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Fútbol: Espejo de un mundo racista

Fuentes: IPS

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) expresó preocupación por el aumento de la xenofobia y la violencia en el fútbol, un deporte que, sin embargo, puede ser una herramienta útil para el desarrollo y la paz internacional. «El aumento en la violencia y los incidentes abiertamente racistas están ilustrados no sólo por las acciones […]

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) expresó preocupación por el aumento de la xenofobia y la violencia en el fútbol, un deporte que, sin embargo, puede ser una herramienta útil para el desarrollo y la paz internacional.

«El aumento en la violencia y los incidentes abiertamente racistas están ilustrados no sólo por las acciones de algunos simpatizantes», señaló el relator especial de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU sobre discriminación y xenofobia, Doudou Diene.

Estas tendencias se constatan, también, en «comentarios y acciones de entrenadores de famosos equipos, que minimizan o legitiman casos de racismo o xenofobia», aseguró Diene.

El funcionario señaló que no se tomaron medidas necesarias para llamar a la responsabilidad a quienes cometen graves actos de racismo en el deporte, en episodios que recibieron amplia cobertura en la prensa.

En su informe de 19 páginas presentado ante la Asamblea General de la ONU, Diene sostuvo que estos incidentes podrían aumentar, sobre todo en el fútbol.

La selección de fútbol de Francia, ganadora de la Copa Mundial 1998, celebrada en ese país, y de la Eurocopa 2000, en Bélgica y Holanda, es vista por muchos como un perfecto símbolo de «integración multicolor», ya que varios de sus jugadores descienden de inmigrantes de Argelia, Argentina, Ghana, Portugal y Senegal.

Pero el líder del ultraderechista Partido Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, minimizó los triunfos de su propia selección, pues, afirmó, está integrada por «mercenarios» incapaces de cantar el himno nacional francés, según reseñó la prensa británica.

«El deporte es un reflejo de la sociedad», señaló el director de la flamante Oficina de la ONU de Deporte para el Desarrollo y la Paz, Djibril Diallo.

Los deportes pueden estar rodeados de los peores rasgos de la sociedad, como el racismo, la violencia, la discriminación, nacionalismo excesivo, abuso de drogas y robo, explicó Diallo a IPS.

«En el mundo de hoy, en el que la agenda internacional está dominada por la guerra contra el terrorismo, el temor de la sociedad puede motivar actitudes negativas hacia los extranjeros por su identidad religiosa, étnica o cultural», opinó Diallo.

Esta semana, el club Lecchese, de la tercera división del fútbol profesional italiano, presentó una denuncia formal contra un árbitro que habría insultado a un jugador negro.

Días antes, la Federación Española de Fútbol impuso una multa de 3.000 euros al equipo Getafe, cuyos simpatizantes entonaron cánticos racistas contra el jugador camerunés Samuel Eto’o, delantero del Barcelona, durante un partido entre ambos clubes.

En noviembre de 2004 se desató una polémica internacional por las burlas racistas hechas en un partido amistoso en Madrid entre las selecciones de Inglaterra y España. Cada vez que un jugador negro inglés tocaba la pelota, los simpatizantes españoles simulaban aullidos de mono.

La indignación creció luego de que trascendiera que el seleccionador español, Luis Aragonés, se refirió al jugador francés Thierry Henry como «negro de mierda». Aragonés fue sancionado con una multa de 3.000 euros.

El comentarista británico Ron Atkinson también estuvo en el ojo de la tormenta en octubre de 2004, luego de un partido que el equipo inglés Chelsea perdió frente al Mónaco, de Francia.

El periodista, creyendo que el micrófono estaba desconectado, responsabilizó de la derrota al jugador francés Marcel Desailly, a quien llamó «lazy nigger» (negro holgazán).

En su informe, Diene llamó a un a «gran movilización de las organizaciones deportivas internacionales» para combatir el racismo.

El presidente de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA), Joseph Blatter, expresó «profunda preocupación» por los últimos casos de racismo en el deporte.

El Comité Ejecutivo de la FIFA decidió en marzo crear un equipo multiétnico de «embajadores contra el racismo», integrado por jugadores y entrenadores de prestigio internacional.

Una nueva organización llamada Fútbol Contra el Racismo en Europa publicó una guía de sugerencias para impedir casos de discriminación por raza o nacionalidad y la distribuyó entre todas las federaciones de fútbol nacionales, así como entre los clubes más importantes.

Un borrador de resolución presentado a la Asamblea General del al ONU insta a la FIFA, que ajusta los últimos detalles para la Copa Mundial 2006 en Alemania, a promover «un mundo del deporte libre de racismo y discriminación racial»

«En la ONU estamos bien ubicados para ayudar a los gobiernos a realzar los aspectos positivos del deporte, que son beneficiosos para los pueblos de todas las edades», dijo Diallo a IPS.

El deporte es «el más universal de todos los lenguajes» porque une a las naciones sin importar la raza, religión o condición económica, sostuvo.

«El deporte contiene las mejores herramientas para combatir el racismo, porque los jóvenes pueden aprender a través de él valores como tolerancia, trabajo en equipo, honestidad y respeto a los otros», añadió.

Diallo también subrayó que la comunidad internacional es cada vez más conciente del importante papel del deporte en los esfuerzos para el desarrollo y la paz.

Esto quedó plasmado en la declaración final de la Cumbre Mundial de 2005, celebrada en septiembre en la sede de la ONU.

«Subrayamos que el deporte puede promover la paz y el desarrollo, y puede contribuir a una atmósfera de tolerancia y entendimiento», señala en el párrafo 145.

El mes pasado, Corea del Norte y Corea del Sur anunciaron su intención de competir por primera vez como un solo país en los Juegos Asiáticos de Qatar de 2006 y en los Juegos Olímpicos de 2008 en Beijing.

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