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Elecciones chilenas a las puertas

Fuentes: Rebelion

Mientras el chileno Andrónico Lucsic, uno de los hombres más ricos del mundo, compra un edificio en Madrid de 20 millones de euros en uno de los espacios más distinguidos de la capital de España, provistos por sus negocios bancarios y la explotación del cobre que debiera ser de todos los chilenos, ( emula a […]

Mientras el chileno Andrónico Lucsic, uno de los hombres más ricos del mundo, compra un edificio en Madrid de 20 millones de euros en uno de los espacios más distinguidos de la capital de España, provistos por sus negocios bancarios y la explotación del cobre que debiera ser de todos los chilenos, ( emula a su padre, ya fallecido, quien compró anteriormente un castillo en Croacia) y los ejecutivos ligados a la minería compran departamentos en Miami, las elecciones entran en su fase final con nueve candidatos presidenciales que no hacen sino mostrar la atomización de las fuerzas políticas del país y donde la izquierda (real) lleva las de perder por su falta de unidad . Para la definición de la primera vuelta del 17 de noviembre se ve en el horizonte, al parecer sin contrapeso el triunfo de la candidata y ex presidenta Michelle Bachelet cuya coalición política tiene como principal logro durante sus cuatro gobiernos anteriores el haber conservado el corazón del modelo económico neoliberal y su bastión político, la Constitución, heredada del genocida Pinochet y sus secuaces civiles. Secuaces políticos cuya mayor parte se encuentran cobijados hoy en la llamada Unión Demócrata Independiente (UDI) y sus aliados partidarios de Renovación Nacional. Ellos saben que perderán las elecciones pese a la arremetida tediosa y patética de su candidata Evelyn Matthei (hija de uno de los miembros de la Junta militar de la dictadura) que se pasea por el país prometiendo a los trabajadores todo aquello que combatió tras su paso como Ministra del Trabajo, puesto que desempeñó previa a su postulación presidencial. Matthei , fue la última opción de la derecha, previa una seguidilla de precandidatos que fueron cayendo tras una verdadera masacre que inició el retiro de uno de los hombres fuertes de la UDI Pablo Longueira, que ante su eminente derrota decidió retirarse aquejado de una depresión fulminante; luego vino Lorenzo Golborne empleado permanente y hombre de confianza de la alta burguesía chilena que se traía turbios e impresentables manejos en paraísos fiscales, hoy es candidato a senador por su irrefrenable vocación de servidor público; y, por último para repetir el argumento el principal político de Renovación Nacional que también previendo una segunda derrota ,ya que perdió su posibilidad de ser candidato de la derecha en las primarias, no aceptó ser el candidato y prefirió postularse a Senado pese a sus perentorias declaraciones que no persistiría en ser candidato a nada.

En la alianza formada para renovar la antigua Concertación por la Democracia (La Concertación) bajo el título de» Nueva Mayoría» para recuperar el gobierno con Bachelet y que ahora incluye a un diezmado Partido Comunista cuya diáspora, provocada por la adhesión a la Concertación por parte de su dirección política, ha dado origen a una serie de pequeñas agrupaciones de ex militantes cobijados bajo nombres como Consejos Comunistas, Unidad Comunista, Cultura Comunista, Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez . Todos ellos esperan que los tiempos cambien y junto a parte importante del movimiento estudiantil y al Partido Humanista, apoyan la candidatura del economista Marcel Claude cuyo programa se asienta fundamentalmente en el programa de la Unidad Popular: recuperación del cobre y los servicios básicos privatizados educación y salud gratuitos, nueva Constitución y una participación popular significativa en las decisiones del Estado. Proponen un gobierno anticapitalista y antineoliberal, que para llevarse a cabo, saben, necesariamente deberá empaparse del accionar del movimiento popular como principal actor.

La «Nueva Mayoría» que encuentra un respaldo mayoritario según todas las encuestas en curso no deja de tener dificultades en la articulación de su programa dado el amplio arco político que abarca desde sectores derechistas de la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista que piensa en un programa de gobierno avanzado de parte del conglomerado. Esto pone en oposición a estas colectividades sobre los formas y métodos para una Nueva Constitución, educación, energía, salud, trabajo, aspecto este último en que las actuales propuestas no satisfacen a la Central Unitaria de Trabajadores que exige cambios sustanciales en el Código del Trabajo y el regreso al sistema de reparto, en sustitución de las Asociaciones de Fondos de Pensiones. Bachelet deberá zanjar estas diferencias y en su futuro gobierno deberá decidir si para las transformaciones tiene como faro a los sectores populares o a las elites políticas y económicas que hoy le dan su apoyo y financiamiento.

Los otros seis y variopintos aspirantes presidenciales tienen como referencia máxima alcanzar un segundo lugar tras Bachelet; todos con igual nivel de incertidumbre frente a los resultados, ya que no se sabe el comportamiento de una masa de jóvenes que deben incorporarse como potenciales votantes ya que el votar no es obligatorio y las encuestas han perdido parte de credibilidad ya que en las anteriores elecciones municipales los resultados contradijeron la mayoría de las encuestas de opinión. En definitiva dos tercios de los chilenos, según algunos sondeos se encuentran indecisos y a eso se agrega que no se sabe ni estimativamente cuánta gente votará, ni en las presidenciales ni en las paralelas parlamentarias. Hay si, cierto consenso que los votantes jóvenes podrían cambiar el panorama. En Chile 710 mil jóvenes no trabajan ni estudian (1)  y en parte repletan las atestadas cárceles que contienen 267 presos por cada 100 mil habitantes, es decir, está en el quintil más alto de las cárceles del mundo. Los desertores del sistema escolar entre 7 y 17 años, según la encuesta Casen llegan a 82.323. En el paraíso neoliberal entre el 2001 y el 2012 la tasa de denuncias de delitos de mayor connotación social fue de 60,6 y en un gran parte de ellos están comprometidos jóvenes.

El nuevo gobierno deberá emplear en su accionar más de 60 mil millones de dólares en la administración del Estado, la pregunta es en favor de quien serán ser empleados: de las grandes mayorías o de los negociados del 10 % más poderoso del país. De esto dependerán las movilizaciones y tensiones sociales que enfrentara el futuro gobierno.



(1) Instituto Nacional de la Juventos en base a Encuesta Casen 2011 Normal 0 21 false false false ES-CL X-NONE X-NONE

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.