Algunas personas prominentes han llamado al software libre «comunista» en un intento de reeditar los tabús de la Guerra Fría en contra del movimiento; una especie de «opción nuclear» de FUD . Yo recuerdo personalmente la paranoia de la Guerra Fría, y pensé entonces (y todavía lo hago) que fué «estúpida». Así que en vez […]
Algunas personas prominentes han llamado al software libre «comunista» en un intento de reeditar los tabús de la Guerra Fría en contra del movimiento; una especie de «opción nuclear» de FUD . Yo recuerdo personalmente la paranoia de la Guerra Fría, y pensé entonces (y todavía lo hago) que fué «estúpida».
Así que en vez de reaccionar como varios han hecho con la acción refleja de «¡no, no lo es!». Yo propongo aceptar la etiqueta y ver a donde nos lleva su entendimiento. ¿A lo mejor hay algo comunista en el software libre? Pienso que ya lo veremos, sin embargo, la idea de detrás del software libre es mas radical: No menos «comunista» que «capitalista», ni mas, tampoco.
La cansada retórica de la Guerra Fría
Agosto 6 es conocido como el «Día de la Paz». Es un nombre irónico para el día que conmemora el momento de 1945 que los Estados Unidos se convirtió en el único país alguna vez (antes o después) en usar un arma nuclear sobre seres humanos vivos. Podría sostenerse que ese acto de ofensiva final en la segunda guerra mundial fué también el inicio de la ofensiva de la Guerra Fría. Habíamos cooperado inquietamente con los Comunistas Soviéticos para ganar la guerra, y cuando se terminó, nuestra máquina política comenzó la primera prueba del «Nuevo Siglo Americano», con el monopolio Americano sobre el control de armas nucleares con el gran palo necesario para patrullar al mundo.
Poco despues en los años siguientes, los Sovieticos superaron esa desventaja; se inició el «miedo rojo»; y comenzaron las cacerías de bruja anticomunistas del Senador McCarthy; y la palabra «comunismo» se volvió algo mas que la clasificación académica de una filosofía socio-política particular. Se volvió una palabra sucia, sinónimo de «traidor», y si Bill Gates todavía puede obtener un aumento al usarla para describir al movimiento de software libre, entonces aparentemente todavía no hemos superado esa paranoia.
Pero a la final, es solo una palabra; una idea que, buena o mala, atrajo a millones de seres humanos por décadas. Yo creo algo de entendimiento hay que puede obtenerse al considerar el software libre desde una perspectiva comunista. tal vez en cierta forma importante, el software libre es merecedor del nombre «comunista». No la palabra sucia, no la ignorante amenaza totalitaria del partido comunista, sinó del concepto puro que hay detrás. La parte del comunismo que convenció a millones de personas de que podría ser una buena idea.
Trabajar juntos es algo bueno, ¿verdad? El ideal de unidad por un propósito, es vital en las expresiones comunistas para sus propios objetivos. Pero tal vez lo único que deberíamos temer de esta foto es el arma; el fantasma de la coacción estatal para alcanzar la unidad. Algo completamente distinto es si el pueblo trabaja unido por la libertad. (Propaganda Poster de Wikipedia Commons: Domínio Público).
El comunismo fué una filosofía política que intentó resolver ciertos tipos de problemas sociales en el Oeste Capitalista que fueron (y son) francamente verdaderos problemas reales : pobreza, estratificación en clases, injusticia social. Aquello que pareció no resolver esos problemas al ser aplicados a escala nacional durante el siglo 20 representó un error humano, pero difícilmente fué la encarnación del mal. Y no habré dado todavía ni la ilusión de una explicación hasta no ver el punto de vista de sus partidarios. Los propios comunistas no ven al control central del estado en la economía como el objetivo del comunismo; sinó su medio. Marx, de hecho, sostuvo que debería esperarse a que se «marchitara».
No, el objetivo del comunismo, como los comunistas lo describirían , es implementar el ideal comunista: De cada quien segun su habilidad, a cada quien segun su necesidad.
En este sentido en particular, el desarrollo de software libre de hecho lo sigue. Como casi siempre no hay remuneración material directa y exclusiva por el trabajo realizado hecho, las principales razones para hacer trabajo de software en proyectos libres de la comunidad son las habilidades y deseos de los desarrolladores. Tenemos una «interes-ocracia«, como algunos le han descrito; aquellos que les interesa lo suficiente el diseño como para hacer el trabajo, terminan determinando como es hecho.
Asi mismo, la naturaleza del software como información y su costo de replicación cercano a cero del trabajo nos lleva naturalmente a la una condición en la cual no hay razón para no tomarla segun tus necesidades.
La conexión esencial, irrompible entre el dar de la producción y el recibir del consumo se rompe naturalmente por la naturaleza del software mismo. Temiendo las consecuencias económicas de esta realidad en una sociedad que toma la conservación del número y la masa (propiedades naturales de la materia, pero no naturales para la información); nuestras sociedades capitalistas han construido elaborados, controles de mercado centralmente-administrados (¿suena familiar?) para obligar al mercado de la información, en contra de su naturaleza, imitar las propiedades del mercado material.
Llamamos esos controles, colectivamente, el «régimen de propiedad intelectual». Y lo que fué alguna vez una relativamente inócua implementación, limitada tanto en tiempo como alcance, se ha vuelto enorme. Cuando chicos de 12 años y ancianos están siendo amenazados con juicios y multas por mas de lo que ellos podrían ganar en los proximos diez años por el horrible crimen de escuchar música y compartirla con sus amigos; cuando enormes corporaciones usan ejércitos de abogados para demandar control de ideas triviales mediante las patentes de software; cuando los tratados internacionales dependen de la aplicación mas estricta y controles mas estrictos en la diseminación de información; cuando el hecho de meramente escribir software capaz de romper esas ataduras sobre la libertad intelectual es convertida en delito criminal; podemos acaso pretender que las «Leyes PI» ¿son menos opresivas que la «economía dirigida» comunista?
El software libre elimina esos controles no naturales, liberando el mercado, y permitiendo productos de información asumir su actitud natural. Una actitud, que; curiosamente; abraza los ideales de una sociedad comunista.
Comunismo de Libre-Mercado
De hecho, la estrategia de la licencia libre/copyleft y todo el concepto de la producción basada entre compañeros de la comunidad corta justo a travez de este espectro político, destruyendo las barreras tradicionales, porque alcanza los ideales comunistas sin las restricciones que los capitalistas objetan.
Como contrato social, las licencias libre-copyleft como la GPL dibujan una muy distinta barrera de «propiedad» personal en la esfera intelectual de tanto capitalismo o comunismo como lo hace en el mundo material. A la atribución le es concedida mayor importancia, es el combustible importante para el «juego de la reputación» que mantiene a creadores excelentes en una posición de crear. Pero la habilidad de controlar el uso y replicación del trabajo es rechazada. Efectivamente, por la via del requerimiento copyleft, el control de este mercado artificial es negado a todos, asegurandose de que el trabajo es libre para uso, reuso, mejora y difusión del trabajo mejorado. El trabajo es poseido en ese sentido, no por una individualidad, sino por «los comunes».
Así puede decirse que es tanto «comunismo» como «libre-mercado»; al menos desde cierto punto de vista. Nosotros en el Oeste hemos sido acondicionados a creer que el libre-mercado siempre escoje la competencia, pero en el caso del software libre, el mercado libre escoje la cooperación, o para ponerlo con franqueza, comunismo (osea decir, incentivar al pueblo a comportarse comunalmente y mantener la propiedad en común). El pueblo puede participar en un proyecto de software libre con poco o ningún «capital», así que no hay razón para amasar grandes inversiones de capital, por tanto no hay necesidad concreta del «capitalismo» como tal (en contraposición al caso del software privativo, ¡no necesitas que una compañia de inicio a un proyecto de software libre!).
Esa, por supuesto, es la bala de cañon que golpea y desbarata desde abajo los argumentos capitalistas de la importancia de controles de propiedad intelectual para mantener la producción. Ellos lo toman como una conclusión ya decidida que la producción es imposible sin inversión monetaria capital y que los honorarios en licencias son la única forma de recuperar la inversión. Sin embargo, la producción de software libre es demostradamente tan eficiente y reductiva de costos que la inversión capital se vuelve prácticamente irrelevante para todos menos una pequeña mayoría de proyectos de software. Por lo tanto, medios menos restrictivos de acumular ganancias; como contratos por servicio, comosiones recibidas de antemano, e inversión basada en el valor de uso personal; han probado ser suficiente para satisfacer las mucho mas modestas demandas de los proyectos de software libre.
Contrario a las suposisiones de nuestra sociedad, «libre mercado» no necesariamente implica «capitalista». El «Capitalismo» se refiere a la práctica específica de acumular capital para iniciar empresas. En el mercado material, los libres mercados aparentan llevar al capitalismo, pero no podemos asumir con seguridad que así será con los mercados de la información.
En un mercado libre de producción basada en el compañerismo comunitario (PBCC), se contribuye espontaneamente a la mano de obra para la culminación de objetivos por pura diversión (o interés personal ilustrado, lo que prefieran; que generalmente yo hago) para ayudar el esfuerzo comunitario, basado en las habilidades de la gente que contribuye. Esto ocurre completamente sin la coerción estatal ni controles de mercado. «De cada quien segun su habilidad, a cada quien segun su necesidad» ocurre sin ningún tipo de cumplimiento estatal (ej: en un mercado libre). Por lo tanto PBCC o el desarrollo de software libre, es un caso real, funcional del «comunismo de libre mercado».
Ya sabemos que este sistema funciona. Construyó GNU. Construyó Linux. Construyó X. Construyó Wikipedia. Ha logrado cosas con poco o ninguna inversión capital que cuesta a las corporaciones billones de dolares en capital (comparese con Microsoft Windows, el S/O Apple (antes del SO/Darwin X), y la enciclopedia Brittanica). Y lejos de ser copias inferiores como nuestro sistema de educación capitalista Occidental dice que deben ser, aparentan ser al menos tan buenos sinó mejores que sos equivalentes privativos. En varios casos; como la Internet misma; no hay equivalentes privativos.
Una nueva revolución
Este mercado libre, economía de bazaar realmente no se parece a las sociedades comunistas reales del siglo 20. Pero podrían parecerse a la visión que Marx tuvo en su cabeza; la de una sociedad que funcionaba, que no necesitase controles de mercado ni opresión para funcionar. Pero eso no es algo que debamos estar ansiosos de condenar, ¿o si?
Pienso que la única razon que la gente no dice esto es porque tienen miedo de ser etiquetados «comunistas» debido a la paranoia histórica. Pero no creo que debamos ser tan reactivos. Debemos elevarnos de ese nivel, y comprender que eso es exactamente lo que estamos haciendo con el movimiento de software libre y el bazaar; nos estamos elevando sobre el las agotadas concepciones del siglo 20 de «comunismo» y «capitalismo». Estamos reemplazando ambas en la forma que todo sistema antiguo hubiera tenido esperanza de reemplazar; construyendo algo que funciona mucho mejor.
¡Larga vida a la revolución!
Copyright © 2006 Terry Hancock / Creative Commons Attribution-ShareAlike License (http://creativecommons.org
Publicado originalmente en: http://www.freesoftwaremagazine.com/node/1707
Traducción por: Artemis3