Yo no seré quien responda a esa pregunta, pero quizás haya motivos para interrogarnos si la cautela informativa de los medios y Gobierno españoles al hablar de «la desaparición» del periodista saudí tiene una relación directa con «la mordaza que hay que ponerse» para seguir haciendo negocios, sobre todo en el rubro de la venta […]
Yo no seré quien responda a esa pregunta, pero quizás haya motivos para interrogarnos si la cautela informativa de los medios y Gobierno españoles al hablar de «la desaparición» del periodista saudí tiene una relación directa con «la mordaza que hay que ponerse» para seguir haciendo negocios, sobre todo en el rubro de la venta de armamento, con el Reino del Petróleo.
Que Jamal Khashoggi, de 59 años, fue sedado, torturado y descuartizado es una «terrible historia» que han confirmado, entre otros, (espero y deseo que sea una noticia falsa y el reportero, colaborador del diario estadounidense The Washington Post aparezca vivo), el diario turco Yeni Safat, que ha afirmado tener una grabación de voz de los hechos, el portal digital Middle East, el rotativo estadounidense, en un amplio informe, The Wall Street Journal y la cadena de televisión qatarí, reconocida mundialmente por su profesionalidad, Al Jazeera.
Según las últimas informaciones llegadas a esta redacción, se espera que pronto, quizás en las próximas horas o en los próximos días, la familia de Jamal Khashoggi emitirá un comunicado para «decir lo que sabe» del periodista que criticaba las políticas del príncipe saudí Mohamed Bin Salman (MBS) y la nefasta implicación del Gobierno de Riad en la Guerra de Yemen.
Rosa Meneses, vicepresidenta del Consejo Internacional de Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha enfatizado que la ejecución extrajudicial de Khashoggi no es un caso aislado y que «ahora mismo hay cerca de una treintena de periodistas y blogueros encarcelados en Arabia saudí, entre ellos el carismático Raif Badawi».
Raif Badawi fue condenado a recibir mil latigazos, a pagar una multa de 260.000 euros y a cumplir una condena de 30 años de cárcel por hacer públicas sus críticas a la política del Gobierno, por denunciar «la amoralidad» de la policía saudí y por «insultar» al Islam, según se comprobó en la vista del juicio celebrado en 2015.
En el citado informe publicado por The Wall Street Journal se dice:
«El periodista Khashoggi fue descuartizado cuando estaba vivo por el médico forense (que le serró) que escuchaba música con auriculares mientras desmembraba al reportero, que previamente había sido sedado».
Los medios que dicen tener pruebas de lo sucedido afirman que el criminal ajusticiamiento del periodista, exiliado en EEUU desde 2017 debido a la persecución y amenazas de las que era objeto en su país, duró unos siete minutos.
Jamal Khashoggi fue al consulado de Arabia Saudí en Estambul, el pasado 2 de octubre, para pedir unos documentos que necesitaba para casarse con su novia turca, la investigadora Hatice Gengiz.
Donald Trump, que ni por un ataque de locura perdería hacer negocios con Arabia Saudi, país desde el que domina y controla la región, ha dicho que lo más probable es que unos asesinos descontrolados irrumpieron en el consulado y ejecutaron a Khashoggi, hecho que, agregó, «ha sido una salvajada».
Pero la Tierra sigue girando y el Sol saliendo cada mañana por el Este. ¿Algún ingenuo piensa que España (o cualquier «democracia raquítica» en boga) va a dar un tirón de orejas al príncipe MBS, gobernante de facto de Arabia Saudí? ¿Alguien piensa que el Gobierno de Madrid, cuyo peso en la comunidad internacional es casi nulo, (o la ONU que ya sentenció sobre el asunto) va a mover un dedo, por ejemplo, a favor del pueblo saharaui? Estamos bloqueaos, emparedaos, y ¿Sabéis por qué? Por que la DEMOCRACIA está muriendo en la oscuridad.
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