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Guerra Sicológica y Campaña Mediática

Fuentes: La pupila insomne

El campo de las ideas en los procesos políticos, resulta un terreno propicio para ejercer influencias a favor o en contra del desarrollo de los objetivos perseguidos sobre un sistema específico. El empleo de estas armas por los gobiernos de los Estados Unidos de América es un caso bastante conocido. Para desarrollar estos planes existen […]

El campo de las ideas en los procesos políticos, resulta un terreno propicio para ejercer influencias a favor o en contra del desarrollo de los objetivos perseguidos sobre un sistema específico. El empleo de estas armas por los gobiernos de los Estados Unidos de América es un caso bastante conocido.

Para desarrollar estos planes existen grupos de especialistas de distintas vertientes de las ciencias y las letras que se conocen generalmente como » tanques pensantes», ellos elaboran y sugieren las tareas y campañas a desarrollar en busca de un fin determinado. Este proceso, al aplicarse, se convierte en un método de trabajo y conforma la determinada Guerra Sicológica. O sea, es el plan de trabajo planificado contra un objetivo determinado. Por ejemplo, las campañas contra países ajenos a los dictados del gobierno norteamericano como Cuba, Venezuela, Bolivia y cualquier otro que se atreva a realizar cambios no acordes con los deseos de los Estados Unidos.

Las campañas son elementos tácticos de una estrategia organizada, planificada, controlada y difundida a través de los distintos medios de comunicación al servicio del imperio. Se mueven de una forma operativa, el fin es crear problemas y diferencias en los objetivos atacados. Cuando está terminando una campaña, ya se posee la continuidad con otra, es un proceso; en el caso cubano, puede pasar como con la muerte de Orlando Zapata, seguida luego por la  huelga de Guillermo Fariñas. En la actualidad, gira alrededor de las medidas económicas y el reordenamiento laboral; por ello resulta necesaria la oportuna información, para que actúe como vacuna ante el posible o seguro ataque en estas direcciones, pero cada una de estas campañas es solo una parte de un plan general dirigido y controlado por sus creadores.

Desde su arribo a la dirección de la CIA, Allen Dulles, fue el principal gestor para desarrollar el control de los medios de comunicación por parte de los gobernantes estadounidenses. Los distintos medios tienen una línea de trabajo definida, no experimentan, se sirven muchas veces de errores reales, los cuales se amplían y magnifican, ese es su trabajo dentro del plan.

En los caso de Venezuela y Bolivia junto a Cuba son acusados de ser países «promotores del terrorismo», como concepto general y las campañas giran sobre el momento político en que se esté viviendo. La búsqueda de temas de ataque es continua y no posee barreras de contención, figuras connotadas de la contrarrevolución y la CIA son utilizados permanentemente como es el caso de Carlos Alberto Montaner, el cual recibe una amplia cobertura económica, para que pueda desarrollar la línea de trabajo marcada. Esto a veces los lleva a cometer errores garrafales, como el recientemente cometido por Montaner al pretender denunciar la participación cubana en el proceso electoral en Venezuela; cuando afirmó que se iban a introducir votos en los cómputos desde Cuba, aprovechando la instalación del cable de comunicación entre ambos países. Los datos que posee el connotado agente de la CIA no se corresponden con la realidad, debido a que por el mal tiempo y las tempestades en el Océano Atlántico, se  determinó la posposición de la instalación hasta que pase la temporada ciclónica. Una mentira más en el haber de las campañas contra nuestros países.

Lo último es el show montado por un científico residente en Estados Unidos, de origen argentino y especialista en el campo de la energía nuclear; el cual  supuestamente habría tratado de pasar a Venezuela la información para poder construir artefactos explosivos nucleares. El bulo fue tan grande, que un vocero del gobierno norteamericano tuvo que aclarar que las autoridades venezolanas no tenían nada que ver con dicha operación, ni era de su interés. Al parecer tuvieron  temor a desviar la campaña contra Irán, enfrentado a otro invento sobre el control de la producción nuclear con fines bélicos.

Ahora se estrena al frente de radio y televisión, la mal llamada Martí, un abogado residente en Puerto Rico de origen cubano, nombrado Carlos García Pérez, miembro de la Fundación Cubano Americana, el cual se había destacado por sus críticas a las transmisiones en dichas emisoras. Habrá que esperar, qué nuevas manipulaciones y mentiras trae Carlos en su bolsa de viaje, enviado por Obama.

http://lapupilainsomne.wordpress.com/2010/12/03/guerra-sicologica-y-campana-mediatica/