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Escalona o Isabel Allende, más de lo mismo

El PS en la era neoliberal

Fuentes: Punto Final

El 19 de abril se cumplen 82 años de la fundación del Partido Socialista de Chile. Y el domingo 26 se efectuarán las elecciones internas de ese partido que ocurren en un contexto de descrédito de la elite política gatillado por hechos de corrupción entre los que también están mencionados militantes socialistas. Entre las denuncias […]

El 19 de abril se cumplen 82 años de la fundación del Partido Socialista de Chile. Y el domingo 26 se efectuarán las elecciones internas de ese partido que ocurren en un contexto de descrédito de la elite política gatillado por hechos de corrupción entre los que también están mencionados militantes socialistas.

Entre las denuncias está el caso Caval, que ha involucrado al hijo de la presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, y a su esposa, Natalia Compagnon, ambos socialistas, en el tráfico de influencias. Eso llevó al ex presidente del PS, Gonzalo Martner y a la dirigenta sindical Cecilia Morelia González, a efectuar una denuncia ante el Tribunal Supremo del partido. Sin embargo, Dávalos y Compagnon renunciaron al PS, frustrando la denuncia. Por otra parte, se encuentra imputado por fraude al Fisco el diputado Cristian Urízar y asesores del senador Fulvio Rossi están siendo investigados por sus nexos con SQM.

Las cuatro listas en competencia en el PS son Juntos Somos Más, encabezada por Camilo Escalona Medina; Nueva Mayoría Socialista, de la senadora Isabel Allende Bussi, hija del presidente Allende; Tercera Vía-Socialistas por la Asamblea Constituyente, de los dirigente Alfonso Guerra Muñoz y Jaime Fuentealba, y Frente Allendista y Nacionalización, de Enrique «Kico» López y Julián Alcayaga. Las dos primeras agrupan a corrientes liberales actualmente mayoritarias en el socialismo. El PS apoya la economía de libre mercado aunque hace críticas moderadas en la perspectiva de impulsar reformas que moderen la desigualdad social. Las otras dos listas, minoritarias, se acercan más a la tradición socialista y demandan un cambio del sistema económico imperante.

Los sectores que apoyan a Camilo Escalona, ex presidente del partido y ex senador, y a Isabel Allende, intentan aparecer como la mejor alternativa para apoyar a la presidenta Michelle Bachelet, militante PS. La influencia de Escalona es mayoritaria en los puestos de gobierno e incluye algunos nombres claves como el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, y el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy. La fuerza de Isabel Allende está en el Congreso: 12 de los 17 diputados y 4 de los 6 senadores socialistas.

Algunos trascendidos aseguran que la presidenta Bachelet prohibió a los funcionarios de gobierno involucrarse en la elección, pero es muy difícil fiscalizar el cumplimiento de esa presunta instrucción. El Partido Socialista es hoy una organización clientelar y gran parte de sus militantes activos y dirigentes son funcionarios del Estado. De cara al resultado de la elección, es presumible que Escalona capitalice la mayor presencia de partidarios en el gobierno, pero el apoyo parlamentario le entrega a Isabel Allende una ventaja en la red clientelar de los diputados y senadores que la respaldan. Por eso se estima que será una elección reñida entre ambos candidatos.

Los alcaldes son otra fuente de votos para las candidaturas: Sady Melo (El Bosque), Julio Palestro (San Miguel), Mario Chicardini (Copiapó) y Mauricio Villambres (Quilpué) están con Isabel Allende; Johnny Carrasco (Pudahuel), Miguel Angel Aguilera (San Ramón) y Gervoy Paredes (Puerto Montt) apoyan a Escalona; Gonzalo Durán (Independencia) es candidato en la lista de Tercera Vía-Socialistas por la Asamblea Constituyente.

El presidente del PS es elegido de manera indirecta por el Comité Central que sea electo el domingo 26 de abril. Si una lista no logra la mayoría absoluta, Escalona o Allende tendrían que pactar con otros el apoyo para ocupar la Presidencia. El padrón oficial del PS afirma contar con 120 mil militantes inscritos.

 

NUEVA MAYORIA SOCIALISTA

PF solicitó entrevistas a Escalona y Allende que no fueron negadas pero tampoco aceptadas. Por lo cual entrevistamos a representantes de sus listas.

El diputado Leonardo Soto afirma que la lista que encabeza Isabel Allende quiere un estilo más horizontal de conducción para el PS. El propósito es permitir la participación de todas las corrientes internas. Esta lista apoya las reformas que impulsa el gobierno, incluyendo una nueva Constitución. «Algunos en esta lista creemos que la Constitución debe surgir de una Asamblea Constituyente y no de un grupo de expertos o de una Comisión Bicameral, como plantea Escalona, que habla de graduar las reformas y de concentrar los esfuerzos en ciertos objetivos».

Leonardo Soto admite que hay una crisis de credibilidad generalizada. Afirma que el cuestionamiento a la elite política y financiera impone que el ciudadano de a pie sea protagonista en la resolución de la crisis. «Sería un grave error ponerse de acuerdo total o parcialmente en el ámbito de la elite; es ineludible encontrar mecanismos de democracia directa que convoquen a la gente a pronunciarse. La presidenta debiera llamar a un plebiscito y consultar a la ciudadanía si quiere una nueva Constitución y a definirse entre una Comisión Bicameral o una Asamblea Constituyente. Los que han sido parte del problema no deben cocinar un acuerdo a espaldas de la ciudadanía».

 

JUNTOS SOMOS MAS

El diputado por Rancagua, Juan Luis Castro, dice que la lista que lidera Camilo Escalona representa el «profundo sentir de las bases» y busca reagrupar al PS en torno al apoyo a la presidenta Bachelet, rectificando la línea política vacilante del partido, cuya organización se ha desarticulado en los últimos años.

«Impulsaremos una política de probidad muy clara para terminar con la corrupción. Quienes cometan delitos deben ser sancionados, porque no queremos en el partido a quienes aparezcan directa o indirectamente relacionados con faltas a la probidad. Si un socialista golpeó las puertas de SQM para pedir plata, ha traspasado una frontera ideológica infranqueable, incurriendo en un acto moralmente deshonroso y por lo tanto, no debe seguir militando en el PS».

Castro señala que esta lista postula mayor presencia de la Nueva Mayoría en el gobierno y que el liderazgo de la presidenta Bachelet debe manifestarse mediante un cambio de gabinete que abra una nueva etapa con un fuerte reproche ético a todos los hechos de corrupción. Opina que la Comisión Engel constituye una oportunidad para elevar los estándares de probidad y calidad del sistema político, garantizando un acuerdo para impedir que nuevos hechos de corrupción vuelvan a ocurrir. Plantea además que el gran objetivo a lograr por este gobierno es el cambio de la Constitución Política.

 

TERCERA VIA-SOCIALISTAS POR

LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE

Según Alfonso Guerra Muñoz, dirigente histórico del ala izquierda del PS, la coyuntura exige definiciones de un Partido Socialista que hasta ahora ha optado por mantener el modelo libremercadista, consolidando un pensamiento liberal que lo ha llevado a ser un factor de consolidación de un modelo perjudicial para las grandes mayorías.

Alfonso Guerra no plantea un cambio radical del sistema, sino un cambio de rumbo para disminuir la profunda desigualdad con cuotas crecientes de justicia social. «El cambio debe revertir la espantosa asimetría existente en la relación capital-trabajo, para colocar ambas fuerzas en un punto de mayor equilibrio en la distribución de la riqueza». Piensa que el proyecto de reforma laboral del gobierno marca el comienzo de ese proceso. «Este paso es mejor que nada. Es una reforma insuficiente y exige la participación de los trabajadores en defensa de sus intereses contra este modelo que los perjudica. Mientras el movimiento sindical no recupere su capacidad de negociar unido, habrá millones de personas dispersas defendiendo intereses individuales».

Según Guerra, el dirigente que representa con mayor claridad el pensamiento liberal al interior del PS es Camilo Escalona. «Su concepto liberal del gradualismo favorece la continuidad del sistema. Después de 25 años de gradualismo, los grandes perjudicados han sido los trabajadores», agrega.

Afirma que su lista parte del principio que los problemas debe resolverlos el pueblo y no una elite, para llegar a una Asamblea Constituyente en que se exprese la opinión mayoritaria de la sociedad chilena. «La sociedad está bien organizada: las 26 mil organizaciones de la sociedad civil existentes deben ponerse en movimiento para debatir los contenidos de una nueva Constitución. No basta con cambiar la institucionalidad -añade Alfonso Guerra-; debemos encontrar también la manera de recuperar los valores humanistas que se han perdido bajo la dominación del neoliberalismo».

 

FRENTE ALLENDISTA

Y NACIONALIZACION

«Estamos empeñados en el rescate del patrimonio teórico-político del PS, cuyas ideas han sido desnaturalizadas por los sectores que controlan el partido», dice Héctor «Kiko» López. Piensa que Isabel Allende representa la renovación de derecha del partido y Escalona es «el pragmatismo desideologizado y oportunista». En esencia esas listas defienden lo mismo: el modelo neoliberal.

Kiko López afirma que disputar la hegemonía a los neoliberales al interior del PS sólo puede tener éxito mediante la presión del movimiento social desafiando simultáneamente a la institucionalidad y a la clase política. La experiencia demuestra que esos sectores se verán forzados a implementar medidas regulatorias que contribuyan a disminuir la tensión social. Recuerda que la reforma tributaria fue una respuesta directa a la presión del movimiento estudiantil.

«Nuestro objetivo político es hacer claridad en la base militante sobre lo que sucede en el país, aglutinar con flexibilidad táctica e intransigencia estratégica las fuerzas que quieren recuperar la identidad perdida del PS y prepararnos para una próxima batalla que consideramos más decisiva. No esperamos ser mayoría ahora, pero buscamos posicionarnos como una minoría significativa que contenga a los defensores del sistema capitalista en el PS. Trabajamos disciplinadamente por reencausar el partido hacia una identidad de Izquierda, incluyendo compañeros y compañeras que están ahora en la Nueva Izquierda (Escalona) o en las Grandes Alamedas (Isabel Allende)», concluye.

 

 

 

Publicado en «Punto Final», edición Nº 826, 17 de abril, 2015

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