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El país saqueado nos lo exige

Fuentes: Rebelión

Análisis de la Comunidad Eclesial de Base como aporte para entender la realidad de Ecuador e intentar superar la catástrofe actual.

Antes de ser cristianos, humanistas o ateos, somos ciudadanos que participamos, consciente o inconscientemente, tanto de las transformaciones como de las desgracias de nuestro país. Todas y todos nos beneficiamos de sus avances. Felizmente el papa Francisco nos confirma al denunciar la perversidad del sistema capitalista y al fomentar el compromiso político de los cristianos y de los hombres y mujeres de buena voluntad. Para iluminar este camino, la Comunidad Eclesial de Base de la que formo parte hemos hecho público un “comunicado sobre la realidad de nuestro país” a fin de entender mejor nuestro papel en el período preelectoral que vivimos.

Dirigimos este comunicado a los cristianos y a todas y todos los que trabajan para un Ecuador mejor:

Con ocasión 32° aniversario de la pascua de monseñor Leonidas Proaño, el próximo 31 de agosto, compartimos con Uds. nuestro análisis de la realidad de Ecuador y nuestro compromiso para superar la actual catástrofe.

En lo político, estamos con un gobierno que inició con una traición a su partido y cuantos votaron por su línea política, pasando a alinearse con la derecha (Nebot, Lasso, Medios de Comunicación, ONG, empresas) que utilizaron a su beneficio la traición.

El diálogo nacional promovido por el gobierno se convirtió en un reparto de la troncha que inició con las aduanas, las eléctricas y siguió hasta el día de hoy con el reparto de los hospitales, un atraco vergonzoso durante la pandemia.

Al firmar el gobierno una acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional), se comprometió a reducir el número de funcionarios estatales, subir la gasolina, disminuir el gasto social en particular en la salud y educación con los despidos correspondientes, autorizar las empresas a despedir trabajadores, rebajarles el tiempo de trabajo y el sueldo, privatizar las empresas nacionales…

Los organismos del Estado, desarticulados, no resuelven los problemas y la corrupción campea descarada. La convocatoria a un referéndum fue anticonstitucional. Con el apoyo del ‘7 veces SÍ’ se justificó y legalizó todos estos atropellos y se dio carta blanca al gobierno y a los asambleístas para desmantelar las instituciones estatales en particular el 5º poder del Estado: el Consejo de Participación Ciudadana, quitándonos la posibilidad de defender nuestros derechos.

En lo económico, unos 800 millones de dólares se fugaron a los paraísos fiscales, unos 4’000 millones de dólares se perdonaron a los grandes deudores del SRI (Servicio de Rentas Internas). Por la liquidación de unos 330 000 puestos de trabajo y la rebaja del salario de los empleados y trabajadores, el desempleo llega a un 13% y el trabajo informal, a un 50%.

La deuda externa aumentó en estos 3 años más que en los 10 años del el gobierno anterior: pasó de 22’000 millones de dólares a 41’000 millones. Y la renegociación de los bonos fue otro atraco a las arcas del Estado.

Unos pocos privilegiados aumentaron descaradamente su riqueza. Mientras tanto no hay plata para pagar a tiempo a médicos, enfermeras, empleados de la salud, maestros y empleados de la educación, gobiernos seccionales… y sigue una larga lista. Son las clases media y baja que cargan con la crisis y el aumento galopante de la pobreza.

En lo social, el cartel de los grandes medios de comunicación nos manipulada, nos desorienta al esconder la realidad, censura lo que no les interesa y convierte la mentira en verdad.

Los partidos y movimientos de izquierda no se ven por ningún lado. El movimiento indígena lideró un levantamiento que consiguió un gran apoyo popular, pero terminó sentándose con el diablo, regalando la lucha nacional y manteniendo al presidente en el sillón presidencial.

Afirmamos que el actual gobierno es el peor que hemos tenido, por venderse al FMI (Fondo Monetario Internacional), someterse al gobierno de Estados Unidos y entregarse a la oligarquía nacional. Se nos ha matado la esperanza y destruido la dignidad.

Las próximas elecciones son un reto: o confirmamos la actual situación o la revertimos. Y eso se hará con nuestra unidad, nuestra organización, nuestro compromiso valiente y nuestra fe liberadora.

Que la espiritualidad de monseñor Leonidas Proaño nos seduzca para continuar con su legado en la construcción del Reino mediante la recuperación de nuestra unidad y de nuestro protagonismo.”

La lucha de cuantos compañeras y compañeras, como también la cárcel, el exilio y la entrega de la vida de tantos más nos confirman en esta linda y ardua tarea de colaborar en la mejora de nuestro país, porque es nuestra misión y nuestra dignidad. En su tiempo lo decía el mismo Jesús de Nazaret: “Quien ha puesto la mano en el arado, no puede dar marcha atrás”.