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Estudiantes llaman a redoblar la movilización social

Forjando la alternativa de Izquierda

Fuentes: Punto Final

Entrevista con Sebastián Vicencio Inostroza

Sebastián Vicencio afirma que los grandes empresarios están dispuestos a hacer algunas concesiones para asegurar la estabilidad del modelo económico y la gobernabilidad del país. La presidenta Bachelet tiene la misión de ejecutar esa tarea mediante un programa tibio, en que las demandas populares han sido distorsionadas para impedir que se encaren problemas de fondo. Para enfrentar esta realidad propone redoblar las movilizaciones, marchas y paros, basados en las demandas de los movimientos sociales, levantando simultáneamente una alternativa política transformadora para enfrentar al duopolio (Nueva Mayoría-Alianza) en el poder.

Sebastián Vicencio Inostroza (27) estudia el último año de pedagogía en historia y es presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso (Feupucv). Antes cursó tres años de auditoría en la Universidad de Valparaíso. Su inserción en la política viene de la experiencia con grupos sociales; que conoció al realizar trabajos voluntarios en Diego de Almagro, Copiapó, Petorca y Lota. «Allí descubrí un Chile distinto, que está oculto por múltiples fachadas», dice.

Vicencio milita en la Unión Nacional Estudiantil (UNE), agrupación política que surgió de las movilizaciones de 2011. «Estamos levantando un bonito proyecto en todo el país, lo que significó unir esfuerzos aislados. Muchos de la misma región, que antes no nos conocíamos, hemos empezado a remar para el mismo lado. La UNE es una organización política universitaria que agrupa a colectivos de distinta denominación, que antes no tenían vinculación entre sí. Al calor de la movilización vimos la necesidad de converger, porque la Concertación, el PC u otros sectores de Izquierda no nos representaban».

La UNE realizó un congreso fundacional en 2012. Definió líneas a seguir para el periodo, logrando aglutinar a un movimiento político universitario que está presente en todas las regiones, convertido en un actor relevante de la Confech. Hoy tiene la presidencia de organizaciones importantes como las federaciones de estudiantes de las universidades de Concepción, Católica de Valparaíso, Federico Santa María de Valparaíso y UFRO de Temuco, con presencia en las federaciones estudiantiles de las universidades de Chile, Austral, Los Lagos y Valparaíso.

 

TRADICION DE LA IZQUIERDA

¿Cuáles son los referentes que la UNE tiene en la Izquierda chilena?

«Somos una organización joven, surgida de las luchas estudiantiles. En estos años hemos acumulado experiencia y a partir de ésta vamos a buscar definiciones ideológicas de mediano y largo plazo, que quedarán plasmadas en el segundo congreso de la UNE, que realizaremos a fines de este año.

Nuestra raíz está en la experiencia de la Unidad Popular, en el gobierno de Salvador Allende y en la tradición de los movimientos de obreros, campesinos y pobladores del siglo XX. Aunque no nos casamos con una particular visión doctrinaria, porque provenimos de diversas vertientes ideológicas.

En nuestro congreso también tendremos que definir qué haremos cuando salgamos a ejercer nuestras profesiones u oficios. La forma natural de actuar, pienso, será levantar organizaciones de profesionales o vincularnos a los movimientos sindicales de los distintos sectores de la industria o los servicios».

En la pasada elección apoyaron la candidatura de Marcel Claude…

«Participar en la elección fue parte de un largo debate. Tomamos la decisión de apoyar el programa de Marcel Claude, entendiendo que había una coyuntura política en la que se jugaba el futuro de demandas surgidas a partir de la movilización, que podían ser fácilmente despojadas de sus contenidos sustanciales, mediante la apropiación que pudieran hacer algunas candidaturas.

A través de la postulación de Marcel Claude logramos también visibilizar nuestra organización y vivir la experiencia de levantar a nuestro dirigente nacional, Sebastián Farfán, como candidato a diputado por Valparaíso, obteniendo una buena votación».

¿Cómo piensan romper el duopolio en el poder?

«Con Marcel Claude no cumplimos nuestras proyecciones. Esperábamos que la candidatura del movimiento ‘Todos a la Moneda’ lograra ser viable más allá del duopolio Concertación-Alianza y hay que decirlo con todas sus letras: eso no ocurrió. Persiste el desafío de construir una verdadera alternativa política. Nos obliga a dotarnos de las herramientas necesarias para disputar con éxito el poder dentro de la institucionalidad, para que no sigamos delegando en otros las esperanzas de transformación de Chile.

Tenemos que aprovechar los espacios institucionales de buena manera, dando a conocer a la ciudadanía nuevas formas de trabajo y organización. La política chilena esta licuada y hay mucha adhesión por conquistar. Ganó la Nueva Mayoría en el marco de una elección en la que votó menos del 50% del padrón, y la derecha está haciendo su crisis».

 

FORJANDO UNA ALTERNATIVA

¿Cómo visualizan una alternativa a estos bloques?

«Aunque los sectores dominantes de la política chilena están muy desacreditados y aislados, podrían recomponerse y volver a levantarse. Este año será el de los intentos de relegitimación del sistema de partidos en el poder, usando la figura de Michelle Bachelet para reencantar al pueblo. Es un momento complejo porque si ellos logran su objetivo, se puede cerrar un ciclo de lucha y los sectores que estamos a la Izquierda del PC corremos el riesgo de hacernos invisibles o de que nos cataloguen de ultraizquierdistas.

Para enfrentar esta situación, hay que levantar una alternativa unitaria mucho más fuerte y transversal, que impida una dispersión como la ocurrida el año pasado con la división de la Izquierda en tres o cuatro candidaturas presidenciales que no lograron confluir en un proyecto unificado, aunque discursivamente planteaban líneas muy similares».

¿Bastará solo con la Izquierda para construir esta alternativa?

«Apostamos a fortalecer un programa transformador, que sea el fruto de las luchas sociales. Para instalar en el debate la nacionalización de los recursos naturales, debió ocurrir la paralización durante un mes de los subcontratistas del cobre en 2007; en 2011 necesitamos la actividad de los estudiantes para explicar a la ciudadanía la importancia de la defensa de los recursos naturales para alcanzar la educación pública y gratuita como un derecho universal.

Tenemos el gran desafío de levantar día a día, junto a otros actores políticos, un proyecto transformador muy amplio, que relacione nuestra demanda por educación con otras transformaciones estructurales. Sabemos que una tibia reforma tributaria de Bachelet no va a solucionar los problemas de la educación y que para resolver los problema de fondo, el Estado necesita recaudar recursos potenciales que hoy se los está llevando el capital extranjero a través de la explotación de recursos mineros que son de todos los chilenos y chilenas».

Bachelet espera impulsar algunos cambios y aparentemente los grandes poderes económicos están dispuestos a hacer concesiones para mantener la gobernabilidad.

«La Izquierda enfrenta un escenario complicado. Pero los sectores más lúcidos del empresariado se dan cuenta que deben hacer concesiones porque está en riesgo la gobernabilidad por un lado y por el otro, la estabilidad económica. Protestas permanentes, marcha en las calles semana por medio, toma de carreteras, interrupciones en la producción de cobre y paralización de los puertos van entregando a los sectores gobernantes luces de que si no ofrecen potentes señales de cambio, algo más serio para sus intereses puede pasar en el futuro.

La Nueva Mayoría intenta ordenar este tablero que comienza a mostrar señales de inestabilidad. A esas grietas, Bachelet tendrá que darle una estucada fina para que no se vean las fisuras. Hasta ahora el centro de la discusión ha sido la demanda por educación pública, gratuita y de calidad. Pero mañana será el cambio del sistema de pensiones y de salud.

La Izquierda política y social tiene el desafío de demandar educación, salud, vivienda, regionalización y participación democrática, para impedir que estas demandas estructurales sean despojadas de su sentido original. Bachelet habla de educación gratuita, pero al final propone gratuidad solo para el 70% más pobre y extendida a un periodo de seis años, considerando adicionalmente el peligro latente que con platas del Estado se terminen financiando proyectos de la educación privada.

Desde 2011 el pueblo ha venido demandando una Asamblea Constituyente para terminar con una Constitución generada en dictadura, que se hizo entre cuatro paredes y fue legitimada en un plebiscito fraudulento. Cada vez que se instala en la opinión pública una demanda, la clase dominante la recoge, la digiere y la desvirtúa. Por ejemplo, ante Asamblea Constituyente, la Nueva Mayoría habla de una reforma a la Constitución aprobada sin deliberación popular por un Congreso deslegitimado, que será asesorado por una ‘comisión de expertos’, cuyas conclusiones podrían ser ajenas a las aspiraciones sentir de la gente común y corriente».

 

ESTUDIANTES A LA CARGA

¿Qué debiera hacer el movimiento estudiantil en 2014?

«Esperamos movilizaciones, asambleas y gente empoderada y preocupada de saber lo que se está debatiendo. Si se abren caminos distintos de los que originalmente se plantearon, haremos propuestas, generaremos ideas propias y tendremos un discurso crítico y denunciante. Vamos a dejar al desnudo las incongruencias, movilizándonos en la calle cuando se estén discutiendo reformas fundamentales. Por otro lado tensionaremos a la ‘bancada estudiantil’ del Congreso para que asuma lo que piensa la gente en las calles».

El movimiento estudiantil se ha radicalizado. ¿Cómo conseguirán que esta radicalización no signifique aislamiento?

«El lugar para debatir este tema es la Confech. Es un tema que tendremos que exponer además en foros, encuentros y debates con otros sectores de la sociedad. Con una autosegregación corremos el riesgo de aislarnos de la política. Si esta Izquierda extraparlamentaria no logra un grado de convergencia importante en la plataforma de Confech, las reformas que vengan nos encontrarán divididos. Confío en que el sentido de la realidad nos indique que la única forma de incidir en los procesos que vienen es lograr un acuerdo muy amplio, aunque tengamos que deponer circunstancialmente diferencias, en beneficio de actuar en conjunto.

En la última reunión de Confech, estos temas ya se tocaron y será tema obligado de las siguientes reuniones. Me refiero a la necesidad de avanzar en las reivindicaciones de un gran número de derechos sociales a la educación, salud, vivienda o la previsión, y de la soberanía nacional sobre los recursos naturales».

 

PRESENCIA DEL

PUEBLO MAPUCHE

¿Incluye este debate la causa mapuche?

«Por cierto que entre los derechos están incluidos los de los pueblos originarios a sus identidades culturales, a la posesión de tierras y a la autodeterminación. Existe una ocupación del territorio mapuche por empresas forestales que usan a sus habitantes como mano de obra barata. Por ese motivo nos estamos vinculando con los trabajadores forestales y comuneros mapuches, para apoyarlos en sus justas luchas.

Sabemos cómo han actuado Piñera y los gobiernos de la Concertación, ahora hay que observar como actúa la Nueva Mayoría en el marco de este nuevo ciclo de movilizaciones sociales. Veremos si decrecen los niveles de represión, si se asume la escasez de agua y el deterioro feroz del medioambiente y si se enfrenta el centralismo santiaguino respecto a las regiones.

Si tuviera la posibilidad de hablar con Michelle Bachelet le recordaría su traición al movimiento de los ‘pingüinos’ en 2006, la represión a los movimientos sociales o la muerte del activista mapuche Matías Catrileo, en su anterior gobierno».

¿La presencia del PC en la Nueva Mayoría podría incidir en un cambio?

«El PC asumió una tesis muy arriesgada. Evidentemente es minoría ante los partidos de la Concertación, y no veo que tenga una incidencia mayor en las decisiones de la Nueva Mayoría. Los comunistas tendrán una cancha política muy estrecha para actuar, y es poco lo que podrán hacer dentro del gobierno. Hablan de circunscribir su acción al programa. Pero en el programa de la Nueva Mayoría hay puros títulos y contenidos desdibujados. No postula el fin de las AFPs, la renacionalización de los recursos naturales ni una reforma laboral. Con un programa tan tibio, el PC no tendrá mucho que defender»

 

 

 

 

Publicado en «Punto Final», edición Nº 798, 24 de enero, 2014

 

www.puntofinal.cl

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