Por fuentes fidedignas, conocimos que existe un entreguismo por parte de las Fuerzas Armadas del Perú al gobierno norteamericano. Prueba de ello es que, quien decide los mandos que deben asumir la conducción de las unidades militares, principalmente aquellas, con las que deben una relación directa con ellos, en zonas de conflicto de la selva peruana, es la embajada norteamericana en Lima.
A su vez, para que un helicóptero militar de Perú, vuele en su territorio propio, nacional, y máximo se traslade a zonas de selva o tierra, el gobierno y Las Fuerzas Armadas peruanas, tienen que pedir autorización a la embajada estadounidense, los cuales deciden si pueden o no, y en qué horarios.
Lamentablemente, EE. UU. ha convertido al ejército peruano, en una institución de defensa civil/administrativa, sin capacidades militares disuasivas, bajo el compromiso verbal que, en caso de cualquier situación bélica, ellos contribuirían a la defensa de la nación en estrecha coordinación, debido a su presencia física en el país.
Recordemos que, a través de la resolución 6018 del 5 de octubre del 2023, el Congreso peruano, autorizó el ingreso de tropas de EE. UU., para un ejercicio conjunto entre el 15-10- al 01/11/2023. Sin embargo, la realidad es que los norteamericanos, han reforzado con personal que no aparecen acreditados en cancillerías, pero que están autorizados por iniciativas legislativas del Congreso peruano, la CIA y la DEA en franca violación de las leyes nacionales, y con la protección del Ejecutivo de Dina Boluarte se mantiene haciendo operativos ilegales en países vecinos.
También, a partir de requerimientos operativos de la DEA, Perú ha llegado incluso a permitir que los norteamericanos inhabiliten radares de detección de avionetas de narcotráfico. Son los norteamericanos los que controlan algunas zonas geográficas de Perú. Por informaciones del Ministerio de Defensa, se conoció que en esas zonas llegaron a sumar 78 bases militares, y la última estadística del Comandante en Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Perú, General de División, Manuel Jesús Martín Gómez de la Torre Araníbar, el 1-7-2022, se habían reducido a 46 bases.
A su vez, la embajada de EE. UU., se encarga de comprometer los mandos militares de Perú, con prebendas y cursos de superación en EE. UU., ejemplo es el caso del actual Ministro del Interior Víctor Torres Falcón, el cual proviene de la región policial en el VRAE, en la región del Valle del Alto Huallaga y el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro, que representan el centro productor de la cocaína en el Perú, donde estrechó relación con los norteamericanos y allí residió durante 10 años, y fue llamado para nombrarlo como Ministro del Interior el 21-11-2023, a propuesta del Luis Alberto Otárola Peñaranda, abogado y político peruano, quien fue presidente del Consejo de Ministros del Perú, desde diciembre de 2022 hasta el 5 de marzo de 2024, durante el gobierno de Dina Boluarte.
Por supuesto, ningún medio de comunicación peruano va a publicar esta información. A los niveles de corrupción a que están habituados los militares peruanos, ningún mando asumirá la iniciativa de rebelarse contra el gobierno, pues forman parte del esquema.
Recordemos que, casi siempre, los funcionarios norteamericanos atesoran la comisión de hechos delictivos en países de la región latinoamericana, que ilustran la decadencia moral de los mismos. El Departamento de Estado norteamericano, encubre y no cooperan con las autoridades locales en los esclarecimientos. Prueba de esto lo veremos a continuación.
A continuación, veremos algunos otros ejemplos de participación, acciones e injerencia de la Embajada de EE. UU. en Perú:
1. En el medio El Comercio del Perú, el 13-11-2023, se informó que el «El ex agente de la CIA acusado de abusos sexuales en México y Perú, se declaró culpable en EE.UU. Este funcionario reconoció y conservó, al menos, 50 videos y fotografías de mujeres drogadas por él, desnudas desde el 2006, en México, Perú y otros países. Catalogando a la agencia de escándalo bochornoso por las denuncias de conducta sexual inapropiada por parte de este funcionario. La embajada gringa de Perú, en ese momento, encubrió el hecho del funcionario.
2. El medio INFOBAE, el 29 enero 2024, informa que, dentro de la residencia de la embajada de EE. UU. en Lima, se investiga un homicidio contra un ciudadano peruano en oscura trama. Muerte de gasfitero peruano en embajada de Estados Unidos: incógnitas persisten después de dos años de investigaciones. La inexplicable muerte de Renzo Heredia en la piscina de la embajada despierta interrogantes que persisten, mientras las investigaciones se estancan.
A su vez, el presentador Augusto Thorndike del Campo, conductor en el Programa Contracorriente, de la multiplataforma peruana Willax TV, denuncia el fallecimiento del ciudadano peruano Renzo Aurelio Heredia Romero, en la residencia de la embajada de EE. UU. en Lima, ubicada en la calle Jirón, los Álamos # 198, Santiago de Surco. Los funcionarios norteamericanos obstruyeron las investigaciones y no cooperaron con las autoridades peruanas para esclarecer el hecho. La familia del ciudadano, sostiene que no ha recibido respaldo de ninguna instancia, incluyendo la embajada, donde la falta de colaboración es evidente desde la más alta instancia.
3. Finalmente, también continúa el estudio de patógenos especialmente peligrosos en la región de América Latina por parte de Washington. Entre los centros que han sido definidos como ejecutores de las tareas asignadas por el Pentágono, se encuentra el laboratorio médico militar de los EE. UU. en Perú, NAMRU-6. Durante la ejecución de este proyecto, Washington calcula obtener un volumen significativo de información genética de las diferentes etnias de América Latina y obtener material para el perfeccionamiento de la metodología de empleo de los preparados antimicrobianos.
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