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Jaime Barrios descansa en paz

Fuentes: Punto Final

En el Memorial de los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos, en el Cementerio General de Santiago, fue sepultado el único resto hallado hasta ahora de Jaime Barrios Meza, ex gerente general del Banco Central y ex miembro del consejo de redacción de Punto Final. El resto óseo -un huesito del pie izquierdo- fue hallado en […]

En el Memorial de los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos, en el Cementerio General de Santiago, fue sepultado el único resto hallado hasta ahora de Jaime Barrios Meza, ex gerente general del Banco Central y ex miembro del consejo de redacción de Punto Final. El resto óseo -un huesito del pie izquierdo- fue hallado en una fosa del Fuerte Arteaga, en Peldehue, y verificado mediante el ADN familiar. Se confirmó así que Jaime Barrios, y otros compañeros que combatieron en La Moneda junto al presidente Salvador Allende, fue fusilado en ese campo militar. También fue identificado un resto óseo de Claudio Jimeno Grendi, sociólogo, de 38 años, casado, dos hijos, militante socialista y asesor de la Secretaría General de Gobierno.

El grupo que acompañó hasta el final al presidente Allende fue hecho prisionero y conducido al Regimiento Tacna. En esa unidad militar se les sometió a crueles torturas y al día siguiente, trasladaron a varios de ellos al Fuerte Arteaga. Se cree que diez prisioneros fueron fusilados el 13 de septiembre de 1973. Los cuerpos se lanzaron a una fosa común, donde fueron dinamitados. Años más tarde, la dictadura puso en marcha la Operación Retiro de Televisores que consistió en exhumar restos de numerosas tumbas clandestinas y arrojarlos al mar.

La investigación judicial para tratar de ubicar los restos de los detenidos desaparecidos de La Moneda se inició el año 2001. La magistrada entonces a cargo, Amanda Valdovinos, ordenó excavaciones en terrenos del Fuerte Arteaga. El ejército se negó a entregar cualquier información que permitiera abreviar el drama de los familiares. Finalmente, gracias a datos aportados por un ex conscripto, se determinó el lugar donde estuvo la tumba de los defensores de La Moneda. Pero sólo se encontraron astillas y fragmentos de huesos de cuerpos despedazados con cargas explosivas. Aún así, los fragmentos fueron periciados en el Instituto Médico Legal (IML) y en centros internacionales como el de Innsbruck Medical University (GMI) de Austria. Ese trabajo permitió al magistrado que ahora lleva la causa, Miguel Vásquez Plaza, y al director del IML, Dr. Patricio Bustos, entregar a los familiares la verdad sobre la muerte de sus seres queridos.

 

EJERCITO ENCUBRIDOR DE CRIMENES

El director nacional del SML, Dr. Patricio Bustos Streeter, durante la entrega del resto de Jaime Barrios a sus familiares, señaló: «Las dificultades para la identificación de los detenidos desaparecidos durante la dictadura cívico militar, no está en las limitaciones técnico-científicas, que efectivamente existen, sino en la acción de encubrimiento más grande de la historia de Chile, conocida como Operación Retiro de Televisores, que fue instruida en un documento firmado de puño y letra por el dictador Pinochet luego del hallazgo de los restos de quince campesinos en los Hornos de Lonquén, a través del cual se instruyó a todos los jefes de recintos militares para que exhumaran y ocultaran los cuerpos de las víctimas -botándolos al mar, quemándolos, dinamitándolos- con el objeto de ocultar sus crímenes».

Bustos reiteró «es por ello que el Estado democrático y sus instituciones tenemos la obligación de reparar en todo lo que sea necesario y posible, los daños que produjo el terrorismo de Estado, entendiendo que no es una deuda sólo con los familiares sino con toda la sociedad chilena. Por eso es que entregamos la urna de las víctimas cubierta con una bandera de Chile y un clavel rojo, que simboliza la lucha permanente e incansable de los familiares. Más aún cuando todavía tenemos una parte de la población que dice que son muy jóvenes para haberse enterado de las violaciones a los derechos humanos, y otros que afirman estar muy viejos para recordar los hechos de los cuales incluso muchas veces fueron protagonistas por acción u omisión. Ese contexto es el que pone con decisión la ciencia al servicio de la justicia, permitiendo a través de la genética forense la identificación certera de pequeños restos óseos que corresponden en este caso a Jaime Barrios Meza, quebrándole la mano a la impunidad para avanzar en verdad y justicia».

El funeral de Jaime Barrios consistió en una ceremonia privada en el Memorial de víctimas de la dictadura. Estaban presentes su hija Alicia Barrios, su nieta Lucía Valenzuela, Nancy Julien (su compañera cubana) y Enrique, hijo de ésta, y un grupo de amigos a nombre de quienes habló Osvaldo Puccio.

 

SUS VINCULOS CON EL CHE

Jaime Barrios, formado en el ideario revolucionario del Comandante Ernesto Che Guevara -con quien trabajó en el Banco Nacional de Cuba-, no dudó el 11 de septiembre de 1973 en acudir a La Moneda para defender al gobierno constitucional. Lo hizo con su compañera, Nancy Julien, que salvó la vida cuando el presidente ordenó a las mujeres abandonar La Moneda asediada por la sublevación militar.

Barrios, 48 años, gerente general del Banco Central, era ingeniero comercial. De su primer matrimonio con Frida Perelman Lam tuvo dos hijos: Jaime -que falleció en un accidente- y Alicia. Militante comunista, viajó a Cuba en los inicios de la revolución con otros profesionales chilenos (ver página 18 de esta edición). Trabajó con el Che y trabó una amistad política profunda con el revolucionario argentino-cubano. En ese sentido, Jaime Barrios cumplió una misión del Che al intentar comprometer en la Izquierda chilena algunas voluntades en apoyo del Ejército de Liberación Nacional (ELN) fundado por el Che en Bolivia. Solo encontró oídos receptivos en el Partido Socialista, donde surgió la sección chilena del ELN encabezada por el abogado Arnoldo Camú Veloso.

 

FUNDACION DE «PUNTO FINAL»

Jaime Barrios, en ocasión de un viaje a Chile, entusiasmó a los fundadores de Punto Final , Mario Díaz y Manuel Cabieses, para convertir ese folleto quincenal en una revista con diferentes secciones. Promotor de la iniciativa, se dio a la tarea, junto con el abogado Alejandro Pérez Arancibia, que también provenía del Partido Comunista, de buscar recursos económicos para lanzar la revista. Entretanto se conformó el grupo de redactores. Entre ellos, Augusto Olivares, Carlos Jorquera, Hernán Uribe, Augusto Carmona, Jaime Faivovich, Hernán Lavín, Julio Huasi y María Eugenia Saul. El aspecto ideológico y político que unía a ese grupo fundador era su adhesión a los principios que encarnaba la Revolución Cubana.

De regreso en Cuba, Jaime Barrios siguió de cerca la actividad de Punto Final y colaboró con artículos sobre asuntos históricos. Cuando volvió definitivamente a Chile, continuó participando en el consejo de redacción de PF, hasta su muerte.

 

 

 

Publicado en «Punto Final», edición Nº 818, 28 de noviembre, 2014

 

www.puntofinal.cl