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El plan perfecto

Fuentes: Rebelión - Imagen: James Ensor, "Esqueletos disputándose un arenque".

¿Es la derecha que gobierna el Ecuador? O algo peor y con otro nombre.

“Hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal y como yo las hago”. 1

El monetizable amor al prójimo

Título y epígrafe lo valen, para retratar el Ecuador de estas semanas. Y cumplen, sin fallar ni un punto y coma, con describir las intenciones de la gavilla que cree esto es de ellos mientras dure. Son los camajanes de la tribu económica que gobierna antiguos vientos y nuevas tempestades en el Ecuador de hace un lustro hasta hoy. Esa tribu extra derechosa está en su papayal. Aquello que es viento devastador para la gente de las barriadas para el clan gobernante es dulce y suave brisa. Y esos vientos deliciosos producen ganancias económicas en bruto, pero esos dineros se los guarda lejos de Ecuador. Las tempestades sociales tienen a millones de familia merendando crudo el miedo. Otra vez aquello que para la gente de las barriadas es tormento diario y con adicionales, para la tribu mandataria es felicidad económica; no es chiste, aunque lo parezca, para la tribu todo es monetizable hasta las penurias de millones de familias ecuatorianas. Allá en su aposentos todo debe ser gozo y gozadera. El grupo tribal goza lo mal que les va a sus ingenuos electores que se la tragaron gruesa y rasposa, para que ellos tuvieran sus cinco años de domingo de pascua. Se incluye la presidencia de Boltaire Moreno (algunos le llaman Lenin).

Boquiabiertismo, fase de transición al descontento

Ecuador está mal, muy mal, gobernado por la derecha ultra reaccionaria. Es el decir desde el allá popular y bastante jodido de admitir el error electoral. En cambio para esta derecha geométrica es casi el paraíso. ¿Derecha? Creo es hora de buscar y encontrar una nominación más precisa y alegórica, porque la actual, al menos para las Américas, ya no tiene equivalencias. Son anacrónicas. La identidad política con sus infinitos deseos económicos no coincide “ni un tantito así”. Nada. Es igual en Brasil que en Argentina, en Colombia que en Perú. Y la gente ecuatoriana ya padece cinco años de vía crucis. Esta derecha americana desorganiza el sistema político para organizar ‘su’ economía. El presidente Guillermo Alberto Santiago Lasso Mendoza (GASLM) sabe, y muy bien, que el fin (el suyo) justifica todos los medios posibles, aun si para satisfacer sus deseos le hace tanto culebreos a la legalidad constitucional que el país sufre boquiabierto este imprevisto despelote institucional. La calle democrática suele llamarlo por lo que es hasta las últimas consecuencias, el banquero. Es el Gobierno del banquero, así sin más. Este jazzman diría ‘de los banqueros’, pero quizás sería repartir la mala fe económica del gobernante, aunque el beneficio es tribal. Una de estas mañanas escuchaba en un medio (ultra) tradicional que el país, Ecuador, “va por buen camino”. Сукин сын!2 Fue la respuesta a nadie, porque estas mañanas de enero, igual que las del año pasado, sirven ejercitar el malhumor en soledad. Es como feng shui atrabiliario y políticamente inútil.

Duda no cartesiana

¿Derecha? ¿Es la derecha que gobierna el Ecuador? O algo peor y con otro nombre. Aquellos que habitamos la diversidad literaria de Rebelión tenemos amistades del otro lado. Del lado adverso al siniestro. Esas amistades de la diestra, en algunas conversaciones presumen de sus ideas, usan el recetario de calificativos (nosotros también) y nos recuerdan las equivocaciones históricas. Si en algo empatamos es en las cuestiones democráticas, cada quien desde donde cree que es mejor avanza hacia la felicidad terrenal de la gente. Socialismo. Capitalismo. Ahora mismo esta ¿derecha? ni siquiera habla de capitalismo, del clásico, por favor; su discurso simple y brutal es la aporofobia con adornos florales y aromas de ritos religiosos. O al revés, la santificación de la riqueza absoluta en una tribu pequeñita y despiadada. Los héroes de esta ¿derecha? Son Trump, Bolsonaro, Uribe y otros de parecida naturaleza ideológica. La paradoja es que compraron el discurso de la izquierda con metáforas y analogías para conseguir electorado. Y tienen masas electorales. Su fidelidad es asombrosa sin importar que en lo cotidiano vayan para peor. Suben o bajan, según la geografía del barrio, a vitorear a quienes lo convencieron que la culpa es de un enemigo oportuno e indescifrable (importa poco) llámese “correísmo”, “castro-chavismo” o el ‘enemigo’ del momento. La culpa es de… Toda una profesión de fe política, incluye alborotos religiosos por el lado del apocalipsis (jamás del “ama a tu prójimo como a ti mismo”) con toda la parafernalia de culpa y castigo para los empobrecidos.

Sueldo para los cigarrillos

El plan es perfecto, demasiado como para que la ciudadanía lo descubra, ejecutado al disimulo casi sin prensa y por caciques tribales prehistóricos, por eso se alzan con el altar (el patrio o el de los santos laicos) y las empresas públicas ecuatorianas como limosnas. Aun así algunos ejecutores de estas sapadas se sienten mal pagados, reclaman para ellos el mismo sueldo de Mark Zuckerberg. Además descoyuntar empresas públicas, para entregarlas a tribus nacionales con disfraz extranjero, no es favor patriótico. Este jazzman no está para competir con Robert L. Ripley y su sentencia (Believe It or Not!). Aunque ustedes no crean en la verdad de estas líneas, resulta que es así. Exactamente así. Es “el proyecto de sociedad más destructor, autoritario y concentrador de riquezas de la historia”3 ecuatoriana. El truco genial e infame es la consulta popular. Hay preguntas que tienen el mismo sentido de: quieres que se joda al país (a nuestro favor), ¿sí o no? Estas tribus dinosáuricas, más que por ser paleolíticas es porque son depredadoras, arruinaron la institucionalidad ecuatoriana y los remanentes administrativos actuales están entre ilegalidad e ilegitimidad. La devastación institucional es el truco perfecto para los resultados del plan. Su plan.

Bling bling neo pentecostal

Parafraseando a Joaquín Sabina, este plan para la gente de las barriadas ecuatorianas es “inútil como el libro del porvenir”, pero encuentra mentes y corazones agradecidos. Las miles de horas mediáticas gastadas en convencernos que el diablo vive en Bélgica y vendría a convertir al Ecuador en… ¿Venezuela?, ahora tiene estas consecuencias. O el narcotráfico es el becerro dorado y adorado por la propaganda tribal. La culpa es de… quien se le ocurra al banquero. Desde la falta de mantenimiento de las termoeléctricas hasta los que están necios con el no, todos y todas transitan esas rutas. Y si eso falla, se recurre al caradurismo para mentir con suficiente impavidez. No es invento ecuatoriano, qué va, son las estrategias de la ultra ¿derecha? Sin importar el país. Brasil o Estados Unidos. Argentina o Italia. Estas tribus prehistóricas adaptadas al siglo XXI han reciclado todas las experiencias obsoletas con cierto bling bling atractivo para una parte de la ciudadanía que se las ha creído y hasta las defiende. En efecto, no les falta electorado para satisfacer sus enormes ansias económico-políticas. Inventan enemigos de manual sea líder o lideresa políticos, les viene cómodo el apellido o el origen social. Una indefinible idea se la explica con un constructo balurdo, por ejemplo, como cosa fantasmal impresionable, mitología enrevesada al gusto popular, deformación absurda de la realidad, creación mediática de paraísos e infiernos, etcétera. Y se han encontrado un aliado inestimable en esta batalla económico-política: el neo pentecostalismo. “El pentecostalismo, una forma de cristianismo evangélico, surgió como motivo de preocupación porque ha empezado a moldear con ideas países, […] siendo clave en los esfuerzos por transformar a estas poblaciones en la base de masas de la nueva derecha4. Esta manipulación ideológica del empobrecimiento de la gente de los barrios latinoamericanos tiene el terrible swing del espejo: el pobre odia su pobreza y a sí mismo porque es castigo de Dios. Aporofobia culpable y autárquica.

1 Frase del filme Casino, dirigido por Martin Scorsese. La frase le corresponde al personaje Sam Ace Rothstein, interpretado por Robert De Niro.

2 Hijueputa, en ruso.

3 Frase tomada del artículo El asalto a los tres poderes de Brasil: un análisis en clave social, Leonardo Martins Dias, publicado en El País digital, del 16 de enero de 2023.

4 Los peligros del neoliberalismo religioso en el Estado de austeridad, Vijay Prishad, Instituto Tricontinental de Investigación Social. Tomado de Rebelión. Link: https://rebelion.org/los-peligros-del-neoliberalismo-religioso-en-el-estado-de-austeridad/

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