El escritor uruguayo Eduardo Galeano participó de una conferencia sobre el proceso de cambio en Venezuela y afirmó que «los países ricos se consideran con derecho a tomar examen de democracia a todos los demás» y que tienen al presidente venezolano Hugo Chávez como «uno de sus demonios preferidos». Consideró durante su participación en la […]
El escritor uruguayo Eduardo Galeano participó de una conferencia sobre el proceso de cambio en Venezuela y afirmó que «los países ricos se consideran con derecho a tomar examen de democracia a todos los demás» y que tienen al presidente venezolano Hugo Chávez como «uno de sus demonios preferidos». Consideró durante su participación en la charla «Reflexiones sobre el proceso de cambio en Venezuela y su impacto en América Latina, el Caribe y el Mundo», que el mandatario venezolano es «el satán predilecto» de Europa
Galeano, autor del libro «Las venas abiertas de América Latina», que Chávez entregó al presidente de los EE.UU, Barack Obama, manifestó que el presidente de Bolivia, Evo Morales, y el de Ecuador, Rafael Correa, también engrosan la lista de «demonios preferidos» de Estados Unidos y Europa y consideró que es el Gobierno de Italia, presidido por Silvio Berlusconi, y no el de aquellos países, el que constituye un ejemplo de «demagogia» y «populismo».
Según Galeano, los procesos de cambio que se están dando en América Latina son «profundos», «diversos» y «hermosos» y resultan «bastante incomprensibles para el Norte del mundo».
«Hay una tradición de desprecio que proviene de la humillación colonial, que obliga a desconocer todo lo que en estas comarcas ocurre», aseguró el escritor.
Galeano subrayó que «la riqueza de los países del Norte tiene raíces históricas muy claras, proviene del robo y el saqueo» y describió el proceso de cambio venezolano como «fecundo», «creador» e «interesantísimo».
Junto con Galeano también participó en la charla el escritor venezolano Luis Britto García, quien se refirió al episodio de la entrega del ensayo de Galeano a Obama como «subversivo» y manifestó que «la cuestión es cómo estará interpretando» el libro el presidente estadounidense.