La Fiscalía federal en Miami pidió este miércoles a un tribunal de apelaciones estadounidense que reconsidere en pleno su orden de nuevo juicio a los cinco cubanos presos en Estados Unidos, porque no se les garantizó un proceso justo en Miami, Florida. El pasado mes de agosto un panel de tres jueces del Undécimo Circuito […]
La Fiscalía federal en Miami pidió este miércoles a un tribunal de apelaciones estadounidense que reconsidere en pleno su orden de nuevo juicio a los cinco cubanos presos en Estados Unidos, porque no se les garantizó un proceso justo en Miami, Florida.
El pasado mes de agosto un panel de tres jueces del Undécimo Circuito de Apelaciones federal de Atlanta dio la razón a los defensores de los cinco luchadores antiterroristas, quienes alegaron que a sus clientes no se les garantizó un juicio justo e imparcial en Miami, debido a los prejuicios de la comunidad en su contra.
El jefe de los fiscales federales en Miami, Alexander Acosta, pidió este miércoles al Circuito que reconsidere el caso en pleno (con sus 12 jueces) porque cree que la decisión «es contraria a decisiones de la Corte Suprema» de Estados Unidos y del propio Circuito, según una declaración escrita difundida por la Fiscalía.
«La consideración del tribunal en pleno es necesaria para mantener uniformidad en las decisiones» del apelativo, agregó Acosta, quien no ofreció más detalles sobre las bases para la petición. La página
Gerardo Hernández, Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero, y Fernando y René González fueron declarados culpables en juicio considerado por expertos legales y por la Corte de Apelaciones de Atlanta profundamente irregular y prejuiciado.
En aquel proceso que dictó sentencia en diciembre de 2001, tres de los cubanos fueron condenados a cadena perpetua, uno a 19 años de prisión y otro a 15.
Los Cinco admitieron que estaban en Miami para alertar sobre acciones terroristas que se organizan en Estados Unidos y financian grupos extremistas asentados en Miami y tolerados por el gobierno norteamericano.
El pasado mes de agosto, en una decisión de 93 páginas sin precedentes por ser la primera vez que un apelativo federal revoca una condena y ordena un nuevo juicio por motivo de sede, tres jueces del Circuito decidieron revocar las condenas que pesaban contra los Cinco y ordenaron un nuevo juicio.
El juicio que tuvo lugar en Miami fue influenciado por una extensa y altamente agresiva cobertura mediática que los llamó espía desde el mismo momento de la detención, el seguimiento que hicieron los medios a los jurados, y declaraciones de potenciales jurados asegurando que no podían ser imparciales en un juicio que en Miami pusiera en el banquillo al gobierno cubano, según el detallado argumento legal de la Corte de Atlanta.
Los Cinco fueron detenidos en septiembre de 1998 y desde entonces han soportado inhumanas condiciones carcelarias, fuertemente criticadas también en una declaración del 27 de mayo del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Tanto los jueces de Atlanta, como la oficina de la ONU declaron que el juicio no tuvo lugar en un clima de objetividad e imparcialidad tal como es requerido y que Miami no es el lugar adecuado para celebrar un juicio donde estaba probado que es casi imposible seleccionar un jurado imparcial en un caso vinculado con Cuba.
Los abogados de la defensa tuvieron un acceso muy limitado a la evidencia al ser clasificado su caso por el Gobierno como de seguridad nacional, lo que socavó el necesario balance entre la fiscalía y la defensa y afectó negativamente su capacidad para presentar evidencia contraria.
Los Cinco padecieron también un confinamiento solitario durante 17 meses, lo cual determinó que la comunicación con sus abogados, el acceso a la evidencia y, por consiguiente, las posibilidades de contar con una defensa adecuada se vieron extraordinariamente debilitadas.