6 diciembre 2006 Hemos perdido un gran amigo, un gran político, un hombre de una honestidad cabal, que nunca buscó nada para sí mismo, que inició el parlamento de calle cuando nadie lo hacía, que dio toda su vida a la lucha por la liberación de nuestros pueblos. No pudo cumplir con su anhelo de […]
6 diciembre 2006
Hemos perdido un gran amigo, un gran político, un hombre de una honestidad cabal, que nunca buscó nada para sí mismo, que inició el parlamento de calle cuando nadie lo hacía, que dio toda su vida a la lucha por la liberación de nuestros pueblos.
No pudo cumplir con su anhelo de compartir con el pueblo venezolano el gran triunfo electoral del presidente Chávez. Razones de salud le impidieron venir como observador internacional.
Como un modesto homenaje recordemos su mensaje Chávez luego del II Encuentro Internacional de Solidaridad con la Revolución Bolivariana, en abril del 2004, al que asistió como ponente.
Caracas, 16 de abril del 2004
Presidente Hugo Chávez Frías
Querido Presidente,
No pudiendo asistir a la cena de despedida, desearía trasladarle estas palabras junto al agradecimiento por haber podido palpar de cerca el latido de este proceso revolucionario.
En los días transcurridos desde mi llegada, he podido constatar la auténtica democracia que vive este pueblo; la absoluta libertad de los medios de comunicación opositores para expresarse, aunque considero que sus desmesuras, agresividad y ofuscación desbordan los límites de cualquier convivencia política civilizada.
Me impresionó muy favorablemente el papel prioritario que este gobierno otorga a la agenda social sin la cual ninguna «carta democrática» puede asegurar a nuestros pueblos una democracia real.
El evento me permitió verificar en los diferentes seminarios y paneles, y también en el propio terreno, la irrupción política del pueblo de Venezuela. No cabe duda de que en este país el pueblo ha sido artífice de la historia. Irrumpió en el escenario político, tomó conciencia de su protagonismo y hoy, estimulado por su Presidente, exige que se le entregue poder. Se ha apropiado e insiste en poner en práctica la frase repetida innumerables veces por Chávez: los problemas de la pobreza sólo se pueden resolver si se le da poder a los pobres.
En este sentido este Encuentro constituyó un esfuerzo exitoso por combatir la monstruosa desinformación de lo que está ocurriendo en Venezuela frente a una ofensiva mediática opositora que se desarrolla tanto a nivel nacional como internacional, avalada y estimulada por los sectores oligárquicos y el gobierno de Bush.
Quedé muy bien impresionados por las intervenciones del Presidente Chávez en relación con el tema de la integración latinoamericana, el rechazo al ALCA y a las orientaciones de la OMC, temas que reflejan el auténtico interés de nuestros pueblos y en el que parecen coincidir países como Brasil, Argentina y Cuba.
Al mismo tiempo, creo que el Encuentro nos permitió avanzar en una mayor precisión de la lucha por nuestra identidad cultural latinoamericana contestataria, combativa, solidaria, saliéndole al paso a la ofensiva de los valores y arquetipos éticos con los que la ideología neoliberal satura mediáticamente.
Sobretodo, pienso que fue muy útil para los militantes y resultó muy importante para todos nosotros conocer una experiencia en la que las fuerzas armadas no cumplen el papel represor y antipopular que han jugado en América latina en las últimas décadas, sino que se inspiran en las primeras formaciones militares libertarias de la lucha por la emancipación latinoamericana del colonialismo español, fuerzas que no estaban destinadas a reprimir las movilizaciones populares sino a defender la soberanía y la dignidad nacionales.
Por último, en nuestra visita a los barrios, una iniciativa muy fecunda del comité organizador, pudimos observar la forma abierta, variada, y pluralista con la que el pueblo se organiza. Nos llamó especialmente la atención la sentida reivindicación de su autonomía y el rechazo a prácticas partidistas burocráticas poco transparentes y manipuladoras.
En un continente enfermo de mentiras que desprestigian al sistema democrático y hacen cundir el escepticismo popular frente a los políticos, hemos podido ver cómo este pueblo aprecia en alto grado a su máximo gobernante por ser consecuente con su programa pre‑electoral en favor de los más desvalidos. Luego de 5 años de gobierno hemos observado que el pueblo pobre no se siente engañado, que está viendo cómo va cumpliéndose lo prometido y eso contribuye a fortalecer su esperanza y, en general, a fortalecer la democracia.
Para despedirnos, me atrevo a sugerir que este país anfitrión nos reciba el próximo año para celebrar el III Aniversario de la heroica recuperación de la democracia por el pueblo unido a su Fuerza Armada. Espero que para entonces mi país, Uruguay, esté gobernado por Tabaré Vásquez y se haya incorporado a las naciones que luchan por su emancipación en una América latina unida.
Quisiera pedir a los camaradas extranjeros que aquí nos hemos reunimos que nos comprometamos todos a movilizar hacia Venezuela a la máxima cantidad de personalidades progresistas de nuestros países para que nadie dude en el mundo acerca de la gran solidaridad que este proceso despierta en amplios sectores de nuestros países.
Para poder empezar a invitar desde ya a dicho Encuentro sugiero como fecha tentativa: desde el día miércoles 13 hasta el sábado 16 de abril 2005.
Hugo Cores
Hugo Cores: historiador, ex diputado uruguayo,
dirigente del Frente Amplio, ex secretario de Tabaré Vazquez,
secretario general del Partido de la Victoria del Pueblo.