A ello contribuye el Manual comunitario sobre gestión inclusiva para la reducción de los riesgos de desastres.
Con un enfoque de género e inclusivo, el Manual comunitario sobre gestión inclusiva para la reducción de los riesgos de desastre permite disponer en Cuba de una herramienta educativa y de comunicación para apoyar a todas las personas en localidades en peligro y en sus relaciones con los efectos del cambio climático.
Presentado a través de la plataforma digital Teams, el pasado 13 de octubre, Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, este producto comunicativo contiene orientaciones metodológicas y educativas para su empleo, así como definiciones amigables de fenómenos que ocurren en el planeta.
También expone conceptos, marcos legales y consejos prácticos sobre la gestión inclusiva para aminorar los peligros de desastres, además de las normas básicas para apoyar y propiciar la participación de personas con discapacidad ante fenómenos riesgosos.
El material fue preparado por más de 20 especialistas en sus relaciones intersectoriales con las asociaciones cubanas de personas con discapacidades, la Dirección de Ciencia y Técnica del Ministerio de Educación de Cuba, el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, las representaciones en la isla de Humanity & Inclusion, Oxfam y la Oficina del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).
En el proceso de validación del contenido de la publicación estuvieron involucradas más de 300 personas pertenecientes a agencias internacionales y entidades gubernamentales y de la sociedad civil cubana, además de especialistas del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente.
Una herramienta inclusiva
Según Charlotte Fortier, representante en Cuba de Humanity & Inclusion, la gestión inclusiva de reducción de riesgos de desastres, concepto esencial para la construcción de la primera edición del manual en 2019, intenta reducir las vulnerabilidades de los más excluidos y aumentar las capacidades para reducir el peligro.
En 2021 la actualización y contextualización del manual introduce como novedad el concepto de resiliencia, a partir de la apuesta de Oxfam en pos de las comunidades resilientes e inclusivas, apuntó Elena Gentili, representante de esa oenegé en la nación insular caribeña.
Recordó la especialista que ello se expresa en una línea estratégica de trabajo orientada a la gestión inclusiva de riesgo de desastres y respuesta humanitaria, desarrollada desde 1994 junto al gobierno cubano.
Además, comentó que con el propósito de construir una comunidad más inclusiva, saludable, sin violencia y con menos vulnerabilidad, es necesario lograr una distribución equitativa de los riesgos en la sociedad”.
Gentili recalcó que al incluir el enfoque de género se añadió valor al manual en su concepción amplia de la gestión inclusiva y mencionó como una de sus ventajas el hecho de tomar en consideración las necesidades específicas de niñas, niños, adolescentes, hombres y mujeres antes, durante y después de un desastre.
Educación en multirriesgos de desastres
Orestes Valdés, especialista de la Dirección de Ciencia y Técnica del Ministerio de Educación, resaltó la importancia de trabajar desde las escuelas y hacia las comunidades los temas de la disminución de riesgos de desastres, priorizando la inclusión educativa.
En tal sentido, recomendó implementar las actividades propuestas en el manual durante las clases y en encuentros donde participen estudiantes, familiares y demás miembros de la comunidad.
Acotó el funcionario que el manual tributa a la capacitación, como parte de un programa desarrollado por dicho ministerio y Unicef desde 2021 hasta 2025, que promueve la inclusión educativa y el enfoque de género en estos asuntos y la resiliencia ante el cambio climático desde las escuelas hacia las comunidades.
Al respecto, Mariolys del Toro, Asociada del Programa para la Reducción de Riesgos de Desastres, de Unicef-Cuba, comentó que el material se vincula a la implementación de la campaña “Mi acción por el planeta”, iniciativa también desarrollada de conjunto con el Ministerio de Educación hasta 2022.
La campaña tiene como objetivo principal promover el protagonismo y el empoderamiento de adolescentes en la gestión inclusiva de los peligros de desastres y en la resiliencia ante los efectos negativos del cambio climático en Cuba, especificó.
Explicó asimismo que el manual consta de una versión para docentes, otra en lenguaje claro, una dirigida a personas con discapacidad visual, un juego de comunicación innovadora destinado a niñas y niños en edad escolar –para que construyan un mapa de riesgos en las escuelas teniendo en cuenta las características de su comunidad–, además de un paquete creativo para redes sociales.