Esta conferencia quiere ser una aproximación, entre sociológica y teológica, al pluralismo en la Iglesia católica, tema central de este Curso de Verano que generosamente me invitó a dirigir Alfonso Pérez Agote, catedrático de Sociología de la Complutense y director de los Cursos de Verano, a quien deseo expresar mi agradecimiento por su confianza. La […]
Esta conferencia quiere ser una aproximación, entre sociológica y teológica, al pluralismo en la Iglesia católica, tema central de este Curso de Verano que generosamente me invitó a dirigir Alfonso Pérez Agote, catedrático de Sociología de la Complutense y director de los Cursos de Verano, a quien deseo expresar mi agradecimiento por su confianza.
La estructura del curso y los participantes responden estrictamente al título. En él están representadas las diferentes tendencias ideológicas que se dan hoy en la Iglesia católica: la jerarquía eclesiástica, los movimientos cristianos de base, los movimientos institucionales de solidaridad, los movimientos cristianos de mujeres y algunas de las principales corrientes teológicas actuales: teología de la liberación, teología feminista, teología de las religiones… Todos ellos tienen voz y pueden expresarse en un clima de libertad y de creatividad, sin dogmatismos ni censuras, con luz y taquígrafos, como corresponde al entorno universitario en el que se celebra el curso.
Creo que es una de las experiencias más logradas de diálogo, discusión e incluso confrontación entre tendencias con frecuencia en conflicto y con intereses ideológicos enfrentados y a veces contrapuestos, que se encuentran en un plano de igualdad, donde el valor no radica en la autoridad jerárquica o en el poder eclesiástico, sino en la capacidad argumental de los contertulios. Se trata de un ejemplo de encuentro de personas que escuchan las razones del otro, de la otra, del discrepante, al tiempo que exponen las suyas con respeto, pero sin necesidad de llegar a consensos.
Me gustaría que la experiencia sirviera de ejemplo para que, propiciada por autoridades universitarias o por intelectuales católicos de diferentes tendencias, por la propia jerarquía o por los seglares, pueda llevarse a cabo en el seno de la Iglesia católica sin exclusiones, ni anatemas. Este ha sido el deseo que he expresado al cardenal Carlos Amigo, que ha participado en el Curso de verano con una conferencia sobre «El compromiso de la Iglesia con los pobres».
El punto de partida de esta conferencia es el concilio Vaticano II, que constituye, a mi juicio, el comienzo de un amplio y nuevo pluralismo en el mundo católico. Dividiré la exposición en dos partes. En la primera trataré de la significación histórica, religiosa, cultural y social el concilio Vaticano II como el final de la larga etapa del régimen de Cristiandad y el comienzo de un nuevo paradigma, de una breve pero intensa primavera eclesial. En la segunda analizaré los diferentes modelos de catolicismo que conforman el pluralismo eclesial hoy, entrándome en cuatro: el catolicismo cultural, el integrista, el institucional y el crítico. Haré una caracterización general de cada uno de ellos destacando los aspectos diferenciales. Lo que ofrezco a continuación un guión que desarrollaré más ampliamente cuando publiquemos el libro en septiembre del presente año.
1. Punto de partida: Concilio Vaticano II (1962-1965)
a) Salida («tumba», Glez Ruiz) de la cristiandad triunfante considerada consustancial al cristianismo durante 16 siglos.
– Fin de las multiseculares alianzas selladas entre el trono y el altar. Discurso Juan XXIII en la inauguración del Vaticano II: la defensa de la Iglesia por parte de los príncipes constituyó «un perjuicio espiritual y un peligro».
– Final de una larga etapa de anatemas y condenas contra la Modernidad y sus principales manifestaciones políticas, filosóficas, sociales, culturales y diálogo multilateral con la cultura moderna marcada por la increencia. (ateísmo, agnosticismo, indiferencia religiosa). Diálogo con la historia (Suenens).
b) Revolución copernicana: cambio de paradigma en la concepción de la Iglesia:
– En la definición de la Iglesia: misterio, pueblo de Dios, comunidad de creyentes, frente a la definición anterior de «sociedad perfecta».
– Concilio de reformas positivas más que de castigos; de exhortaciones, más que de anatemas (Montini). Asume el principio luterano «Ecclesia semper reformanda». Reforma estructural, no simplemente organizativa.
– Capítulo 2: Iglesia, pueblo de Dios; capítulo 3: Índole jerárquica de la Iglesia. Aquí el orden de factores sí altera el producto.
c) Relaciones Iglesia-sociedad-mundo:
– No por encima, ni contra el mundo como enemigo, no al margen o como juez que condena el mundo, sino en el mundo
– No visión negativa, no huida del mundo, sino visión esperanzada, optimista.
– Mundo: no espacio de condenación, sino escenario de salvación.
– Identificación con los gozos y las esperanzas, las alegrías y las tristezas de los seres humanos, especialmente de los que sufren
d) Valoración positiva y emancipadora de la secularización (GS 34):
– Autonomía de las realidades temporales
– Sociedad y naturaleza: se rigen por sus propias leyes, que el ser humano tiene que descubrir; poseen consistencia, verdad, bondad y orden propio.
– autonomía de cada ciencia y arte.
– Incorporación del pensamiento crítico y de las ciencias sociales en las ciencias sagradas.
2. Pero en los textos del Vaticano II perviven dos concepciones de Iglesia difícilmente armonizables:
a) – Eclesiología comunitaria-horizontal y eclesiología jerárquico-vertical-patriarcal
– Diferencia no de matiz sino sustancial, entre clérigos y laicos, entre sacerdocio común de los fieles y ministerio ordenado.
– Nota Previa de la LG, exigida por Pablo VI: la Constitución Lumen gentium debe interpretarse a la luz de la definición de la infalibilidad del papa del concilio Vaticano I.
b) De ahí van a surgir tres tendencias difícilmente conciliables que van a continuar durante todo el posconcilio y que llegan a nuestros días:
– Tendencia renovadora (teólogos y obispos centroeuropeos)
– Tendencia conservadora (cardenal Wojtila, obispos españoles…)
– Tendencia integrista (Lefébvre)
c) Diferentes sensibilidades de los papas del concilio y del posconcilio:
– Juan XXIII: carismático y profético
– Pablo VI: Intelectual hamletiano; de la apertura al conservadurismo
– Juan Pablo II: neconservadurismo, restauración de la cristiandad; modernidad en las formas, crítico de la modernidad en el fondo; doctrina social rítica del capitalismo.
-Benedicto XVI: teólogo tradicional enfrentado con la modernidad y con la teología de la liberación y contrario al pluralismo religioso.
3. Tendencias plurales en el catolicismo hoy
La Iglesia católica no es monolítica, sino realidad plural en todos los campos.
– La mayoría de las tendencias apelan al Vaticano II como punto de apoyo arquimédico, menos la integrista que lo combate y busca su fuente de legitimidad en el concilio de Trento (1545-1563) y el modelo de contrarreforma que pone en marcha.
– Las diferencias entre los distintos modelos no son sólo de matiz, como a veces se quiere hacer ver, sino que tienen lugar en cuestiones fundamentales y disciplinares: de fe, de modelo de Iglesia, de interpretación de la Biblia, de moral, de liturgia, de sacramentos, celibato, ordenación de las mujeres…
– Estamos ante tendencias en conflicto con peligro real de ruptura, sin apenas diálogo, con críticas las unas de las otras y veces con actitudes numantinas. Es un conflicto no disimulado, sino abierto y público. Tres ejemplos en la Iglesia Vasca:
* Oposición del clero guipuzcoano al nombramiento del obispo Munilla.
* Condena del libro de J. A. Pagola: Jesús. Aproximación histórica
* Amenaza de sanciones de monseñor Munilla al teólogo franciscano José Arregui.
La tipología que propongo no es exhaustiva, sino sólo indicativa. Voy a centrarme en cuatro modelos de catolicismo: cultural, integrista, institucional y crítico (de base)
4. Catolicismo cultural
«En España todos somos culturalmente católicos» (Sánchez Ferlosio)
Tiene su reflejo en las encuestas, sin bien es descendente: en los últimos años, del 77% que se declaraban católicos a 71%.
Características:
a) Catolicismo: elemento fundamental de la identidad social y cultural de España.
– Mayoría de las fiestas nacionales se corresponden con fiestas católicas.
– Fiestas patronales (misa, procesión): se corresponden con las fiestas populares.
– Semana Santa y Navidad: incorporación de los símbolos religiosos al folclore y la cultura populares (procesiones), al ámbito familiar, a los espacios públicos (belenes…)
b) Sacramentos: no símbolos religiosos, sino actos sociales puntuales, sin continuidad: funerales, bautizos, bodas, primeras comuniones, matrimonios….
c) no implica adhesión a la doctrina, a los dogmas de la Iglesia ni a la moral católica oficial: catolicismo sin dogmas ni moral institucional.
5. Catolicismo integrista
a) Añoranza del Antiguo Régimen:
– España, reserva espiritual de Occidente
* Monarquía católica: alianza indisoluble Trono-Altar
– Críticas a la monarquía cuando, respetando la voluntad popular y las mayorías parlamentarias, firma leyes que entran en conflicto con la fe y la moral católicas.
– No separación Iglesia-Estado.
– Defensa de los símbolos católicos en el espacio público.
– Unidad de España, bien moral. Cardenales Cañizares y Rouco: oraciones para preservar la unidad de España.
b) Iglesia, figura del papa: papolatría, tradición y concilios:
– «Fuera de la Iglesia no hay salvación»: teología exclusivista
– Contra la reforma de la Iglesia
– Contra el ecumenismo y el diálogo interreligioso
– Xenofobia, sobre todo hacia inmigrantes de otras tradiciones religiosas distintas del cristianismo
– Papa: referencia central de la fe y punto de apoyo arquimédico
– Acompañamiento y aclamación en los viajes
– Divinización de su figura: Juan Pablo II, Benedicto XVI.
– Trento y Vaticano I: Concilios de referencia absoluta; apelación constante a sus enseñanzas dogmáticas y disciplinares
– Rechazo del Concilio Vaticano por herético, reformista y desviado de la tradición.
c) Doctrina: dogma sin hermenéutica. Teología perenne. Denuncia de los teólogos heterodoxos.
d) Mujer, familia y moral:
– Defensa y protección de la familia como célula básica de la sociedad y forma primaria de cohesión social-
– Familia patriarcal: mujer como madre, esposa, cuidadora, «ángel del hogar»
– matrimonio indisoluble como ley natural; consideración del divorcio como destrucción de la familia.
e) Cauces de expresión de esta ideología integrista:
– Internet bajo anonimato
– Prensa
– Actos de masas
6. Catolicismo institucional
a) Estructura jerárquico-patriarcal-vertical: centralidad de la jerarquía: papa, obispos, sacerdotes, clérigos, y de las instituciones religiosas que se pretenden salvaguardar: obispados, parroquias, congregaciones religiosas…
– Falta de democracia.
– Seglares: colaboradores en el apostolado jerárquico, sin autonomía
b) Importancia del buen funcionamiento de la institución:
– A través de la cadena de mando vertical: papa, obispos, sacerdotes, cristiano@s y de instituciones estables
– A través de unas instituciones educativas que reproducen la ideología del sistema: escuelas católicas, clases de religión en colegios, seminarios, universidades, católicas, facultades de teología
– A través de unos medios de comunicación que informan sobre la vida oficial de la Iglesia católica (preferentemente de la jerarquía).y transmiten la ideología conforme al magisterio y a la doctrina social de la Iglesia
c) Sacramentalismo: administración de los sacramentos, centro de la actividad pastoral de los sacramentos con catequesis presacramentales: bautismo de infantes, primeras comuniones, confirmación, bodas entierros, funerales
d) tendencia a los actos rituales masivos con más componente social que religioso.
e) Actividades caritativas, de promoción social, de solidaridad con el mundo de la marginación y la exclusión social en el primer Mundo y ene. Tercer Mundo.
f) Cauces de expresión: encíclicas, cartas pastorales, boletines diocesanos, hojas parroquiales, etc.
7. Catolicismo crítico
Está constituido por movimientos, organizaciones, colectivos, generalmente en redes v. c. «Redes cristianas») de base, corrientes teológicas renovadoras, sacerdotes obreros, religiosos y religiosas en barrios, comunidades de base, parroquias populares, colectivos de mujeres, grupos de diálogo ecuménico interreligioso, movimientos apostólicos especializados.
Estos colectivos son muy plurales por razones sociales, geográficas, étnicas, sexuales, ideológicas, etc. Pero tienen elementos comunes que paso a exponer:
a) Apelación al Evangelio como norma de conducta y criterio ético.
-Centralidad de la figura de del Jesús histórico como persona libre y liberadora, crítica del sistema religioso y político, que opta por los pobres y excluidos, muere como consecuencia del conflicto con las autoridades religiosas y políticas y de la denuncia de las injusticias y de la proclamación del reino de Dios como Buena Noticia para los pobres y Mala Noticia para los ricos.
b) Apelación al concilio Vaticano II como referente magisterial, sobre todo LG, GS, Constitución sobre la Revelación, Declaración de Libertad Religiosa…
c) Centralidad de la ortopraxis sobre la ortodoxia:
– Ubicación en el mundo de la marginación social y de la exclusión cultural y en el seno de los movimientos sociales, de los movimientos alterglobalizadores.
– Compromiso socio-político a nivel personal y comunitario.
– Opción por los marginados como exigencia fundamental y criterio de autenticidad de la fe cristiana.
– Denuncia profética.
d) Relación crítica, dialéctica con la jerarquía y la Iglesia institucional:
– Crítica de la estructura jerárquico-patriarcal de la Iglesia, de su alejamiento de los pobres, de su excesivo celo por la ortodoxia y su poca preocupación por la lucha por la justicia.
– Sentido comunitario de la fe y vivencia del cristianismo en pequeñas comunidades.
– Democratización de la Iglesia y defensa de los derechos humanos y de las libertades dentro de la Iglesia y ejercicio práctico de la democracia y los derechos humanos en la vida de las comunidades,
e) Desclericalización de la Iglesia y protagonismo de los seglares
– Igualdad radical de todos los creyentes: hombres y mujeres, clérigos y laicos, jerarcas y cristianos de base.
f) Despatriarcalización de la Iglesia y protagonismo de las mujeres:
– Las mujeres como sujetos morales, políticos, cívicos, religiosos, eclesiales, teológicos.
– Acceso de las mujeres al ámbito de lo sagrado: ordenación sacerdotal de las mujeres.
– Acceso a los estudios y a la docencia de la teología.
– Acceso a la interpretación de los textos sagrados desde la perspectiva de género.
– Defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
g) Desacralización de la sexualidad:
-Concepción unitaria, no dualista, del ser humano.
– La sexualidad como cauce de comunicación interhumana
– Respeto hacia las diferentes formas de vivir la sexualidad, siempre que tengan lugar dentro de unas relaciones no opresivas ni dominadoras.
– Vivir la sexualidad como experiencia gozosa, no como fenómeno traumático y pecaminoso.
h) Desoccidentalización de la Iglesia católica y autonomía de las iglesias locales:
– Diversidad cultural y religiosa.
– Diálogo ecuménico entre las diferentes iglesias cristianas
– Diálogo interreligioso e intercultural en un plano de igualdad, sin jerarquizaciones previas.
– Teología intercultural e interreligiosa de la liberación.
i) Desdogmatiación y etización de la Iglesia.
– El dogma divide, separa
– la ética acerca, une en torno a un proyecto común.
j) Carácter histórico del catolicismo, que implica:
– Reforma permanente de la Iglesia
– Respuesta a los nuevos signos de los tiempos: globalización, revolución biogenética, feminismo, ecología, revolución informática, alterglobalización, pluralismo religioso y diversidad cultural
– Trabajo por la justicia a través de movimientos de solidaridad.
[Enviado por Eclesalia].
* Director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones «Ignacio Ellacuría», Universidad Carlos III de Madrid
Fuente: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1&lang=ES&cod=49906