La ortodoxia legislativa llevada al paroxismo sigue causando estragos en EEUU, donde ya es posible meter a la gente en prisión por el mero hecho de redactar comentarios anónimos molestos. Como lo leen. Desde el pasado jueves. Dicho día, el presidente estadounidense, George Bush, ratificó una ley que prohíbe cualquier comentario anónimo molesto en la […]
La ortodoxia legislativa llevada al paroxismo sigue causando estragos en EEUU, donde ya es posible meter a la gente en prisión por el mero hecho de redactar comentarios anónimos molestos. Como lo leen. Desde el pasado jueves.
Dicho día, el presidente estadounidense, George Bush, ratificó una ley que prohíbe cualquier comentario anónimo molesto en la Red, ya sea en blogs, en webs o incluso en listas de correo.
«Quienquiera que utilice cualquier dispositivo o software de telecomunicaciones u otro tipo de comunicación en el ámbito total o parcial de Internet sin revelar su identidad y con la intención de molestar, abusar, amenazar o acosar a cualquier persona será multado bajo lo dispuesto en el título 18 o encarcelado por un período no superior a dos años«. Así reza textualmente la norma.
Marv Johnson, de la Unión Americana de Libertades Civiles, ha expresado muy bien el sentir de amplísimas capas de la población al afirmar que «el uso de la palabra molestar es especialmente problemático, ya que lo que para unos puede resultar molesto, para otros no».
Exacto. Ese es el quid de la cuestión. ¿Es molesto, en una bitácora futbolera, decir que Ronaldinho es un bluff? Probablemente sí para miles de seguidores del Barcelona. ¿Es molesto proclamar en un blog político que la ley antitabaco es una de las normas más decisivas y esperadas en la historia de la humanidad? Lo más seguro es que un fumador se sienta molesto por ello. Molesto. MOLESTO. Vaya con el ambiguo y peligroso término.
Ya sabemos que Bush apenas sabe hacer la O con un canuto en esto de Internet. Como él, tantísimos otros políticos y dirigentes, de uno y otro signo. Pero cualquiera que tenga o haya tenido una mínima experiencia online, que haya incursionado en la blogosfera, sabrá por experiencia que el 90% de los comentarios anónimos no guarda insultos ni agresiones verbales de ningún tipo.
La mayoría, sí, pueden ser comentarios radicales; o destinados a romper la conversación; o intentos de hacerse el gracioso, de pasar a la posteridad… Pero ahí queda todo.
Ojalá pronto se dejen de matar moscas a cañonazos. Por el bien de todos.
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