

«Está por demostrase si representa un deseo profundo de cambio. La participación ciudadana es el factor que puede marcar la diferencia. Si el rechazo se tradujera en una masiva abstención, estaríamos en mal pie porque la pasividad no cuenta. Hay elementos para estimar que existe más conciencia sobre la potestad soberana del pueblo para exigirle cuentas a sus gobernantes.

La clave para legitimar una nueva Constitución es la participación de la ciudadanía, para que un plebiscito convoque a una Asamblea Constituyente. Esta es una oportunidad para la afirmación y proactividad, porque se trata precisamente de establecer una institucionalidad que exija de los representantes más responsabilidad ante sus representados».

¿Cómo inciden los casos de corrupción en la realidad social y política?

«La raíz de la desafección está en que la gente percibe que la ‘clase política’ ha sido cooptada por el poder económico, con decorosas excepciones. Es un fenómeno que ha copado distintos ámbitos y solo cabe reaccionar condenando estas prácticas. Mi decisión de no reincorporarme al Partido Socialista no solo es fruto de diferencias con sus planteamientos, sino porque algunos que militan en ese partido han caído en este juego. Me parece impresentable lo de Fulvio Rossi (senador PS. N. de PF), aunque no es el único. Si se toman en cuenta los lazos que mantiene Enrique Correa (vicepresidente de la Fundación Salvador Allende) con la clase dominante y con los operadores políticos, no se puede sino concluir que hay un maridaje obsceno entre políticos y empresarios».

¿Podría escapar la Nueva Mayoría de esa dependencia del poder económico?

«Sí, en la medida en que exista condena ciudadana y a la vez se reconozca a quienes se han mantenido incólumes ante la seducción del dinero. Encuestas revelan que Giorgio Jackson y Gabriel Boric tienen alto respaldo porque son dirigentes no involucrados en la corrupción. Tengo esperanzas de que la política pueda recuperar respeto y ascendiente sobre la ciudadanía, en la medida que figuras limpias de corrupción comiencen a tener mayor gravitación. En el PS hay gente que sigue siendo socialista de verdad, pero el partido en su conjunto ha perdido su identidad, porque la cúpula está bajo predominio de la cultura neoliberal».

 

CANDIDATURAS PRESIDENCIALES

Como posibles candidatos presidenciales de la NM están la senadora Isabel Allende y Ricardo Lagos Escobar. ¿Qué opina?

«Ojalá Isabel Allende fuera una alternativa a Lagos, pero si deducimos lo que representa por algunos de sus asesores (como Enrique Correa) y ciertos pronunciamientos que le he conocido, no hay mucha base para ser optimista. Isabel Allende tiene a su favor la presunción de inocencia, porque a diferencia de Lagos no se le conocen hasta ahora compromisos con el poder económico.

Lagos y Allende están en el sector más conservador de la Nueva Mayoría, que solo quiere hacer retoques al modelo neoliberal sin cambiar aspectos sustantivos. La opción correcta es que la Izquierda de la Nueva Mayoría (PC-MAS-IC) levante una opción propia. Tiene personas con trayectoria impecable como Sergio Aguiló».

En la coalición gobernante se expresan diferencias acerca de todos los proyectos emblemáticos del gobierno.

«La NM está sufriendo tensiones y no sé por cuánto tiempo más se mantenga la convivencia entre progresistas y conservadores. El Ejecutivo está en un zapato chino para conciliar posiciones. Estas diferencias se expresan por ejemplo en la posición respecto al TPP. Es aberrante para nuestra soberanía suscribir un convenio en virtud del cual se puede llevar a tribunales extranjeros las controversias entre el Estado chileno e inversores privados».

¿Cuál debiera ser el rol de la Izquierda extrasistema?

«Esa Izquierda debiera mantener su rol crítico e independiente. También debe tomar parte activa en la gestación de una nueva Constitución. Habrá que ver cómo evolucionan las diferencias al interior de la NM. Si la coalición termina fragmentándose, un reagrupamiento de las fuerzas de Izquierda se convertirá en un imperativo»

 

Publicado en «Punto Final», edición Nº 847, 18 de marzo 2016.

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www.puntofinal.cl