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José Revueltas y su misiva a Sartre

Fuentes: Rebelión

En la extensa obra que José Revueltas dejó, aún siguen pendientes algunos análisis que esclarezcan el derrotero intelectual de sus ideas y las influencias que recibió de otros y otras intelectuales de su época, en particular, la correspondencia que emitió es una fuente por explorar aún con mayor profundidad, ya que de ella pueden extraerse […]

En la extensa obra que José Revueltas dejó, aún siguen pendientes algunos análisis que esclarezcan el derrotero intelectual de sus ideas y las influencias que recibió de otros y otras intelectuales de su época, en particular, la correspondencia que emitió es una fuente por explorar aún con mayor profundidad, ya que de ella pueden extraerse huellas de su interacción con el mundo del pensamiento y militante.

Se sabe que Revueltas así como escribió hasta el cansancio y más allá, también fue un lector apasionado que dialogó y debatió con interlocutores intelectuales de su tiempo, y uno de esos personajes que le sirvió de referencia en sus escritos fue Jean-Paul Sartre, el filósofo existencialista, quien en la última etapa de su vida se acercó con mayor profundidad al marxismo y elaboró planteamientos que influyeron en las discusiones por la construcción del socialismo y los análisis de las realidades en los países oprimidos.

En varias misivas que Revueltas envió a sus familiares y camadas pueden notarse referencias sobre Sartre, e, incluso, sobre Simone de Beauvoir, esto puede observarse por ejemplo, en la correspondencia que dirigió a su hija Andrea, con fecha del 25 de octubre de 1971, apenas unos meses después de ser liberado bajo protesta del Palacio de Lecumberri, donde estuvo preso por su participación a favor del movimiento estudiantil de 1968.

En esa carta, Revueltas plantea un derrotero intelectual de lecturas y debates que ha ido tejiendo en relación a la propuesta conceptual que desarrolló para la autonomía y autogestión de las instituciones universitarias y la “democracia cognoscitiva”, de su puño puede leerse lo siguiente: “esto constituye una buena premisa para interpretar la contradicción entre individuo y colectividad a través de lo que he llamado democracia cognoscitiva. Me ha servido mucho la Crítica de la razón dialéctica de Sartre”.

Unos años antes, cuando Sartre y De Beauvoir anunciaron su participación en un Congreso de Escritores que se efectuaría en La Habana, Cuba, José Revueltas aprovechó la ocasión para dirigir una misiva firmada el 22 de febrero de 1960, al filósofo francés, donde celebra su visita a la isla y su acercamiento a la reciente Revolución triunfante, y le expone su punto de vista de la misma: “Usted tocará con las manos, en Cuba, la piel misma de la revolución más pura, más abierta, más ancha –acaso la única así de nuestra América”. Se sabe que Revueltas también visitó la isla caribeña y mantuvo siempre su apoyo al proceso revolucionario cubano.

En la misma carta, el autor de Ensayo sobre un proletariado sin cabeza, le expone a Sartre lo que considera uno de los deberes urgentes de los escritores y militantes de izquierda: “… lo esencial […] deberá ser incorporar a los escritores de América a la lucha por la desestalinización –en todos los órdenes-, no obstante el retraso enorme”. También, la misiva revela un poco del ánimo de Revueltas, pues a continuación expresa: “hablo de una empresa en la que yo fracasé […] en la que continúo aislado, solitario, en medio del mayor silencio”.

Revueltas buscaba que la figura de Sartre y su presencia en Cuba sirvieran para reavivar el debate sobre al marxismo y su futuro que consideraba debiera ser heterodoxo. Aunque hasta la fecha no se conoce respuesta de Sartre a la misiva de Revueltas, sí sabemos que ambos han sido figuras indispensables para la renovación del marxismo y la lucha por un mundo mejor.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.