Aprobada en julio de este año, la nueva legislación cubana debe entrar en vigor a finales de octubre venidero.
Intercambiar y buscar respuestas colectivas a interrogantes sobre cómo, con quién, cuándo y qué hacer para impulsar la implementación de la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional (Ley SSAN) reunió en La Habana a jóvenes de diferentes ámbitos.
El Centro de Estudios sobre la Juventud acogió a jóvenes, estudiantes, productores agropecuarios, investigadores y representantes de organizaciones, todos vinculados a la implementación de esa legislación aprobada en julio pasado, con la mirada puesta en contribuir a la sensibilización y a propuestas para llevarla a la práctica.
El encuentro se enfocó en facilitar la apropiación de los contenidos de la Ley SSAN y su reglamento, también de ampliar la asimilación de su guía metodológica y el cronograma de implementación, en diálogo con las prácticas de las juventudes participantes.
Se insistió en definir colectivamente las continuidades del trabajo en relación con las responsabilidades de cada persona y socializar instrumentos y herramientas de sistematización de la nueva legislación.
Con la metodología de la educación popular, este fue el primero de los talleres para la capacitación de actores nacionales y locales dentro de la formación de capacidades sobre la ley, coordinado por un equipo integrado por representantes del Ministerio de la Agricultura, el Centro Memorial Martin Luther King y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).
Junto a los principios de la norma, como participación y no discriminación por género y generacional, entre otros, se destacó el rol de las juventudes en los sistemas alimentarios locales, su incorporación a las Comisiones de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional en todos sus niveles y la comunicación a favor de la educación alimentaria y nutricional.
Aportes diversos
Yuvan Contino, presidente del Grupo de Jóvenes Agroecólogos, perteneciente a la Asociación Nacional de Técnicos Agrícolas, Forestales y Tabacaleros (Actaf), consideró que “fue un espacio para aprender y construir-deconstruir para la implementación de la Ley”.
En ese proceso, valoró, la juventud resulta esencial si está permeada “de los principios y las prácticas agroecológicas”. A su juicio, constituye un importante desafío implementar dicha norma, a partir de la integración de las juventudes, “con verdadera participación, en los sistemas alimentarios locales en los municipios”.
Además, enfatizó en el hecho de que la Ley SSAN debe entrar en vigor el 28 de octubre de este año. “En tal sentido, la oportuna capacitación y coherente comunicación a nuestros jóvenes constituye un pilar esencial para el logro de las metas que el plan SAN persigue”, resaltó el agroecólogo.
Para Aurelia Castellanos, presidenta de la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA), de La Habana, “fue un ejercicio futurista, donde participamos varias organizaciones de la sociedad civil cubana, acompañando a jóvenes y representándolos”.
En varios ejercicios, se reflexionó sobre cómo contribuir a la ejecución del plan y cómo acompañar cada uno de los procesos.
Valoraciones a tener en cuenta
“Quedó muy claro que, para que sea efectiva la ley, debe empezar por las personas que producen, deben respetarse sus conocimientos, la necesidad de que quienes deciden localmente también conozcan bien la ley, porque si no la conocen, entonces, cómo la van a aplicar”, valoró Castellanos.
Además, según dijo, en el intercambio se hizo evidente la necesidad de que cada organización o persona decisora desempeñe su papel, se comprometa y les brinde confianza a las juventudes.
De acuerdo con la presidenta de ACPA, en La Habana, se coincidió en la necesidad del compromiso y la integración, de manera que las asociaciones establezcan un mecanismo de articulación, “para llegar a la base coordinadamente, y no hacerlo de forma independiente”.
Participantes en el encuentro consideraron decisiva la dotación de recursos porque, por muy bien elaborada que esté la ley, por muy participativos que sean los procesos, no pueden lograrse los resultados ni ser eficaces, si no se dedican recursos a la producción.
Otro de los elementos valorados fue la pertinencia de integrarse a la comunidad y con otros proyectos locales, sean o no del Ministerio de la Agricultura. Este organismo rector tiene que articularse con otros como Salud Pública y la Industria Alimentaria, para responder, de conjunto, a los preceptos de la ley SSAN.
Fuente: https://www.ipscuba.net/sociedad/jovenes-se-articulan-a-favor-de-la-ley-de-soberania-alimentaria/