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Emilio Cheyre en el cerco judicial

Fuentes: Punto Final

Para que una presunción judicial reúna las características de prueba, debe ser clara, precisa y concordante. Así lo consideran los abogados querellantes respecto al trágico capítulo del caso Caravana de la Muerte en La Serena, que afecta al general (r) Juan Emilio Cheyre Espinosa, ex comandante en jefe del ejército (2002-2006). Cheyre es acusado de […]

Para que una presunción judicial reúna las características de prueba, debe ser clara, precisa y concordante. Así lo consideran los abogados querellantes respecto al trágico capítulo del caso Caravana de la Muerte en La Serena, que afecta al general (r) Juan Emilio Cheyre Espinosa, ex comandante en jefe del ejército (2002-2006).

Cheyre es acusado de participar en interrogatorios con torturas y de aplicar -junto con otros oficiales del Regimiento Arica de La Serena- el «tiro de gracia» a los prisioneros que fueron fusilados. El oficial hizo carrera en el ejército y alcanzó el grado de comandante en jefe (2002-2006) en el gobierno del presidente Ricardo Lagos. A su vez, el presidente Sebastián Piñera lo propuso como consejero del Servicio Electoral (Servel), donde ejerció como presidente durante unos meses, viéndose obligado a renuncia a ese cargo aunque continuó siendo consejero del organismo que supervigila la pureza del más alto ejercicio democrático: las elecciones de autoridades nacionales y municipales.

El Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior solicitó su procesamiento el pasado 9 de junio, para que responda por quince crímenes cometidos el 16 de octubre de 1973. Esto mismo fue solicitado en 2013 por el abogado Cristián Cruz, pero fue rechazado. Desde esa fecha se han sumado nuevos testimonios e indicios que complican la situación de Cheyre. Sin embargo, la reciente solicitud provocó la ira del ex ministro del Interior, Jorge Burgos, quien removió de su cargo al jefe del área jurídica de la entidad, el abogado Rodrigo Lledó.

Numerosos son los elementos que obran en poder del ministro en visita de la Corte de Apelaciones, Mario Carroza, que investiga el caso Caravana de la Muerte. El magistrado podría determinar el procesamiento de Cheyre que ya fue interrogado por el juez en La Serena. Carroza -que no quiso ser entrevistado por PF- no tiene plazo para decidir la situación del ex jefe del ejército.

Las acusaciones contra Cheyre son muy graves. Al momento de los crímenes era ayudante del comandante del Regimiento Arica de La Serena, el coronel Ariosto Lapostol, también interrogado por el juez Carroza.

La Caravana de la Muerte -encabezada por el general Sergio Arellano Stark, recientemente fallecido- inició su macabro recorrido el 30 de septiembre de 1973. Por orden del jefe de la junta militar, Augusto Pinochet, debía revisar las condenas dictadas por los consejos de guerra y aplicar «mano dura». La labor de estos verdugos -que recorrían el país en un helicóptero Puma- significó que 96 personas fueron asesinadas en Linares, Valdivia, Cauquenes, Curicó, Copiapó, La Serena, Antofagasta, Calama y Arica.

 

EX OFICIAL ACUSA A CHEYRE

La investigación judicial ha ido cerrando el cerco en torno a Cheyre. El ministro Carroza tomó el caso en diciembre de 2015. El 12 de abril de este año ordenó una reconstitución de escena en La Serena para «tener certeza respecto de cuál fue la participación tanto de la gente que venía en el helicóptero como también de aquellos que estaban en el regimiento», señaló en esa oportunidad.

El caso Caravana de la Muerte lleva años en tribunales. Cheyre fue mencionado el 26 de diciembre de 1999 por el ex oficial de ejército Pedro Rodríguez Bustos, en una declaración ante el juez Juan Guzmán. Rodríguez menciona una conversación con los subtenientes Guillermo Raby Arancibia y Julio Lafourcade Jiménez. Estos le contaron que los oficiales que viajaban con el general Arellano fusilaron a 15 prisioneros políticos que estaban en la cárcel de La Serena.

Una de las presunciones que el juez Carroza debe analizar es la declaración de Rodríguez, quien además señaló que Arellano Stark después de aterrizar el 16 de octubre de 1973 en La Serena, se reunió con el comandante del Regimiento Arica de La Serena, Ariosto Lapostol Orrego, y ordenó revisar los procesos de los consejos de guerra en esa ciudad. Arellano Stark y sus oficiales ordenaron sacar de la cárcel de La Serena a 15 prisioneros y llevarlos al regimiento. La operación lo dirigió Marcelo Moren Brito, uno de los más temidos torturadores de la dictadura, hace poco fallecido. Arellano Stark convocó a todos los oficiales del regimiento y a los miembros de su comitiva que actuaron como pelotón de fusilamiento, ejecutando a los quince detenidos. Inmediatamente ordenó a los oficiales del regimiento descerrajar un tiro de gracia a los moribundos. Nueve de las víctimas presentaban perforaciones de balas en el cráneo, según los informes forenses.

El ex oficial Pedro Rodríguez menciona a varios oficiales del Regimiento Arica que dieron el tiro de gracia. «Los oficiales que participaron en estos hechos -dijo- son los siguientes: capitán Mario Vargas Maguiles, teniente Juan Emilio Cheyre Espinosa, teniente Jaime Ojeda Torrent, subteniente Hernán Valdebenito Bugman, subteniente Mario Larenas Carmona, subteniente Guillermo Raby Arancibia, subteniente Julio Lafourcade Jiménez, un mayor en retiro de apellido Délano, y el mayor de sanidad Guido Díaz Pacci».

 

CHEYRE TORTURADOR

La versión del ex oficial Rodríguez fue negada por Cheyre y Lapostol. Este último ha declarado que hizo presente a Arellano Stark lo ilegal del procedimiento. Asimismo, Lapostol dice que pidió a Arellano que ningún oficial del regimiento participara en los fusilamientos. Sin embargo, el Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior también pidió el procesamieno del ex coronel Lapostol.

Varios testigos sindican a Cheyre como interrogador y torturador. La mayoría hace referencia a su peculiar tono de voz y otros pudieron verlo. Nicolás Gabriel Barrantes Alcayaga, hermano de una de las víctimas de la Caravana de la Muerte, entregó su testimonio en marzo de 2016. Declaró que fue torturado por Cheyre en el Regimiento Arica de La Serena en 1973, cuando tenía 17 años. Barrantes asegura que pudo reconocer a Cheyre porque la venda no le quedó bien puesta. «Yo lograba ver a la persona que me estaba haciendo las preguntas y por donde venía el golpe. Tengo muy clara la forma de la boca de esa persona y la voz de esa persona (…) Me preguntó mucho por mi hermano Marcos, dónde estaban las armas, con quién se juntaba, quiénes eran los amigos más cercanos a mi hermano. Me volvía a preguntar lo mismo y dele culatazos y dele patadas en las piernas, en el tórax, en la cara, culatazos en las costillas». Nicolás Barrantes fue enviado a la cárcel. Allí otros presos políticos le preguntaron «cómo lo había tratado Cheyre». Ahí supo quién había sido su torturador.

Cecilia Marchant, ex militante del MIR, declaró que fue trasladada con otros presos al regimiento. La llevaron a la sala de guardia y allí ingresaron Arellano Stark, Moren Brito y también Cheyre. «Fue Cheyre el que empezó a llamar a la gente que después fueron fusilados», dijo Marchant.

Cecilia Marchant ubicaba al teniente Cheyre pues éste fue quien le tomó una de sus primeras declaraciones. «Cuando me fueron a detener a la estación de ferrocarriles, Cheyre iba también en el grupo». Es decir, realizaba funciones operativas. Luego Cecilia Marchant agregó: «Cheyre estuvo ahí, sacó la gente cuando llegaron al lugar y tenía el listado de personas que fueron fusilados».

El ex preso político Oscar Olivares aseveró que durante las torturas, Cheyre dijo «a estos huevones hay que matarlos a todos».

 

HABLA ABOGADO QUERELLANTE

Cristián Cruz, abogado querellante, conversó con Punto Final y aseguró estar convencido de que el general Cheyre será procesado.

¿Cuál fue la actuación de Juan Emilio Cheyre?

«Desde que se inició la indagación en esta causa, Cheyre aparece mencionado, porque es inequívoca su presencia. Desde luego él niega incluso haber tenido ingerencia respecto a los presos políticos. Pero hemos encontrado en los archivos de la Vicaría los primeros antecedentes en que aparece el señor Cheyre participando en los consejos de guerra».

Agrega que se está solicitando el procesamiento de Cheyre por los delitos de secuestro y homicidio calificado.

¿Es decir como autor directo?

«La calificación jurídica la determinará el tribunal. No es que haya llegado a La Serena el helicóptero Puma y sus integrantes van a buscar a las víctimas y las ejecutan. Las víctimas fueron llevadas al regimiento. Están bajo el área de inteligencia que encabeza el teniente Juan Emilio Cheyre».

Se dice que las acusaciones a Cheyre son una venganza por haber proclamado el «nunca más» del ejército. ¿Qué opinión le merece esto?

«Cheyre fue intendente de la dictadura, es decir un hombre de confianza de Pinochet. Hay un documento firmado por varios generales, entre ellos Cheyre, que juran lealtad eterna a Pinochet, literalmente. Si eso no es un pacto de silencio, es difícil encontrar algo más parecido. En el expediente del proceso hay una copia de ese documento. Es la mejor prueba de porqué el ejército nunca entregó antecedentes sobre el ex dictador. En ese juramento de lealtad está la firma del general Cheyre. Afirmar que Cheyre era antipinochetista es como decir que el Papa es anticatólico. Repugna el sentido común, la lógica y la verdad afirmada en los hechos.

Tenemos absoluta confianza en que Chey-re será procesado y condenado. Los medios de prueba son contundentes. Con menos medios de prueba de los que hay en contra de él, otros militares, aunque de menor graduación, han sido condenados.

Sin dudas el señor Cheyre ha tenido enorme protección del ejército. Ver a las personas que protegen a Cheyre es elocuente. Entre ellas están el señor Enrique Correa y los mismos que defienden a los imputados en los casos Soquimich, Penta y Corpesca. Como dijo un profesor de derecho, hay situaciones que son verdaderas presunciones de culpabilidad. Dime con quién andas y te diré quién eres. Es incuestionable que el ejército ha protegido a Cheyre y también es incuestionable su participación, su presencia y su responsabilidad en las torturas de chilenos y chilenas en el Regimiento Arica de La Serena», agrega el abogado Cruz.

¿Ha operado aquí un pacto de silencio?

«Al igual que en la mayoría de los casos resulta altamente sospechosa y evidente la concordancia en los dichos. Cómo llegado el momento de preguntas fundamentales, los militares dicen no acordarse de esos hechos. Recordemos a Pinochet: ‘no es cierto y si es cierto no me acuerdo’. Aquí, en la reconstitución de escena, Cheyre en un momento dice que no podría afirmar ni descartar, porque no recuerda. Mire, cuando uno participa de estas situaciones tan traumáticas, tan únicas en la vida, no es verosímil no acordarse. Además el señor Cheyre se acordaba de situaciones del año 1962, y no era capaz de recordar algo preciso del año 1973».

 

 

 

 

RECUADRO

Las víctimas en La Serena

 

Oscar Gastón Aedo Herrera, comunista; Carlos Enrique Alcayaga Varela, militante del Movimiento de Acción Popular Unitario (MAPU); José Eduardo Araya González, militante del Partido Comunista; Marcos Enrique Barrantes Alcayaga, socialista; Jorge Abel Contreras Godoy, sin militancia política; Hipólito Pedro Cortés Alvarez, militante del Partido Comunista; Oscar Armando Cortés Cortés, comunista; Víctor Fernando Escobar Astudillo, comunista; Jorge Mario Jordán Domic, comunista; Manuel Jachadur Marcarian Jamett, comunista; Jorge Ovidio Osorio Zamora, socialista; Jorge Washington Peña Hen, socialista; Mario Alberto Ramírez Sepúlveda, socialista; Roberto Guzmán Santa Cruz, militante del MIR; Gabriel Gonzalo Vergara Muñoz, militante del MAPU.

 

Publicado en «Punto Final», edición Nº 854, 24 de junio 2016.

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