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Escuela Ayllu de Warisata

Fuentes: Rebelión

En el año 2012 se cumplió el cincuenta aniversario de la publicación del libro «Warisata, escuela ayllu» del pedagogo boliviano Elizardo Pérez. Warisata quiere decir llano o pampa, también sembradío o semillero de vicuñas. La vicuña, en la amáutica aymara es el símbolo de la sabiduría, es decir, podríamos decir que Warisata significa en aymara […]

En el año 2012 se cumplió el cincuenta aniversario de la publicación del libro «Warisata, escuela ayllu» del pedagogo boliviano Elizardo Pérez. Warisata quiere decir llano o pampa, también sembradío o semillero de vicuñas. La vicuña, en la amáutica aymara es el símbolo de la sabiduría, es decir, podríamos decir que Warisata significa en aymara siembra o semillero de la sabiduría. La historia de esta expedición editorial se remonta al domingo 3 de agosto de 1931 en Warisata, pequeño pueblo del departamento de La Paz cuando dos educadores, Avelino Siñani, indígena aymara, y Elizardo Pérez, blanco marxista, se abrazaron para emprender una tarea épica: crear la Escuela Ayllu de Warisata. Al día siguiente se iniciaron formalmente las clases. Los maestros Siñani y Pérez y un grupo de estudiantes, asisten a ese primer día en un llano ubicado a tres mil ochocientos metros sobre el nivel del mar. Los maestros, ubicados entre los estudiantes, dan la bienvenida a unos albañiles. Uno de éstos, con un poco de paja en la mano, arena y algunas tablas, explica, a solicitud de los maestros, cómo se hace un adobe. Los estudiantes oyen con atención. Comienza la clase, es decir, comienza la construcción de adobes. Al principio trabajaban sólo los profesores, los indígenas no les ayudaban. Al poco tiempo, Pérez le preguntó a Siñani el por qué los indios no venían a trabajar como habían acordado, y éste le responde:»No te preocupes tata, miles de ojos te están observando desde la pampa y ven cómo estás viviendo, dónde estás durmiendo, cómo estás comiendo lo mismo que nosotros y cómo te levantas temprano a trabajar. Mañana mismo estarán aquí». Y en efecto así ocurrió. -En pocos días-, comentó Elizardo, -habrá tantos adobes que comenzaremos a construir nuestra escuela-. Allí comienza la historia de la Escuela de Warisata, una historia que tenía como génesis separar al indígena de las gentes que determinaban su esclavitud y su ignorancia, es decir, mantener alejado al indígena de la finca donde era siervo y de la aldea donde se mestizaba y adquiría hábitos contrarios a su tradición comunitaria. Pérez y Siñani reivindican el ayllu, donde la propiedad de la tierra es colectiva, el trabajo se realiza comunitariamente, y el destino se fragua entre todos.

Alí Ramón Rojas Olaya es Rector de la Universidad Católica de Santa Rosa.

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