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Héctor Vega, coordinador nacional de Iniciativa por un Frente Amplio y militante socialista

«Es necesario que los jóvenes se incorporen a la lucha política»

Fuentes: El Siglo

Es uno de los tantos descontentos y desencantados de la Concertación. Señala que se requiere de un nuevo actor político con legitimidad moral para desarrollar transformaciones. En cuanto a la irrupción de Sebastián Piñera en la carrera presidencial, Héctor Vega subraya que no se producirán grandes cambios en el ámbito institucional. No obstante, indica que […]


Es uno de los tantos descontentos y desencantados de la Concertación. Señala que se requiere de un nuevo actor político con legitimidad moral para desarrollar transformaciones. En cuanto a la irrupción de Sebastián Piñera en la carrera presidencial, Héctor Vega subraya que no se producirán grandes cambios en el ámbito institucional. No obstante, indica que el problema de la derecha también toca al círculo oficialista. Agrega que los conglomerados de partidos de gobierno y de oposición de derecha ha orientado su quehacer político en función de los intereses de una clase dominante. El coordinador nacional de Iniciativa por un Frente Amplio subraya que, al igual que otros «desencantados», está en una búsqueda permanente ya que se acabaron las militancias eternas.

«La candidatura de Sebastián Piñera es un problema en la derecha, con repercusiones en la Concertación. La elección era a dos bandas, hoy podría ser a cinco: la Alianza por Chile y la Concertación con dos cada una, y el candidato de la izquierda. Está el antecedente del resultado de 9,14% del PODEMOS en la elección municipal de octubre y se agrega, como dato relevante, el 5% de los ‘descolgados’ de la Concertación.

Se dice que las elecciones parlamentarias, las de concejales y las presidenciales convocan a públicos diferentes. Es decir, que se rearman las combinaciones políticas que se esperan de cada una de ellas. En este caso, sucede que Piñera se traslada al centro. Hace ‘guiños’ a la DC. El problema, en la práctica, es para la Concertación. Los partidos de gobierno negociaron, después del plebiscito de 1988, los ‘quórum calificados’. Se requiere para una transformación institucional, de acuerdo a la Constitución del 80, quórum simple. Sin embargo, hoy se necesita quórum calificado. La Concertación y la oposición lo han negociado durante 16 años. Es por eso que no se ha producido una transición. Ha significado un congelamiento de las transformaciones relacionadas con el sistema binominal, el cobre, legislación laboral, regímenes de aguas, la actividad económica del Estado, previsión social y la política de Derechos Humanos».

-Piñera encarna una alternativa distinta a la UDI: ¿con la irrupción de este nuevo factor político existe alguna posibilidad de transformaciones en el ámbito constitucional?

«No habrá modificaciones. Sólo cambios de carácter ‘cosmético’, porque predomina una política de clase. El sector dominante se expresa políticamente a través de la Concertación y la Alianza por Chile. Son pequeñas transformaciones: ‘la fracción liberal lanza un saco de harina a quienes están asediando la torre’. Empero, lo principal está por hacerse. Si el llamado de Piñera fuera verdadero hacia los grupos de centro, en términos de liberalización y apertura, que se apruebe la inscripción automática de quienes tienen 18 años, de 2 millones de chilenos que no participan en el quehacer político. Es una apuesta, pero es imposible que lo haga el oficialismo y la Alianza por Chile. Los no inscritos son un segmento imprevisible y ambos sectores temen que pongan atención a las posturas que expresa la Mesa de Convergencia Antineoliberal y el PODEMOS».

-Tomás Moulian sostiene que Lavín no es funcional ya que, en la Presidencia de la República, generaría posiciones izquierdizantes en el PS y socialcristianas en la DC, que son contradictorias con las tesis de cuño neoliberal…

«Hay que citar las palabras de la candidata socialista. Ella dijo que aplicará el modelo económico de Lagos. Sería una cuarta Concertación con algunos retoques cosméticos, pero las grandes transformaciones no se producirán. Expresó, en el caso de CODELCO, que si hay un buen postor su equipo asesor lo analizará. Nosotros planteamos algo muy diferente. Afirmamos que el cobre no es una materia concesionable y aspiramos a la modificación de la ley 18.097 de 1982. Además, queremos una gran transformación de las políticas tributarias. Por ejemplo, una revisión del denominado ‘gasto tributario’, en el que existe toda clase de exenciones. Al Fisco le significa un monto de 3.260 millones de dólares. Nada de esto se ha tocado ni existe voluntad política para abordarlo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) como la OCD, exigen que el Estado chileno aclare las exenciones tributarias. La finalidad es tener la mayor transparencia posible en lo que se denomina la fiscalidad».

La esfera oficialista y la convergencia socialista

-Usted es militante del Partido Socialista e integra de la Mesa de Convergencia Antineoliberal: ¿se arriesga en esos casos algún tipo de sanción?

«Todos nos arriesgamos a una expulsión, comenzando por la actual directiva del Partido Socialista, que fue elegida ‘entre gallos y medianoche’. Asistieron 500 delegados al último congreso, pero se eligió a la nueva dirección cuando 2 tercios se retiraron. El presidente, el senador Ricardo Núñez, no abrió la boca durante todo el congreso. Nadie sabía lo que opinaba. Pero se acabó el tiempo de las certezas y de las militancias eternas. Todos estamos en una búsqueda. Existen dobles, triples y cuádruples militancias, comenzando por el Presidente de la República: radical, PS y PPD. En mi caso, el PS, ‘el que calla otorga’ -que es una corriente al interior del Partido Socialista- y ahora soy el coordinador nacional de Iniciativa por un Frente Amplio. El IFA integra esta gran fuerza que se está constituyendo conjuntamente con el PODEMOS y otras organizaciones.

En Chile hay 16 millones de habitantes. Cinco millones regulan la vida del resto. Existe una cúpula del 2%, más la clase política que la representa, que está gerenciando el modelo. El resto de la población está en la carencia o en la pobreza absoluta. Existe una tremenda presión».

-La Mesa de Convergencia Antinoeliberal agrupa a sectores que están por una opción socialista. Se suman humanistas, socialcristianos e independientes. Jacques Chonchol sostiene que lo fundamental es proponer una alternativa al capitalismo neoliberal ortodoxo. En la práctica: ¿qué es ser una alternativa?

«Es la participación de los sectores sociales que están por un cambio. Hay segmentos que ven claramente cuáles son los puntos de inflexión del modelo. Es necesario que los jóvenes -en lo político- se incorporen. Odio la palabra ‘reencantar’. Más bien, se trata de asumir responsabilidades y de ver una perspectiva. El actual horizonte de transformación de los jóvenes es reducido. Pero con la participación se comienza a asumir responsabilidades y a tener conciencia. Lo mismo sucede con los trabajadores. La CUT -durante el gobierno de la Unidad Popular- representaba el 32% de la fuerza laboral. Hoy sólo tiene el 7%». No obstante, con lo de Piñera se está moviendo el piso para todos. La Mesa de Convergencia es un capital moral. Representa un capital ético en este nuevo escenario. La clase política ha dimitido en beneficio de un sector dominante. Ese poder social y político que sustenta a la clase dominante -y que creímos derrotado en el plebiscito de 1988- continúa vigente. Se requiere, para desarticularlo, de una autoridad moral que genere transformaciones».