Recomiendo:
1

Grandes retos al terminar el año 2022

Fuentes: Rebelión

No hace falta ser un experto en análisis sociológico para calificar el año 2022 como uno de los más desastrosos para la inmensa mayoría de los ecuatorianos.

Terminamos el año bastante desanimados y desesperanzados. El desgobierno es un desastre nacional; la Asamblea legislativa, una sala de componendas malsanas y las entidades nacionales, un nido de corrupción, igual que la policía y el ejército. ¡Ojalá con ‘la quema del viejo’ se nos vaya quemando maldades, pesimismo e indiferencia para enfrentar mejor los retos que se nos presenta!
Al nivel del ejecutivo nos encontramos frente a un gobierno que se limita a trabajar a favor de la clase bancaria, los grandes empresarios, los intereses del gobierno de Estados Unidos y de las grandes multinacionales, dejando en el abandono al resto de la población. No hay obras públicas. La salud, la educación, la construcción de viviendas populares tienen un presupuesto minúsculo.
El presidente no se preocupa que las y los ecuatorianos tengan un empleo, por eso llegamos a la catastrófica situación que 7 de cada 10 ecuatorianos en edad de trabajar no tienen un empleo asalariado. Esta situación favorece el tráfico y la venta de drogas mediante bandas organizadas a todos los niveles del país. Los Estados Unidos acaban de llaman la atención del gobierno ecuatoriano sobre supuestos ‘narcos generales’. Los vendedores de drogas, cada vez más numerosos, se disputan los territorios, eliminan los competidores o quienes ‘no juegan limpio’ y empiezan a extorsionar los negocios y los mismos ciudadanos. Esta violencia se ha vuelto incontrolable.
Para lograr ganancias ilimitadas y no tener instituciones que lo fiscalicen, el gobierno compra a los Asambleístas e impone las distintas autoridades de control y de la justicia. Los medios de comunicación en manos de los grandes empresarios ocultan las informaciones y manipulan a sus oyentes.
En cuanto a la Asamblea Nacional, inmediatamente después de su elección, un número significativo de asambleístas de casi todos partidos, se sumaron al partido minoritario del gobierno. Aprueban leyes al gusto del presidente y no fiscalizan ni al presidente denunciado por evasor, ni a las instituciones ni a las autoridades que hacen de la corrupción su modo de vida. En cuanto a las próximas elecciones locales, el Consejo Nacional Electoral no controla los gastos de campaña electoral que ha comenzado meses antes de la fecha rectora. No investiga los gastos millonarios que utilizan los partidos de derecha a vista y paciencia de toda la ciudadanía.
Nos encontramos frente a una dictadura de hecho que roba, miente, corrompe, reprime y persigue a sus opositores y a quienes denuncian sus fechorías. La populación está en una situación totalmente indefensa puesto que las instituciones que deberían protegerla no lo hacen. Un ejemplo de ello es la matanza de más de 400 presos en las cárceles del país.
La realidad política que acabamos de presentar es asombrosa. Por esta razón los derechos humanos están pisoteados por todas partes y los organismos internacionales han llamado la atención al gobierno sobre esta situación. ¿Quiénes sufren particularmente atropellos a sus derechos? La respuesta general es la gente en situación de miseria y de vulnerabilidad que representa a un 35% de la población o más. Los femicidios son numerosos: más de 700 mujeres han sido asesinadas este año. Eso representa un promedio de 2 mujeres muertas por día.
Los indígenas y los negros conforman la población más empobrecida del país. Sus hijos e hijas sufren de desnutrición constante, lo que los limita para tener una buena salud y una buena educación. La represión muy violenta de las protestas pacíficas de los indígenas ha dejado una decena de muertos y centenares de heridos: El gobierno no ha prestado ayuda a las familias de estos muertos y heridos. Las y los jóvenes son los más afectados por esta situación nacional desastrosa, en particular en los centros educativos y la falta de empleo cuando terminan sus estudios. Por eso la migración va aumentado crecientemente.
Las distintas Organización de Derechos Humanos, tanto locales como nacionales, no encuentran abasto para receptar les innumerables denuncias de la ciudadanía. Además, no son bien vistos y son denigrados por las autoridades locales y nacionales.
Frente a esta situación deplorable, llama la atención que muy poca gente la toma en cuenta y se organiza para enfrentarlo y superarla. Una educación de bajo nivel, las mentiras de los medios de comunicación, la adicción al celular y la poca preocupación de las Iglesias han hecho que la gran mayoría de los ecuatorianos se han vuelto indiferentes, individualistas e insolidarios. Por eso que nuestras autoridades hacen lo que les da la gana.
Un primer reto sería de hacer más visibles la situación del país ayudando a reconocer las causas estructurales del sistema neoliberal que la produce. Un segundo reto sería despertar la conciencia que todos estamos relacionados: nadie es una isla. Más bien dependemos los unos de los otros y debemos trabajar a nuestro mutuo crecimiento y nuestro conjunto bienestar. Al no considerarnos hermanos, pasamos rápidamente a ser competidores y enemigos que hay que pisotear y eliminar. Un tercer reto sería fomentar la organización a todos los niveles comenzando por la familia y la vecindad. Juntos somos más y más fuertes, especialmente cuando se trata de enfrentar estructuras que nos oprimen y nos matan. Un cuarto reto sería de analizar en grupos las próximas elecciones para entender, por una parte, los desafíos que representan, porque elegiremos las autoridades que nos gobiernan localmente y, por otra, descubrir la mañosería de una consulta que, si es aprobada, no hundirá aún más en la pobreza y la explotación.
Felizmente, vemos pequeños signos de una nueva manera de vivir, compartir, fraternizar, organizarse y enfrentar el monstruo que nos domina. Esos son los caminos que hay que transitar en este nuevo año para poder vivir un poco mejor.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.