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Elecciones, la fuerza del correísmo

Fuentes: Rebelión

Bien se puede calificar a las elecciones locales y nacionales del pasado 5 de febrero como «históricas».

Hay que notar primero que más del 80% de los votantes habilitados fueron a sufragar . La mayoría de ellos confirmaron la validez del proyecto político de la Revolución Ciudadana rechazando categóricamente las campañas de odio, mentiras, persecución, exilio y encarcelamiento de sus partidarios. Por su voto mayoritario de rechazo contundente a la consulta popular, esta mayoría de ecuatorianos le dijo al presidente: “¡Váyase a su casa!”.

Además, esta votación desvaneció el fraude que estaban realizando los miembros del Consejo Electoral Provincial Electoral, puestos por el Partido Social Cristiano. Apenas terminadas la votación del domingo, proclamaban vencedoras a la alcaldesa Cynthia Viteri y a la prefecta Susana González, porque dos encuestadoras a ‘boca de urnas’ de los recién votantes decían falsamente que tenían 40% de votación contra 30% a los candidatos de la Revolución Ciudadana. Enseguida, varios canales de televisión y radios confirmaban la ‘elección’ de las dos ‘ganadoras’: ellas estaban listas para celebrar en grande su victoria en el Centro de Convención de Guayaquil donde todo ya estaba minuciosamente preparado. Querían repetir el fraude de las elecciones presidenciales del 2021, que quitó en la primera vuelta la victoria de Andrés Araúz, de la Revolución Ciudadana, y luego lo retrocedió al segundo puesto, poniendo a Guillermo Lasso con ganador… Felizmente, esta vez, desvanecieron estos planes perversos la presencia de numerosos veedores en las mesas de conteo de votos y la votación masiva desde el principio a favor de la Revolución Ciudadana, con un promedio de 10 puntos más, impidiendo el fraude… El local del Centro de Convención tuvo que ser abandonado por los socialcristianos a escondidas y sin ninguna explicación.

También se puede lamentar el silencio de la jerarquía eclesial, al punto que un comentador de un canal virtual explicó que, si bien no tienen que decir por quién votar, tienen que “denunciar los atropellos a los pobres y defender sus derechos”… atropellos a su dignidad por la falta de trabajo, de medicinas, de educación, de vivienda, de seguridad… y derechos a una vida digna, en paz, con empleos adecuados, salarios decentes, con seguridad social, con información verdadera, con bienestar compartido…

Los resultados de las elecciones son claros. Reflejan la derrota aplastante de los partidos de derecha como son CREO (Creando Oportunidades) de Guillermo Lasso y PSC (Partido Social Cristiano)… como también de un sinnúmero de ‘independientes’ que sólo buscan su interés personal. Estos resultados confirman la confianza mayoritria en 3 partidos políticos mas votados: Revolución Ciudadana con 9 prefecturas y más de 60 alcaldías, Pachakutik con 4 prefecturas, Izquierda Democrática con 3… (a confirmar por el CNE, Consejo Nacional Electoral). En cuanto al CPCCS (Consejo de Participación Ciudadana y Control Social) es confirmado gracias al ‘NO’ rotundo a la Consulta Popular y en él han sido elegidos 4 miembros sobre 7 de la Revolución Ciudadana.

Ya se escucha las consecuencias lógicas de esta votación nacional: “¡Fuera, Lasso, fuera!” y “¡Que se vayan todos!”, asambleístas y presidente, mediante la fórmula de muerte cruzada o disolución de la Asamblea y del binomio presidencia. Por otra parte, el CPCCS va a nombrar las autoridades de las mayores entidades del Estado que han sido varias veces prorrogados por el gobierno, el cual pensaba, con la victoria del ‘SÍ’, confirmarlas dos años más.

Este resultado ‘histórico’ de elecciones limpias ha sido posible gracias a la resistencia, la pujanza y la dedicación de las y los candidatos de la Revolución Ciudadana, apoyados por numerosas Organizaciones Sociales y Populares, como también por los muchos grupos y colectivos que se levantaron a su favor. Estas y estos trabajaron arduamente mediante visitas, reuniones, organizaciones, iniciativas y manifestaciones… para hacer conciencia de la realidad, de sus causas, de la necesidad y capacidad de cambiar mediante la acción colectiva y el compromiso político. Allí están los frutos.

De alguna manera se cumple la profecía del María, la madre de Jesús: “El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí. Dio un golpe con todo su poder: deshizo a los soberbios y sus planes. Derribó a los poderosos de sus tronos y exaltó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.” ¡Felicitaciones para los cristianos que se comprometieron en esta campaña electoral! Esa es la Iglesia que quiere Jesús: de los pobres y para los pobres, que responda a las exigencias de la construcción del Reino en el momento presente.

Ahora se trata de sacar los compromisos correspondientes y cumplirlos. Así iremos construyendo un futuro mejor para nosotros y las nuevas generaciones, para un Ecuador más equitativo, justo y digno y para unas Iglesias comprometidas con los pobres. Si los cambios que saltan a la vista provienen de una mayor conciencia y organización, tenemos que confirmar este camino y fortalecerlo. No podemos seguir hundidos en la pobreza, el desempleo, la violencia, la desorganización, el individualismo…

Organizarnos en numerosas asociaciones, nuevos grupos, comunidades fraternas y solidarias es la gran necesidad actual, para construir y defender un proyecto de país a favor de la vida y la naturaleza. Estas organizaciones sociales y populares son la conciencia y la guía de los partidos políticos progresistas y de los Asambleístas. Los cristianos debemos seguir formando Comunidades de vida, fraternidad y compromiso en nombre de nuestra fe. Debemos integrar las Organizaciones populares y los movimientos políticos afines. Así podremos cumplir lo que piden el papa Francisco y los obispos latinoamericanos reunidos en Asamblea Eclesial en México: “Construir la hermandad universal en la vida cotidiana mediante la fraternidad sin frontera, la amistad social, el amor político y una espiritualidad liberadora”.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.