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El paro docente como proyección de la crisis política del Gobierno

Fuentes: Rebelión

Situación política  Existe una verdadera ley que señala que las transformaciones educativas se producen desfasadas respecto a las reformas políticas y económicas, que tienen sus propias dinámicas. Y no es extraño que se presenten cuando el modelo económico está estancado o en franco retroceso. El movimiento de protesta que produjo las modificaciones curriculares que Piñera […]

Situación política 
Existe una verdadera ley que señala que las transformaciones educativas se producen desfasadas respecto a las reformas políticas y económicas, que tienen sus propias dinámicas. Y no es extraño que se presenten cuando el modelo económico está estancado o en franco retroceso. El movimiento de protesta que produjo las modificaciones curriculares que Piñera pretende llevar a cabo, dejó en segundo plano las pretensiones gremiales del Colegio de Profesores y es una manifestación más, de la crisis en desarrollo en el Gobierno. La que se genera en el agotamiento del modelo neoliberal (estancamiento, bajo crecimiento, disminución de las ganancias del empresariado, bajos salarios, inestabilidad laboral, etc.) y a la proyección de dicha crisis en el régimen político (profundo desprestigio y corrupción del conjunto de las instituciones políticas burguesas como la presidencia, el congreso, el poder judicial, los partidos políticos, las fuerzas armadas, etc.). Es en esta situación política, que la movilización docente se enfrenta al Gobierno que viene en caída libre (incluso en sus propias encuestas) y a un régimen político desarticulado y con un enfrentamiento continuo. Así, el Gobierno no enfrenta la movilización docente con una defensa férrea de su propuesta, o a través de una negociación, sino a través de la manipulación mediática, desinformación en la prensa oficial y un silencio vergonzoso de la ministra Cubillos, prácticamente durante toda la semana.  

El movimiento docente 
La movilización docente se origina en un petitorio de 10 puntos, en negociación desde los gobiernos anteriores, que no contempla aumento salarial alguno: Este petitorio no había prendido entre los profesores de base, ya que se veía difícil una victoria. Pero, ante la conducta del Gobierno, a través de la Ministra Cubillos manifestado en reuniones donde se enviaba a personajes menores y cartas de respuestas evasivas, vagas e inconsistentes, estaba dispuesto a movilizarse, pero sin gran convicción. Sin embargo, la propia «ineptitud» política del Gobierno, manifestada en el fondo y la forma de la propuesta del cambio curricular, dada a conocer el fin de semana del patrimonio nacional y de la cuenta pública, reactiva el principio más profundo del profesorado nacional, la defensa de la educación pública, que viene enarbolando desde hace casi 50 años contra el embate del modelo neoliberal. El pretendido cambio curricular viene a coronar la reforma neoliberal que la Concertación y la Derecha (UDI-RN) han llevado a cabo, pero el Gobierno con este proyecto le imprimió a la movilización docente un cariz nacional, que rebasa los estrechos límites del gremio docente y lo extiende a las universidades, intelectuales de todas las tendencias y el mundo social (gremios, padres y apoderados, etc.), develando las profundas contradicciones de la política gubernamental. Ayudó mucho que esta pretendida profundización de la reforma neoliberal en la educación se pueda analizar desde distintas perspectivas: la importancia o no de las asignaturas; la incoherencia de la política pública en cuanto a la vida sana; la sobre oferta fantasiosa de asignaturas; la carencia de fondos e infraestructura para su implementación; el desfinanciamiento de los Consejos Locales de Educación; la eventual competencia de los docentes y la precarización laboral; asignación de los proyectos escolares a los establecimiento al definir ellos los ramos a impartir; etc.  Todos y cada uno de estos temas dan para artículos y libros, pero en realidad ocultan el aspecto de fondo; la profundización de modelo neoliberal, que es un proceso articulado en varias etapas; primero, la constante idea de privatización de la educación y el debilitamiento de la educación pública; para luego instaurar la educación por competencias como instrumento seudocientífico (incentivando la acción por sobre el conocimiento y la crítica); para lograr una pauperización cultural de los futuros trabajadores para una mejor y más profunda explotación de la burguesía (donde la eliminación historia es fundamental). Son estas instancias las que han permitido que la manifestación se amplíe de forma contundente hacia otros sectores y gremios. Ya que, de una aspiración sectorial se activa una movilización nacional donde miles y miles de personas comprenden la importancia de esta lucha y la solidaridad de los gremios, aunque lenta, se activa en distintas formas. Aunque la estructura dirigencial del Colegio de Profesores vuelve a legitimarse como una entidad de carácter nacional, ha estado lenta en enarbolar los problemas esenciales y ha carecido de iniciativa en algunos aspectos.
En la realidad, ha sido la base docente la que ha empujado la movilización y sobretodo el componente joven, le ha impregnado la iniciativa y el empuje necesario que llevó a cerca de 80 mil personas a participar en la marcha del 6 de junio y a unos 35 mil a Valparaíso, en una marcha histórica, por su contenido amplio y su recorrido.

El Gobierno a la defensiva

El Gobierno, que ya venía en caída libre en aceptación y popularidad en sus propias encuestas sin enfrentar una movilización de masas, ahora, con la huelga docente cae aún más. Durante estos 8 días de paralización Piñera se mostró como inoperante e incapaz de agrupar a sus fuerzas en defensa de la propuesta. Con una Ministra Cubillos débil y ausente, al punto que tiene que salir el día de la gigantesca marcha del jueves 6, un subsecretario temeroso, nervioso y descontextualizado focalizándose en la violencia para evitar las críticas. Más ella, ajena y distante desde Concepción pretende una normalidad que nadie cree, generando una vez más antipatía y vergüenza, manifestado en los gritos que resonaron en Valparaíso, exigiendo su renuncia. Incluso el Gobierno debe soportar una creciente tensión, por las insistentes exigencias entre sus propias filas de un cambio de gabinete, que al atrasarlo se ha topado con ésta contundente manifestación de masas, que al no hacerlo lo ha hecho ver aún más inseguro. No sería extraño, que sea la escasez de candidatos para reemplazar a Marcela Cubillos lo que no permita dar el cambio de timón y haya obligado a la ministra a tener que volver a dar la cara a regañadientes. Esto explicaría que luego de una semana hablara y tan lejos de la capital. Esta extremadamente débil política y comunicacionalmente Ministra de Educación que estuvo ausente durante toda la semana; con un paro docente en proceso; con nula relación con la prensa y muy lejana del problema; acompañado por un subsecretario con muy poca habilidad política, da pie a pensar que existe una crisis interna en el Gobierno muy profunda. Y un botón de muestra es el que expone en La Tercera (8/6) cuando señala, que Piñera luego de la cuenta pública, le pidió a Cubillos, que se preocupara de «proyectos de baja complejidad». Parece que entendió mal la ministra porque no sólo ha sido ineficiente en el congreso, sino que introdujo al Gobierno una crisis que no puede superar, debido a que:
1.- El proyecto de «Aula Segura» que logró aprobar, ha generado más problema que soluciones al interior de los planteles educacionales, y comienza a proyectarse como un problema socialeducativo de no fácil resolución.
2.- El proyecto «Admisión Justa» le propinó una derrota profunda y dolorosa, porque representaba una bandera de lucha emblemática al sector que voto por Piñera.
3.- Tampoco ha tenido una cercanía con los medios de comunicación, ni menos ha agrupado en torno a la reforma curricular a personajes de importancia. Es decir, el Gobierno está solo desde esta perspectiva. Es la primera ministra que no tiene una extensa entrevista en los diarios del fin de semana en una coyuntura de paralización docente. Signo del distanciamiento del gran empresariado respecto al Gobierno. Es decir, la gran burguesía nacional piensa que el Gobierno cederá, por lo tanto no pretende acompañarlo en la caída.
4.- Ha tenido la extraña habilidad de agrupar en contra del Gobierno, no sólo a los profesores sino que a; rectores universitarios, intelectuales, gremios, alumnos universitarios y secundarios, etc., que cuestionan los fundamentos propios del neoliberalismo, aunque sea tangencialmente.
5.- Incluso en la premura de ubicarse en el escenario político, senadores y diputados se han ido integrando a la marea contra el proyecto, lo que significará una derrota profunda de la que no se recuperará. Ya que se están dando muestras constantes, dé como algunos políticos de derecha se desmarcan del alero del Gobierno, entre otros; J.A. Kast que es sólo la manifestación más extrema del proceso, pero hay otros que están haciendo lo mismo, como por ejemplo A. Allamand pareja de Marcela Cubillos.
Todo lo anterior, se ha manifestado en una baja en la aprobación del Gobierno y un lastre que Piñera no resiste más. La corrupción generalizada (negocios de políticos de derecha y familiares), la improvisación y las acciones ridículas para evitar contramanifestaciones como la cuenta pública realizada de noche (con Valparaíso bajo una virtual ocupación policial), demostró la patética soledad del Gobierno, saludando a veredas sin gente, demostrando que ni su grupo de partidarios más duros tenía la voluntad de acompañarlo. Por lo que no necesita que una obtusa ministra empuje a la calle a miles de personas.  

La izquierda revolucionaria y el paro docente 
Sin duda el rol de la izquierda revolucionaria debe ser muy activo en la dirección de la base. El amplio contingente de docentes jóvenes y la participación de gremios y estudiantes debe ser una gran escuela para ir educando a las masas en las forma que llevan a la victoria; las consignas anti gobiernistas, la masividad de las acciones ejercidas, la movilización y toma de las calles, la solidaridad de clase, el compromiso y la convicción militante, la formación del partido revolucionario, etc., son tareas urgentes. Para ello, la coordinación de las fuerzas políticas revolucionarias debe ser una obligación prioritaria, que permita profundizar la crisis del Gobierno, la educación de las masas y el fortalecimiento de un programa revolucionario.
Rechazo a la Reforma Curricular.
Que renuncie la Ministra Cubillos.
Por una reforma educacional democrática con la participación de todos los sectores.
Por soluciones concretas al petitorio docente.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.