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El Reich de Trump y la solución final

Fuentes: Rebelión

El Reich, expulsa, apoya el genocidio, reconoce a los suyos como raza superior y ataca la diversidad humana, justificando que todos los demás (migrantes) son victimarios, mentirosos y aprovechados integrando la historia de dos momentos, el de la esclavitud que trajo secuestradas a América más de 100 millones de personas y el del holocausto, que practicó el horror sobre más de 6 millones de migrantes en la Alemania tomada por los nazis. El nuevo Reich, “made in américa” está haciendo pruebas de laboratorio, apoyando abiertamente el genocidio en gaza y bloqueando el sistema internacional de diplomacia y reglas comunes y, segundo, con las expulsiones, de gentes formadas en fila, atadas con cadenas (pies, cuello, manos). Son migrantes latinos, tratados como esclavos de hace 500 años, invisibles para lideres opinión, partidos tradicionales y dueños del capital, que alegan por riesgos en sus negocios, sin condenar la caza de los débiles y victimizados migrantes. Ellos esperan del Reich recibir el trato de migrantes cultos, privilegiados y “elegidos” como los nazis lo hicieron.

    La base del programa Trump está centrada en la idea engañosa de proteger la seguridad nacional de los Estados Unidos, para ponerse por encima de cualquier norma, regla o acuerdo y en “libertad” cometer delitos, crímenes y vulneraciones a derechos en todos los lugares del planeta.  La arremetida antiinmigrante, en un país edificado por migrantes, tiene hondas similitudes al programa nazi de la solución final, aunque no es nueva la repatriación, solo que Trump agita una narrativa más restrictiva e inhumana, promete crueldad, acoso, persecución y como Hitler sostiene el programa de solución final  en un trípode de autoengaño similar, “primero sugirió que la guerra no era una guerra, segundo que la había originado el destino y no Alemania y tercero que era una cuestión de vida o muerte para los alemanes, es decir que debían aniquilar a sus enemigos o ser aniquilados” (Arendt, en Eichman y el holocausto). Con esta conducta Trump y su secretario de transparencia Musk (del tipo Goebbels), señala que su enemigo es el inmigrante animal, criminal, basura y toda su cultura del tercer mundo.

        Los nazis, llamaron ratas y cerdos a sus enemigos y con base en el engaño establecieron leyes para privar “legalmente” de derechos a los “elegidos enemigos” y cambiaron el sentido a las cosas, a las víctimas se les acusó de ser responsables por el macabro espectáculo que debían soportar sus asesinos y para no decir asesinato dijeron “derecho a una muerte sin dolor”, eutanasia humanitaria. Los nazis promovieron dos tipos de solución final, política y física, la primera significaba “expulsión” y la segunda, exterminio. Las aplicaron ambas, “migraciones por traslado” a campos de concentración y allí los exterminaron. Quizá Trump se quede solo en las expulsiones por repatriación y no haya lugar al exterminio, aunque ya habla del “campo de Guantánamo” (y quizá otro campo en Marte).

    Trump tiene la mira puesta en formar su reino propio y no por solo 8 años con reelección, por mil decía Hitler. En oriente apoya la solución final, la física, el genocidio, contra el pueblo palestino, a manos de descendientes sionistas de las víctimas del holocausto y en América latina aplica la solución política por repatriación. Las dos son partes del mismo cuerpo del Reich de Trump y son delitos contra la humanidad, perpetrado el uno en el cuerpo palestino y el otro en el cuerpo de la otra América, la saqueada, sometida y controlada por élites que esperan ponerse a la diestra del Reich. Migración es éxodo, destierro, desarraigo, huida, provocada por violencias y guerras ejecutadas en el sur que huye, pero estimuladas por el norte. Gentes huyendo de la escasez de alimentos y falta de oportunidades a consecuencia del bloqueo económico de EE. UU a países que no responden a sus lógicas, huyen de la sed resultante de las crisis climáticas y del control del agua privatizada. Son cercan de 300 millones en el mundo, 48 millones en Estados Unidos (el 14.3% de su población). Los migrantes son protegidos por instrumentos internacionales que reconocen su humanidad y promueven un trato con dignidad, seguridad, respeto y libertades y eliminar estas garantías es delito, crimen contra la humanidad.

     Trump, acompañado por las ultraderechas del mundo, ya se puso por encima de la ley universal. En esta etapa del Reich, ha dado continuidad más restrictiva a programas ya probadas como tolerancia cero que en 2018 separó a miles de familias, incluidos 5000 niños en la frontera con México; restricciones a las solicitudes de asilo; acuerdos de tercer país seguro, obligando a los solicitantes de asilo a pedir protección en esos países antes de llegar a EE.UU; expansión de deportaciones aceleradas para realizar expulsiones inmediatas de migrantes sin un debido proceso y posicionar el modelo de repatriaciones con lógica de esclavitud a la “raza inferior” del sur, antecedida de “jornadas de caza”

     Trump considera que así se logra la armonía global y rápidamente se acerca a las cifras de la primera deportación nazi de 20.000 judíos y 5.000 gitanos, solo que esta vez el desprecio se centra en los latinos, desafía las reglas globales, pero en nombre de ellas impone otras, certifica derechos humanos, define listados de buenos y malos, de demócratas y tiranos y ataca la ya débil capacidad de respuesta internacional (ONU, CPI, CIDH, OMS, ACNUR). Los migrantes son parte importante de la agenda global de la ultraderecha y las deportaciones una herramienta central para consolidar proyectos políticos que inician su tránsito con leyes raciales como las de Núremberg, discriminación, xenofobia, homofobia y ataques a la diversidad, como antesala de exterminio físico. Queda en espera la respuesta de movilización y presión de movimientos, organizaciones de derechos humanos y sectores populares, ojalá con una agenda latinoamericana unificada, contra el Reich “made in américa” y la ultraderecha global y reclamando respeto para los migrantes y que ninguna seguridad pueda ser excusa para imponer reglas diseñadas sobre engaños que violentan derechos humanos.

P.D. Sobre elementos del derecho de migración están: declaración universal de derechos humanos: nadie podrá ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes (art 5); todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica (art 6); toda persona tiene derecho a la protección de la ley (art 12). Adicionalmente: convención sobre estatuto de refugiados (1951) y protocolo (1967) que protegen y prohíben repatriación cuando vida o libertad corran peligro; convención internacional de protección de derechos de trabajadores migratorios y familias (1990); pacto mundial para migración segura, ordenada y regular (2018) con directrices para una gestión con enfoque en derechos humanos; convención americana sobre derechos (1969) que protege de expulsiones colectivas y garantiza el debido proceso. 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.