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Entrevista al historiador Youssef Girard

«Francia debería analizar el conjunto de su historia colonial y reconocer los crímenes cometidos durante todo ese período»

Fuentes: Assala

    En primer término los lectores de Assala querrían conocerle ¿Quién es Youssef Girard? Soy un investigador de la historia, especializado en estudiar el nacionalismo argelino y en general en el estudio de la Argelia contemporánea. Nací en el suburbio de París a comienzos de los 80. Después de estudiar historia en la Sorbona, me […]

    En primer término los lectores de Assala querrían conocerle ¿Quién es Youssef Girard?

    Soy un investigador de la historia, especializado en estudiar el nacionalismo argelino y en general en el estudio de la Argelia contemporánea. Nací en el suburbio de París a comienzos de los 80. Después de estudiar historia en la Sorbona, me especialicé en la historia de Argelia en el marco de mi doctorado.

  1. ¿Cómo llegó al Islam?

    Como para muchas personas de mi generación cuya juventud transcurrió en el suburbio parisino, el Islam era un referente cultural y ético. A partir de los 18 años decidí practicar el islamismo y busqué profundizar mis conocimientos en materia religiosa. Esta decisión no era de carácter puramente personal sino que se inscribía en la dinámica de grupo que hizo que numerosos jóvenes de la comuna en que vivía siguieran el mismo recorrido espiritual. Esta dinámica de grupo nos permitió avanzar juntos en el camino del Islam, aun cuando luego cada uno haya seguido su propia evolución personal.

  1. ¿Es posible conocer el objetivo central de sus trabajos de investigación y sus motivaciones?

    Presenté una tesis doctoral en historia contemporánea en junio de 2010 en la Universidad París VII que encaraba la historia del PPS-MTLD en el antiguo departamento de Argelia entre 1843 y 1954. Esta tesis continuaba la de mi maestría referida a los movimientos juveniles en Argelia entre 1943 y 1954 y mi informe DEA que, preparando mi tesis doctoral, se refería al PPA-MTLD en el antiguo departamento de Argelia, específicamente centrado en el distrito de Medea.

    El PPA-MTLD, más allá del movimiento revolucionario nacionalista argelino, encarnado primero en la Estrella Norafricana y luego en el FLN (Frente de Liberación Nacional) es siempre el objetivo central de mis investigaciones. Cuando terminé mi trabajo de tesis, amplié mi campo de investigación a temas como la política asimilacionista encarada por Francia en Argelia donde se inserta la obra de Malek Bennabi.

    Mi objetivo es estudiar la historia de Argelia a partir de sus diferentes componentes, políticos, pero también culturales, con el objeto de lograr una visión lo más completa posible de la historia contemporánea de ese país. Este enfoque me permite estudiar también el colonialismo francés y las resistencias que suscitó. Mi interés en el estudio del colonialismo y de las resistencias que se le opusieron fue determinado por la situación del Islam y de los musulmanes en Francia, estructurada en parte por la historia colonial francesa y singularmente por la historia de la colonización de Argelia.

    Contrariamente a lo que podría ser un discurso «hipócrita» yo trato de ser un historiador «neutro» porque mi interés está arraigado en un presente inmediatamente vivido.

  1. Usted es conocido por sus trabajos sobre la revolución argelina, por sus textos sobre Bennabi, un informe bien documentado sobre Ahmed Bouda ¿Podría conocer el origen de ese interés por la historia de Argelia?

    Existió el azar de un encuentro literario con las memorias de Messali Hadj, en una biblioteca, cuando todavía iba al liceo y estaba interesado en el Islam pero también con las luchas de liberación nacional de los pueblos colonizados. La visión de este hombre «tradicionalmente vestido» a la argelina, caminando por las calles de Niort, me produjo deseos de leer su obra. Esa lectura me suscitó un interés que se fue acentuando a medida que fui profundizando mis conocimientos sobre la historia argelina. La lectura de los Condenados de la tierra de Frantz Fanon no hizo más que duplicar ese interés que nunca ha disminuido.

    Como le he dicho mi inclinación por la historia de Argelia no es desinteresada. Está vinculada también a una vida en la que influyera la historia de la colonización.

  1. ¿Piensa usted que la revolución de 1954 y las diferentes crisis por las que pasó han tenido alguna influencia en la actual situación política de Argelia?

    Es innegable y desde luego normal. El presente se haya siempre condicionado por el pasado. Este condicionamiento del presente por el pasado explica porque este es un desafío que supera el solo estudio de la historia y el pequeño círculo «cerrado» de los historiadores. Es también una apuesta de la sociedad que exige debatir el pasado en la esfera pública.

    Para no considerar más que la crisis del verano de 1962, se ve bien como condicionó, por lo menos en parte, la política argelina hasta nuestros días, La salida de esa crisis tuvo un papel determinante sobre una serie de instituciones argelinas y sobre ciertas orientaciones políticas del estado. Es por eso que estudiarla es fundamental.

    Más allá de la revolución y de las crisis la historia del movimiento nacional juega un innegable papel en Argelia. Esto se manifiesta por ejemplo en el nivel de las ideas políticas que se construyen y que aún se desarrollan hoy en día con relación a la historia del movimiento nacional. Todo esto me parece normal y es por eso que resulta necesario debatir sobre esta historia.

6 . ¿Qué piensa usted sobre debatir la necesidad de reconocimiento por parte de Francia

de los crímenes y de las fechorías del colonialismo?

Sería absolutamente normal que Francia reconociese los crímenes cometidos y no

solamente durante la «guerra de Argelia» sino también durante los 132 años de

dominación colonial francesa en Argelia. Más allá de Argelia Francia debería analizar el

conjunto de su historia colonial y reconocer los crímenes cometidos en todo ese

período.

    No obstante la Francia actual se halla inserta en la continuidad de su historia colonial y está muy lejos de reconocer sus crímenes coloniales. La ley del 23 de febrero que reconoce los «beneficios del colonialismo» ha sido derogada solo parcialmente y muchos de sus artículos resultan todavía más que problemáticos. En muchas oportunidades el pasado colonialista de Francia ha sido defendido públicamente por Sarkozy, a pesar del tiempo transcurrido las ideas colonialistas o neo-colonialistas siguen dominando.

    Terminando con la colonización, Franz Fanon decía que el tema no era saber si Francia era racista sino preguntarse si era posible que Francia no fuera racista habiendo sido la potencia colonial que fue. El debate sobre el reconocimiento de los crímenes coloniales no remite a esta cuestión fundamental porque Francia no podrá librarse del racismo y del neo-colonialismo sino cuando recapacite sobre su pasado de potencia colonial.

7 . ¿Cómo evalúa usted la relación de los musulmanes con el Islam?

    En Francia, es muy variable según las personas pero hay una parte importante de los musulmanes que se mantienen muy fieles a su religión y a su identidad islámica. Contra las políticas públicas que tienden a restringir la identidad musulmana, especialmente los ataques a las musulmanas que portan velo, vemos expresar un verdadero apego a la religión musulmana. Evidentemente este apego podría profundizarse, pero el hecho de que muchas personas estén apegadas a su identidad islámica a pesar de las políticas de despersonalización puestas en vigor, muestra un profundo apego a la identidad. Esto conforma una fuerza de resistencia contra el racismo que denigra y estigmatiza al islam y a los musulmanes.

8. Los musulmanes que viven en occidente y los musulmanes que viven en países

islámicos: ¿un destino común o trayectorias diferentes?

Habrá forzosamente y las hay ya diferencias como también las hay entre los

    musulmanes que viven en los diferentes países islámicos. También las hay entre los musulmanes que viven en diferentes países occidentales porque esos países se hallan regidos por leyes diferentes y porque no todos los musulmanes tienen la misma historia. Le daré tres ejemplos que merecen ser comparativamente estudiados:

    1. En Francia, con un pasado colonial y donde las relaciones entre Estado y religiones se rigen por el laicismo, la mayoría de los musulmanes proceden de la inmigración magrebí y africana, regiones antiguamente colonizadas por Francia.
    2. En Alemania que no cuenta con el mismo pasado colonial y que no conoce el laicismo los musulmanes proceden en su mayoría de países que no fueron nunca colonizados por Alemania.
    3. En Gran Bretaña que tiene un pasado colonial y que no conoce el laicismo, la mayoría de los musulmanes procede del subcontinente indio, antiguamente colonizado por Gran Bretaña.

    Los tres casos, rápidamente enunciados configuran significativas diferencias entre los musulmanes que viven en estos tres países occidentales.

    Para volver sobre su pregunta, creo que es de interés de los musulmanes que viven en occidente mantener un estrecho vínculo con el mundo musulmán. En Francia algunos hablan de un «Islam francés» que esconde el deseo de independizar a los musulmanes que viven en Francia del mundo musulmán. Esta percepción no puede llevar, intelectual y espiritualmente sino a una amputación. A los musulmanes que viven en Francia les interesa mantener un fuerte vínculo con el conjunto del mundo musulmán y más especialmente con el Magreb y con Africa. Este fuerte vínculo no puede sino servir para el enriquecimiento.

9. ¿Cuál es su lectura sobre la de temas como identidad y laicismo en el debate político

francés? ¿Se propagará al resto de Europa?

    Esos ya han ganado a Europa como lo demuestra el referendo sobre la prohibición de construir minaretes en Suiza o el ascenso de una extrema derecha xenófoba en varios países de Europa. Esto significa evidentemente una amenaza para los musulmanes que viven en Europa. Esta amenaza debería ser un llamado de alerta para los musulmanes que residen en Europa porque está dirigida directamente a ellos.

    En Francia, los temas relacionados con la identidad y el laicismo son un modo de reactualizar la vieja ideología colonial francesa que no murió con la liberación de los pueblos colonizados. La política islamófoba remueve la herencia del pasado para ponerlo al servicio de los actuales intereses. Desgraciadamente teniendo en cuenta el pasado colonial francés uno no puede ser muy optimista sobre el porvenir y eso además porque algunos necesitan de la islamofobia para justificar su política. En realidad se corre el riesgo de que las políticas islamófobas se refuercen en el futuro. Las recientes 26 propuestas de la UMP(2) sobre «laicismo» van en ese sentido.

    Todo eso responde a la mencionada pregunta de Fanon: ¿es posible que Francia no sea racista habiendo sido como fue una potencia colonizadora? La política islamófoba francesa actualiza este tema.

10. ¿Cuál es su análisis sobre la percepción de la opinión pública occidental con relación a

la cuestión palestina? ¿Se han producido progresos?

    Me es difícil hablar en general de la opinión occidental porque difiere según el país. En Francia, la percepción de la cuestión palestina se halla determinada por el discurso mediático y político. Este último está condicionado por ciertos parámetros: la cultura colonial francesa que define en parte la representación del mundo árabe y musulmán, la adhesión al proyecto sionista o el sentimiento de existir una comunidad de intereses (la defensa de occidente) entre Francia y el Estado sionista. Esto hace que a los medios franceses les sea muy difícil defender los históricos derechos del pueblo palestino.

    En el seno de la sociedad civil, existe por lo menos un movimiento de «apoyo» a Palestina conformado por personas que pueden tener posiciones diferentes y hasta opuestas: yendo desde los que apoyan la resistencia del pueblo palestino hasta los que llaman a la «paz» y condenan la resistencia armada. Personalmente formo parte de los que piensan que un pueblo colonizado tiene todo el derecho de defenderse y de luchar por su liberación.

    A pesar del discurso mediático y político, a pesar de las divergencias existentes en el seno del movimiento de «apoyo» a Palestina, la solidaridad con el pueblo palestino ha sido expresada en el transcurso de muchas manifestaciones luego de la agresión a Gaza en diciembre de 2008 – hubo también importantes manifestaciones de apoyo a comienzos de los años 2000 luego del estallido de la segunda intifada. En esas manifestaciones la población árabe y musulmana que vive en Francia estuvo presente., siendo actualmente, en Francia, uno de los pilares del movimiento de apoyo a Palestina.

    El principal problema del movimiento de «apoyo» es que se manifiesta masivamente únicamente en oportunidad de los ataques sionistas. Fuera de esos momentos «calientes» el movimiento tiene tendencia a tambalear y a agrupar solamente a las personas más comprometidas con el problema. El desafío del movimiento de «apoyo» es el de lograr mantener el mismo nivel de movilización en el tiempo. Dada la importancia del movimiento de apoyo en los momentos «calientes» este objetivo no parece ser imposible pese a los obstáculos que deberá enfrentar.

11. Usted alerta a menudo a los musulmanes sobe los peligros de una concepción del Islam

    que trata de mostrarlo en el terreno económico como un régimen de tipo liberal ¿Podría decirme en que sentido le parece peligrosa esta concepción?

    El capitalismo me parece u peligro para los musulmanes y para la humanidad por varias razones:

  • Históricamente el capitalismo se ha construido sobre lo que Marx llamaba la «masacre de los inocentes» necesaria a la «primitiva acumulación» de capital. Se debe entender aquí la exterminación de los Amerindios, el pillaje del continente americano, la deportación y la reducción a la esclavitud de millones de africanos, Ese capitalismo fue el motor de la segunda colonización que sometió a la mayor parte de Africa y de Asia – y por lo tanto al mundo musulmán – al yugo de occidente.
  • El capitalismo lleva en sí mismo una dinámica que tiende a transformar al mundo en mercadería. Esta dinámica llamada reificación tiende a transformar las culturas, las relaciones humanas y hasta la espiritualidad en objetos comerciales. Partiendo de esta idea el islam corre el riesgo de ser sometido a la mercantilización y de ser transformado en un simple objeto de consumo. Esto se puede observar en lo que algunos llaman el «mercado islámico» en el que la identidad islámica se manifiesta solamente de manera consumista desvinculada del concepto islámico de sabiduría y de ética, de este modo el parecer «islámico» tiene el poder de anular el ser musulmán.
  • El capitalismo es portador de un determinado modelo cultural que es el que construyó occidente a partir de la segunda mitad del siglo XV. Efectivamente la difusión del capitalismo está ligada a la occidentalización de los mundos no occidentales, el error sería creer que se puede aplicar al capitalismo un barniz «islámico» con el objeto de protegerse de la occidentalización. Sería un error fundamental porque la occidentalización puede seguir prosperando siempre sobre el «barniz» islámico.

Estos tres aspectos fundamentales hacen que el capitalismo deba ser condenado no solamente por lo que hace sino por lo que intrínsecamente es. Pero para ser concreto es necesario analizar lo que el capitalismo produce en materia de desastres sociales inmediatos (hambre en el mundo, miseria social…) y las catástrofes ecológicas. Todos esos elementos deberían conducir a los musulmanes a reflexionar críticamente sobre el problema del capitalismo.

12 ¿Se puede rechazar todo en block o aceptar algo de la experiencia occidental en los aspectos políticos, económico y social…considerando que se trata de una experiencia construida sobre fundamentos teóricos, ideológicos fundamentalmente diferentes a los del Islam?

Aunque se quisiera adoptar algo de esa experiencia, pienso que sería imposible. En efecto la colonización, luego el neocolonialismo hacen que la experiencia occidental haya tenido repercusión mundial y especialmente en los países musulmanes. De modo que es necesario tener en cuenta la experiencia histórica y analizarla de manera crítica.

El error, por el contrario, sería imitar a occidente según la lógica de Ibn Khaldoun que en su tiempo quería que el vencido imite al vencedor. Tener en cuenta la experiencia occidental no quiere decir imitar a occidente sino ser capaz de desarrollar una relación crítica frente a esa experiencia. De todas maneras, quienes estudian seriamente la experiencia occidental, conocen la cantidad de elementos negativos que jalonan su historia: la exterminación de los amerindios en campos de concentración pasando por la esclavitud y la colonización.

Por otra parte, hoy en día, en el mismo occidente, los movimientos ecologistas ponen en tela de juicio la viabilidad a largo plazo del modelo occidental. Por razones de limitaciones ecológicas, el planeta no podrá sostener una humanidad en que todos los habitantes gocen de las formas de vida de un usamericano o de un europeo. Estos datos ponen en tela de juicio la experiencia occidental tal como fuera históricamente construida.

13. ¿Tiene el Islam una perspectiva histórica en occidente?

Eso depende en gran parte de las conclusiones que surjan de los debates actualmente en curso en diferentes países europeos. Por el momento me parece que por el momento nos hallamos en una fuga hacia delante que consiste en restringir la manifestación de la identidad musulmana mediante la sanción de leyes dirigidas en contra de la comunidad musulmana. La historia nos muestra que este tipo de huída hacia delante puede llegar demasiado lejos.

Los musulmanes que viven en occidente deberían recordar la histórica experiencia de los moros en España. Luego de un siglo de represión tratando de des-islamizarlos completamente los moros fueron finalmente expulsados por el rey Felipe III de España a partir de 1609. Aunque la historia nunca se reproduce idénticamente no podemos ignorar este precedente. Si se debiera desarrollar una perspectiva similar, se estaría poniendo fin a la corta experiencia del Islam en occidente.

    14. Usted es intransigente y rechaza el modelo occidental en su forma liberal. Muestra sin embargo una cierta indulgencia en lo referente al modelo occidental en su flanco social o socialista ¿He comprendido bien su pensamiento? Si sí, ¿quiere decir que el capitalismo y el socialismo no son productos puros del mismo pensamiento y experiencia occidentales?

Yo no soy intransigente con el capitalismo occidental sino que trato de encontrar la raíz de los problemas con el objeto de comprenderlos globalmente. Para responder a su pregunta yo no creo ser más indulgente con el modelo «socialista» o con la izquierda occidental. Algunos también me reprochan ser demasiado crítico con la izquierda occidental, que yo no tengo costumbre de tratar con deferencia. Me acuerdo, por ejemplo, de haber defendido públicamente la idea de que la URSS era un estado colonizador porque el poder soviético no había descolonizado a las naciones conquistadas por los Zares de Rusia (en Asia Central o en el Cáucaso) Esto me acarreó la hostilidad de una sala integrada por una mayoría de mujeres y de hombres de izquierda que no aceptaban este tipo de críticas.

En el fondo creo, sin embargo, que existen diferencias entre las personas que defienden uno u otro proyecto, «capitalista» o «social» En efecto los que defienden un proyecto «social o socialista» alientan un rechazo al mundo tal como es y un deseo de justicia social que no puede dejarme insensible. Eso no quiere decir que comparto íntegramente sus perspectivas pero puedo encontrar con ellos puntos en común. En el marco del apoyo a Palestina, por ejemplo, este tipo de acercamiento se produce concretamente en las movilizaciones. Esto no sucede al margen de algunos problemas porque la izquierda francesa no está exenta de ideas coloniales, especialmente con relación al islam. De hecho esto no significa una atenuación de la crítica al occidentalocentrismo y al paternalismo existente en cierta izquierda occidental que sigue siendo una izquierda colonial.

A nivel «teórico» pensadores de izquierda o sociales, Marx por ejemplo, han desarrollado una crítica al capitalismo que merece ser estudiada aun cuando los musulmanes no compartan el conjunto de sus concepciones sobre el mundo. Podemos lograr una apropiación crítica de su pensamiento, utilizando los que nos parece pertinente en el análisis del mundo. En América del Sur los pensadores cristianos de la Teología de la Liberación han realizado, en este sentido, un trabajo interesante. Esta experiencia no ha dejado de tener eco en ciertos intelectuales musulmanes por ejemplo Ali Shariati.

15 ¿Qué análisis hace usted de los cambios que se están produciendo en los países árabes : pueden generarles una alternativa histórica?

A mi parecer ya son portadores de una alternativa porque la situación en el mundo árabe no es hoy en día la misma. Tampoco hay que ser tonto, las antiguas fuerzas del poder no van a dejar su lugar sin antes defenderlo ferozmente. Los occidentales no van a abandonar sus intereses sin reaccionar. En los meses futuros habrá luchas extremadamente duras que serán determinantes para el mundo árabe. Habrá entonces que trazar nuevas perspectivas y crear nuevas alianzas entre los grupos sociales y políticos. Al fin el mundo árabe tendrá necesidad de unirse para hacer frente a los desafíos que deberá afrontar.

Fuente : Centro de estudios Assala

Notas:

  1. PPA-MTLD : Partido del Pueblo Argelino y Movimiento para el Triunfo de las Libertades Democráticas
  2. UMP: Unión por un Movimiento Popular