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Editorial de Liberación

El show anual de Ginebra

Fuentes:

Estados Unidos secundado siempre por quienes le temen o se venden para esa ocasión, cada año en el mes de marzo hace de la reunión anual de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la ONU que sesiona en Ginebra, el sitio donde pretende juzgar a Cuba. Desvirtuando el cometido que tiene la CDH, Estados […]

Estados Unidos secundado siempre por quienes le temen o se venden para esa ocasión, cada año en el mes de marzo hace de la reunión anual de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la ONU que sesiona en Ginebra, el sitio donde pretende juzgar a Cuba.

Desvirtuando el cometido que tiene la CDH, Estados Unidos con apoyo de aliados europeos viene desde fines de los 80 practicando una política selectiva de acusar a Cuba de supuestas violaciones de los derechos humanos, mientras jamás ha intentado sentar en el banquillo de los acusados ni a sus aliados que en muchos países del mundo practican asesinatos, desapariciones y torturas que han sido bien documentadas por organizaciones humanitarias y en muchos casos por la misma CDH. Menos aun permitir que allí se traten sus propios delitos, cometidos en los últimos años en su propio territorio después del 11-S, en la base de Guantánamo y en la prisión de Abuh Ghraib en Irak, donde las sevicias a los prisioneros fueron hasta filmadas y fotografiadas en detalle como si fueran souvenires por alegres torturadores norteamericanos.

El mismo Estados Unidos que viene practicando una política sistemática de extra-legalidad en materia de DD.HH., que se ha dado en llamar limbo jurídico dado que no reconoce ningún tipo de juridicción ni respeta ningún acuerdo internacional en lo que han denominado «prisiones tácticas» que tienen distribuidas por el mundo, desde Arabia Saudita a Afganistán, desde Yemen a la isla Diego García.

Entonces, a Cuba cada año por decisión imperial -por el hecho de a lo largo de décadas no permitir ser anexada por su poderoso vecino- intentan crucificarle en Ginebra.

El lunes un numeroso grupo de prestigiosas personalidades políticas e intelectuales de todo el mundo, verdaderos humanistas y demócratas, hicieron un llamamiento bajo el título de «Detengamos una nueva maniobra contra Cuba» (Ver página 9 en esta misma edición), donde denuncian esta escandalosa e inmoral maniobra: «Es un tratamiento manipulado y selectivo del tema para justificar la intensificación de la política de bloqueo y agresiones que violando el derecho internacional ejerce la mayor superpotencia del planeta contra un pequeño país.(…) El gobierno de Estados Unidos no tiene autoridad moral para erigirse en juez de los derechos humanos en Cuba, donde no ha existido un solo caso de desaparición, tortura o ejecución extrajudicial y donde a pesar del bloqueo se han alcanzado índices de salud, educación y cultura reconocidos internacionalmente.»

El canciller Felipe Pérez Roque al arribar a Ginebra el pasado martes, dijo que aún no se sabía con qué país patrocinador del proyecto de resolución anticubana podría contar esta vez Estados Unidos en la CDH: «Corren todo tipo de rumores, se dice que a lo mejor encuentran otra vez un gobierno lacayo en América Latina. Se habla también de que podrían conseguir uno de Europa del Este» .

Esto que algunos advenedizos o gobiernos entregados por egoísta conveniencia han venido permitiéndole a Estados Unidos, cuando cada año monta el show de Ginebra, (tal vez porque para ellos Cuba es un indeseable ejemplo o molesta presencia rebelde en la homogeneidad alcanzada por el salvajismo capitalista a nivel internacional), les ha hecho cómplices de una peligrosa maniobra, que intenta legitimizar los planes más agresivos que la administración Bush tiene reservados para la isla.