Estados Unidos ya impulsa un nuevo proyecto de resolución sobre Cuba en la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el gobierno de La Habana espera que México evite respaldarlo, dijo hoy el canciller Felipe Pérez Roque. En una conferencia de prensa, Pérez Roque señaló tácitamente que para el […]
Estados Unidos ya impulsa un nuevo proyecto de resolución sobre Cuba en la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el gobierno de La Habana espera que México evite respaldarlo, dijo hoy el canciller Felipe Pérez Roque.
En una conferencia de prensa, Pérez Roque señaló tácitamente que para el gobierno cubano las relaciones bilaterales con México han vuelto a quedar atrapadas en los márgenes de la CDH, cuyo 61 periodo de sesiones se inicia el lunes próximo.
«El gobierno de México no tiene una sola razón para votar en favor» de un proyecto de resolución de la CDH sobre Cuba «fabricado en Estados Unidos», añadió el ministro de Relaciones Exteriores.
«El pueblo y el gobierno cubanos no podrían comprender que el gobierno de México mantenga un patrón de votación favorable a un texto», que sirve «sólo como pretexto para justificar» el bloqueo económico estadunidense a la isla, señaló Pérez Roque.
Desde que el tema cubano empezó a votarse en la CDH en 1990, México se abstuvo con el argumento de que, teniendo reservas sobre la vigencia de los derechos humanos en la isla, rechazaba una resolución promovida con un sentido de represalia.
México votó en contra de la resolución en 1998, pero el criterio cambió en el gobierno del presidente Vicente Fox, que se abstuvo en 2001 y se manifestó en favor del proyecto en los últimos tres años.
Esa decisión ha sido el motor de la caída abrupta de las relaciones bilaterales, que llegaron a su peor momento histórico el año pasado con el retiro de embajadores.
Pérez Roque recordó que el gobierno y el pueblo de México rechazan el bloqueo estadunidense contra la isla. «Lo coherente es lo que México hizo históricamente: no prestarse a votar en favor de un texto que lo que intenta es, precisamente, justificar aquella política que el mundo entero rechaza».
«Lógicamente una posición de México favorable a ese proyecto lo apartaría de lo que fue la posición mayoritaria en América Latina, sobre todo cuando el mapa político de nuestra región ha estado cambiando y sería un acto que el pueblo de Cuba no podría entender», indicó el canciller.
Pérez Roque dijo que esperaba que la embajada de México en La Habana ya estuviera encabezada por su titular entre el 14 y el 15 de abril próximos, cuando la CDH tiene prevista la votación del tema 9 de su agenda, en el cual se aborda el caso cubano.
La anterior embajadora, Roberta Lajous, concluyó su gestión el pasado 14 de febrero. La jefa de misión designada, Melba Pría, recibió el beneplácito cubano pero su nombramiento no ha sido aún enviado al Senado de México para su ratificación.
El proyecto y América Latina
El canciller cubano dijo tener información de «gestiones secretas» de Estados Unidos para comprometer a un país a que patrocine el proyecto sobre Cuba, pero advirtió que será difícil que sea un latinoamericano. Estimó que el auspiciador puede surgir de Europa oriental, de donde son miembros de la Comisión este año Hungría, Ucrania y Rumania.
«Cuba espera que este año ningún gobierno latinoamericano vuelva a hacer el papel de Caín» en la CDH.
Este año los miembros latinoamericanos de la CDH son Argentina, Brasil, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay y Perú.
El proyecto sobre Cuba ha sido presentado en los últimos años por la República Checa y Polonia (1999-2001), Uruguay (2002-2003) y Honduras (2004).
Pérez Roque habló del «mecanismo informal de cooperación y consulta» propuesto por México para la discusión de derechos humanos en América Latina y que empezó a funcionar en enero pasado.
Opinó que el mecanismo «avanza» y pudiera tener impacto en este periodo de sesiones de la CDH. Dijo que la iniciativa mexicana, respaldada por Cuba, es «de cooperación, de intercambio y no de persecución y de acusación».
El ministro de Exteriores fue más parco al comentar la propuesta de reforma a la CDH contenida en el informe que este mes presentó el Grupo de Amigos para la Reforma de la ONU al secretario general, Kofi Annan.
«Estamos examinándola», dijo Pérez Roque. «Tiene aspectos positivos, rescatables, sobre los cuales se podría trabajar».
La iniciativa incluye el fortalecimiento de la oficina del Alto Comisionado para Derechos Humanos, la elevación del estatus de la CDH y la revisión de su agenda y forma de funcionamiento, entre otros puntos.
El canciller cubano desconoció validez, aunque con distintos matices, a dos informes sobre derechos humanos que circularon la semana pasada: el reporte general del Departamento de Estado de Estados Unidos y el particular sobre Cuba, de la abogada francesa Christine Chanet, representante personal de la Alta Comisionada.
Estados Unidos «juzga la situación del resto del mundo pero no dedica siquiera una oración a examinar la situación» en su propio territorio y en sitios que controla, como las cárceles de Irak y de Guantánamo, señaló el canciller, por lo cual «no tiene autoridad moral» en la materia.
«Es una práctica que no merece respeto al resto del mundo y que ha provocado reacciones de rechazo y cuestionamiento, a las que Cuba se suma», dijo Pérez Roque.
«Cuba reconoce que hay violaciones de derechos humanos en nuestro país, pero son en la base naval de Guantánamo», añadió. «Los únicos crímenes, las únicas vejaciones contra prisioneros que se cometen en el territorio de la isla de Cuba» son en ese enclave controlado por Estados Unidos.
Pérez Roque informó que el gobierno cubano considera, pero no ha decidido, presentar eventualmente a la CDH un proyecto de resolución sobre las cárceles de la base de Guantánamo.
Del informe de Chanet dijo que no le reconoce objetividad. «No debería ni siquiera existir y no debería existir siquiera la figura de un representante» de la Alta Comisionada para Cuba.
«Todo eso es una maniobra espuria a la que quisiéramos que la señora Christine Chanet no se prestara. La respetamos como persona, como jurista. No tenemos nada personal contra ella, pero nos parece que realmente hace un triste papel sirviendo al interés de Estados Unidos», señaló.
«La primera vez pudimos creer que era desconocimiento. Ahora ya no tenemos duda de que es un acto consciente al servicio del interés norteamericano», la elaboración de su informe, dijo Pérez Roque.
Chanet presentó su reporte por mandato del 60 periodo de sesiones de la CDH, sin la colaboración del gobierno cubano. Reseñó daños a los derechos humanos en la isla causados por el bloqueo estadunidense, se manifestó «alarmada» por la situación de opositores presos, para quienes pidió la libertad y recomendó reformas a la legislación penal.
Unión Europea
Pérez Roque inicia mañana una gira por Europa, que incluirá su participación en la CDH y contactos con el comisario europeo de Cooperación, el ex canciller belga Louis Michel y el gobierno español.
El viaje ocurre en un tramo de aflojamiento de tensiones entre Cuba y la Unión Europea (UE), tras la crisis abierta con la sentencia masiva de opositores y el fusilamiento de tres secuestradores de una lancha en 2003.
En enero último la UE levantó temporalmente las sanciones diplomáticas que adoptó hace dos años, incluso la invitación a disidentes a la celebración de las fiestas nacionales europeas en La Habana, pero el clima no es aún de normalidad.
Pérez Roque dijo que discutirá con los europeos el futuro de las relaciones «sobre la base del respeto a la soberanía y la independencia de Cuba» y reconociendo «el derecho de los cubanos a decidir en su país lo que consideren más apropiado».
En esa forma reaccionó a una pregunta sobre declaraciones de Michel, según las cuales la UE podría reanudar las sanciones si Cuba no realiza algún nuevo gesto de apertura, como las excarcelaciones recientes de 14 opositores.
Pérez Roque declinó responder directamente a Michel, pero dijo que se proponía hablar con el comisario «en un plano de franqueza y por supuesto en un plano de igualdad. Cuba no se siente en el deber de darle explicaciones sobre lo que hace en Cuba a ningún funcionario europeo».
Michel tiene prevista una visita de trabajo a la isla para finales de marzo.
El canciller cubano dijo que «el obstáculo principal» para una colaboración seria con la UE está en que el bloque comunitario «todavía no tiene una política propia hacia Cuba» y en cambio «sufre los remanentes de la nefasta influencia» del ex presidente español José María Aznar, que llevó a Bruselas a «adoptar como propia la agenda de Washington».