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Hay algo que no se compra ni se vende, y por eso molesta tanto

Fuentes: Rebelión - Imagen: Niños palestinos esperan por un plato de comida en el campamento de desplazados cerca del puerto, Gaza, 22 de mayo, 2025 [Omar Al-Qattaa/AFP]

Cuando Estados Unidos tenía esclavos de grilletes, se presentaba como ejemplo de democracia. Aún hoy se insiste en que nunca ha tenido una dictadura.

El apartheid de Sudáfrica era defendido por Ronald Reagan como un bastión de la libertad en aquel continente lleno de negros propensos al socialismo, mientras Nelson Mandela ocupaba la lista de “peligrosos terroristas” de Londres y de Washington.

¿Cómo es posible que Israel, otro régimen de apartheid según todas las organizaciones intrnacionales de Derechos Humanos y según muchos israelíes, sea definido como una democracia? Un régimen brutal, con licencia para matar y masacrar a gusto, con todos los billones de dólares extranjeros en armas y alta tecnología, y llorar como si fuese la víctima universal.

¿En qué mente decente cabe que mientras se masacra a decenas de miles de niños se insista que esos y todos los niños que aún sobreviven hambreados, traumatizados y amputados deben morir y, como si esto fuese poco, son adulados por los temblorosos (temblorosos) líderes de la derecha y de la izquierda mundial?

Tengo una colección de amenazas cobardes (baneos, listas negras) y ninguna me asusta, pero también tengo la solidaridad de innumerables judíos decentes que no se dejan corromper por esa ideología fanática, racista y supremacista.

Lo repetiré una y mil veces. Pueden matar todos los miles de seres humanos que quieran, pueden amenazar a los miles de millones de habitantes de este planeta que protestan contra esta barbarie, pero nunca podrán matar la dignidad ajena que los cobardes genocidas, muy bien armados y adulados, nunca tuvieron.

La historia les tiene reservada una cámara séptica a la vuelta de la esquina.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.