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Entrevista a Eduardo Lucita de Economistas de Izquierda (EDI)

«Está todo atado con alambre, pero con un alambre muy finito»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Se cumplió un nuevo aniversario del golpe de Estado en Venezuela en abril del 2002. ¿Qué reflexión te merece? E.L.: Ese fue un golpe cívico más que nada. Intentaron derrocar a Chávez, incluso lo metieron preso. Hay una anécdota sobre ese momento que contaba el propio Chávez. Estando recluido en la isla fue el […]

M.H.: Se cumplió un nuevo aniversario del golpe de Estado en Venezuela en abril del 2002. ¿Qué reflexión te merece?

E.L.: Ese fue un golpe cívico más que nada. Intentaron derrocar a Chávez, incluso lo metieron preso. Hay una anécdota sobre ese momento que contaba el propio Chávez. Estando recluido en la isla fue el Obispo a decirle que se podía ir del país, que le garantizaban que su señora y su familia podían salir en paz y sin problemas. Cuando estaban hablando, a Chávez le suena el teléfono, era el Vicepresidente Rangel que le dice: «Comandante en unos minutos lo mando a buscar porque lo reintegramos al Palacio Miraflores». En ese mismo momento le suena también el teléfono al Obispo y cuando corta le dice: «Comandante, me retiro». En ese momento el pueblo había recuperado Miraflores y lo traían de vuelta. Es una anécdota interesante.

M.H.: El Indec dio a conocer el índice de inflación de 4.7% para marzo; 54.7% en los últimos 12 meses.

E.L.: Sí y el 64% de inflación en alimentos. Lo que significa que si el tercer trimestre de 2018 terminó con que la pobreza era del 36%, porque el 32% fue el promedio de todo el 2018, hoy la pobreza está en 37/38%.

La diferencia entre los precios generales y los alimentos acumulan 10 puntos. Es un golpe tremendo hacia los sectores de las capas medias, medias bajas y a los sectores más empobrecidos todavía más; me refiero a tercerizados, desempleados, etc. Hay una transferencia de recursos hacia los sectores más concentrados de la economía muy fuerte.

Justamente estaba escribiendo una nota para el diario sobre esto. Hay una sospecha de que el propio gobierno es el que está acelerando la inflación, está dando vía libre a los generadores de precios para que en los últimos tres meses antes de las elecciones no haya aumentos.

Parece que es una estrategia, absolutamente perversa para la gente, por supuesto. Todos los acuerdos que se van a anunciar, ya sean los de precios, el pago de servicios en cuotas, llegan todos al momento de las elecciones. Lo mismo pasa con el acuerdo con el FMI que es un acuerdo de financiación que está en línea con el cronograma electoral, termina en octubre. Entonces acá la pregunta es qué puede pasar con los precios en noviembre y diciembre. Es una situación muy complicada la que están generando. Están caminando por un desfiladero muy estrecho.

M.H.: ¿Cómo se ubica Argentina con este escenario frente a la economía mundial?

E.L.: La situación de la economía mundial se veía venir, había grandes analistas que lo estaban anunciando. Y las declaraciones de la Presidenta del FMI, del titular de la OMC y del titular del Banco Mundial indican que estamos en una economía mundial que se está desacelerando mucho más rápido de lo que se pensaba. Se está acelerando la desaceleración de la economía mundial.

China va a crecer este año 6/6.5 puntos que es la tasa de crecimiento más baja de los últimos 25 años. Alemania, considerada la «locomotora» de Europa ha reducido a la mitad sus expectativas de crecimiento. Japón está entrando nuevamente en una economía estancada. Rusia va a crecer 1.2/1.3%. De los Brics el único que está creciendo es la India que lo hace al 7%. En EE UU la Reserva Federal acaba de anunciar que no va a continuar aumentando las tasas durante todo este año y, al mismo tiempo, dijo que va a limitar la recuperación de fondos, la sacada de masa monetaria que estaba haciendo de la plaza. Ese es un indicador de que están esperando una caída, una desaceleración de la economía de EE UU, con el peso que esto tiene en la economía mundial. EE UU todavía explica ¼ del PBI mundial. Otro 18% lo explica la UE que también está en retroceso y un 12/13% es de China. Todas las grandes economías del mundo están en retroceso o creciendo menos de lo que se esperaba.

En América Latina se va a crecer 1.4%, menos que el promedio mundial que va a ser 2.4%. O sea, es una economía que se achica y esto va a pegar sobre la Argentina porque se está desacelerando el comercio mundial y Argentina depende mucho de las exportaciones.

Hay que ver qué pasa con el precio de los productos que exportamos. Eso ya en la perspectiva del año que viene, del 2020, porque por ahora la cosecha argentina es muy buena, se está exportando, han comenzado a entrar los dólares de los sojeros. Eso por ahora está funcionando y por 3 o 4 meses, lo que dure la venta de la cosecha, las exportaciones van a funcionar. Después veremos qué pasa.

M.H.: ¿Cómo ves a los chalecos amarillos? El incendio de Notre Dame se dio en paralelo al que iba a ser el discurso de Macrón dando respuesta a la apertura de un diálogo nacional.

E.L.: Lo de los chalecos amarillos es un fenómeno que ya lleva muchos meses. Es un fenómeno multifacético porque tiene distintas corrientes políticas, pero lo notable es la continuidad. Incluso los últimos sábados hubo movilizaciones, en la última no hubo hechos de violencia a pesar de que el gobierno de Macrón quiere la violencia porque sabe que eso les hace perder terreno a los chalecos amarillos.

Hay que ver qué pasa con el incendio de Notre Dame, porque no es solo una iglesia, tiene que ver con la historia de Francia, es un símbolo nacional, es uno de los grandes íconos de París, como pueden ser la Torre Eiffel, el Louvre o el Pompidou. Tiene una importancia más allá de lo religioso. Esto ha impactado de manera muy fuerte.

Obviamente, el gobierno Macrón que está perdiendo aire todos los días, porque tiene menor adhesión a su gestión que la de Macri acá, ha caído muchísimo, va a intentar mejorar su posición con esto, va a llamar a la unidad nacional para reconstruir Notre Dame. Va a jugar esa carta. Pero al mismo tiempo está la situación económica, los chalecos amarillos, la crisis que no da respiro, etc. Hay todo un juego que hay que ver cómo se resuelve.

M.H.: ¿Qué significa el ingreso de Italia en la Ruta de la Seda?

E.L.: Es un golpe muy fuerte para los sectores de la UE que rechazan eso y también para el gobierno de EE UU. Hay que decir que esto va acompañado de que la UE como cuerpo orgánico ha aceptado el ingreso del 5G de China a toda la UE, cosa que EE UU rechaza violentamente porque la gran disputa entre China y EEUU aparece como comercial y en cierta forma lo es, pero en realidad lo que se está disputando es quién va a dirigir el proceso de la tecnología de acá a 20/30 años en adelante. Sobre todo quién va a manejar la Inteligencia artificial. El tema del ingreso del 5G de China es un tema muy importante.

M.H.: Siguiendo con este panorama internacional: Brexit.

E.L.: Yo creo que el Brexit es un galimatías que no lo arregla ni los Rolling Stones. Yo le he perdido el curso a la cosa, han hecho tal enredo que no se le ve la punta ni la salida. La UE le ha concedido un mes más de tiempo, porque a la UE ni a Bruselas les convienen una ruptura total porque hay muchas implicaciones. En esto Inglaterra está perdiendo mucho, la mayoría de los Bancos del centro financiero mundial que estaba en Londres se ha pasado a París y esa es una pérdida muy importante.

Hay algunos cálculos que dicen que si la ruptura se hace en los términos que proponen, la economía de Gran Bretaña se hundiría un 4%. Hay muchos problemas en las fronteras entre las dos Irlanda. Cómo van a resolver ese problema con el Brexit. Hay problemas con Gibraltar. Todos saben que los ingleses están usurpando el peñón de la misma manera que usurpan nuestras Malvinas, pero de todas maneras hay un status quo. Me acabo de enterar de que si se produce el Brexit va a haber un problema con Iberia, la compañía de bandera española, porque parece que la mayoría de los capitales son ingleses. A la larga alguna solución le van a encontrar pero los problemas que se presentan son muchísmos, no es sencillo salirse de la UE. Y los europeos lo condicionan, le exigen definiciones, porque saben que Gran Bretaña tiene mucho que perder.

De todas maneras, este fenómeno del Brexit, como el ascenso de Trump, los dos países del conglomerado anglosajón, EE UU/ Inglaterra, Tatcher/Reagan que son los principales impulsores de la globalización, son producto de los sectores tradicionales obreros de las zonas industriales de los dos países que son los dos grandes perdedores de la globalización. Eso está jugando también en todo esto. Fijate que en EE UU el mayor apoyo de Trump es el del cinturón industrial blanco, todos los obreros blancos tradicionalistas de mucha antigüedad. Lo mismo pasa en Inglaterra, son los obreros del norte de Inglaterra que han quedado totalmente descolocados con la globalización. Cómo se va a resolver esto, no tengo la menor idea, pero sí sé que es una madeja difícil de desenrollar.

M.H.: ¿Querés agregar algo más?

E.L.: Volviendo a la Argentina, la profunda preocupación por la situación de nuestro país. Porque por un lado si uno piensa que hay toda una estrategia del Gobierno para adelantar la inflación para tener resultados más positivos en las elecciones, podemos pensar que hay una mínima coherencia en esto. Pero si no fuera así, quiere decir que acá no hay piloto de tormenta, que no hay nadie que haga nada, que el Presidente no existe, pero muchos de sus ayudantes tampoco. Entonces ¿a dónde vamos a ir a parar? No conocen el más mínimo sentido de la administración del Estado. Va más allá de ser o no neoliberal, porque hay neoliberales que tienen idea de qué hacer con el Estado, siempre en una dirección, pero estos no tienen la menor idea, aparte de ser agentes ligados a las finanzas que benefician a las grandes corporaciones son muy incapaces.

Lo que dijo Macri, que si no dominás la inflación no tenés capacidad de gobierno se está demostrando. Salvo que sea una maniobra maquiavélica, no tienen ninguna capacidad de gestión. En estas condiciones se está fracturando todo el frente de apoyo al gobierno, tanto por arriba como por abajo. La pelea con Techint, el distanciamiento del Círculo rojo, la reaparición de la Mesa de enlace, los problemas con los Radicales en Cambiemos que no saben muy bien qué van a resolver.

Y por abajo crecen las movilizaciones, las resistencias, fragmentadas, pero de todas maneras hay un espíritu caldeado. Todo está contenido en el miedo a que en esta crisis la gente pierda el empleo. Eso está conteniendo las reacciones en muchas fábricas y sectores obreros. ¿Pero hasta cuándo puede continuar esto? Porque ahora lo que ve la gente es que todo es un plan de emergencia para llegar a octubre y se empieza a preguntar qué va a pasar en noviembre y diciembre. ¿Qué pasa en las PASO se presenta Cristina y las gana? Está todo atado con alambre pero con un alambre muy finito.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.