Diciembre 2 de 2010 (miércoles). Poco antes de viajar a Cuba para participar en una de las Vigilias por la Democracia que, luego del intento de golpe de Estado en Ecuador, coordiné en distintas ciudades del mundo, me llama Francisco Herrera de Ecuadorinmediato.com para conversar sobre el significado de los cables diplomáticos difundidos por […]
Diciembre 2 de 2010 (miércoles). Poco antes de viajar a Cuba para participar en una de las Vigilias por la Democracia que, luego del intento de golpe de Estado en Ecuador, coordiné en distintas ciudades del mundo, me llama Francisco Herrera de Ecuadorinmediato.com para conversar sobre el significado de los cables diplomáticos difundidos por Wikileaks y la persecución que se iniciaba contra Julián Assange. Señalo la necesidad de invitar a Assange para que exponga libremente en Ecuador sobre los cables, su visión de la comunicación, la democratización de la información pública, el acceso a la información a través de métodos informáticos y el desarrollo de las redes sociales. Son muchos los temas sobre los cuales podría exponer Assange. Pero, sobre todo, veo una necesidad estratégica, del Ecuador y América Latina en conocer los cables. Un análisis serio podía darnos pistas hacia el futuro y cotejada o complementada con otra información podía servir tácticamente y estratégicamente, para prevenir algunos hechos políticos, evidenciar personas vinculadas con las embajadas estadounidenses y el trabajo de sus funcionarios.
Días antes de mis declaraciones, el encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Quito visitó muy preocupado la Cancillería para señalar que se habían filtrado miles de cables de distintas sedes diplomáticas estadounidenses en el mundo. Aseguró que todavía no sabían cuáles eran los cables, que seguramente podían llegarnos algunos en los que se mencionaba a Ecuador o hechos de su realidad interna, que no le diéramos crédito porque ellos no los reconocerían como verdaderos porque podía haber algunos falsos y porque habían sido robados.
Agregó que en otros países sus colegas también estaban informando a los gobiernos amigos para que no se malinterpreten los cables. El funcionario que mostraba preocupación, nunca desmintió la veracidad de los cables, solo dijo que no los aceptaría como verdaderos, y que el Departamento de Estado todavía no sabía bien cuáles eran los cables filtrados. Sin embargo ya se estaban comunicando con los países que podían estar mencionados. Esa actitud de Estados Unidos y la acción de los grandes medios tratando de posicionar la idea de que los cables solo decían cosas sin importancia, o cosas que ya se sabían, o que todas las embajadas informan a sus gobiernos, reafirmó mi posición de que era y sigue siendo necesario hacer una análisis de los cables sobre Ecuador y los distintos países de América Latina porque tiene información que puede ser estratégica.
También se vislumbra claramente que se inicia una persecución directa a Assange para dar una lección al mensajero. Sin embargo, en los medios no se abría el debate sobre el significado de los cables, la importancia de la información, la intromisión estadounidense en asuntos internos de otros países, solo se notaba el interés por silenciar la información que podía surgir de los cables, se abría el paragua antes de que llueva, se inventaban historias sobre Assange y se le condenaba antes de hora. Al ver esa realidad volví a recordar aquel artículo escrito en 1993 sobre la cultura del silencio, porque, de alguna forma, seguíamos viviendo los mismo.
Mis declaraciones a ecuadorinmediato.com fueron atacadas desde dentro y desde fuera del gobierno y llevaron al Presidente Rafael Correa a señalar que eran declaraciones personales y no del gobierno. Se armó una controversia mediática cuyo blanco fundamental era yo. El 2 de diciembre de 2010 ante la controversia y los ataques que iniciaron los medios de comunicación y ciertos sectores por el caso Assange, hice algunas aclaraciones sobre el tema al presidente de la República Rafael Correa y puse mi cargo a disposición. El Presidente en ese momento me apoyó y me envió una carta de respaldo.
Días después, tras conversar conmigo, comprender mi posición y recibir mi carta renuncia, el Presidente reconoció mis argumentos y los asumió sin problemas. Parte de la carta renuncia que envié al Presidente decía lo siguiente:
Economista Rafael Correa Delgado Presidente Constitucional de la República Estimado Rafael:
Es necesario que haga algunas aclaraciones urgentes sobre algunos temas internacionales de importancia que han tenido trascendencia mediática en los últimos días, y que me involucran directamente. Disculpa que lo haga por este medio, pero es el más adecuado que tengo a mano en este momento.
1. Declaraciones sobre residencia a Julián Assange: Yo nunca dije que se le daría asilo político o nacionalización, dije que nos interesaba invitarlo para que diera una conferencia y haga conocer la información que tenía y contara cómo la había obtenido. En la primera pregunta me dicen que Suecia le había negado la residencia a Assange y consultan si Ecuador se la otorgaría. Yo respondo que si Assange la solicita, se le otorgaría, y señalo Ecuador impulsa la libre movilidad y si él la solicita se la daríamos. Ante una nueva pregunta de si sería sin ningún condicionamiento, respondo, si claro, sin ningún condicionamiento, entendiendo que se referían a algún condicionamiento sobre la información para darle la residencia […]. Luego me preguntaron si no tenía temor de que Estados Unidos se enojara. Ahí, contesté, que con Estados Unidos tenemos excelentes relaciones, que las mismas pasan por uno de los mejores momentos, y no creía que su gobierno se enojara, porque, con ese esquema de análisis, Ecuador podría haberse enojado con el gobierno de Estados Unidos por permitir el Encuentro de Washington en el que se habló contra Ecuador y estuvieron legisladores de los Partidos Demócratas y Republicano con Lucio Gutiérrez, etc., hace unos días […]. Para hacer esa declaración, ya en el contexto puntual de la entrevista, tuve en cuenta algunos aspectos políticos. Por un lado que sería un hecho político internacional de trascendencia que le ubicaba al Ecuador con liderazgo y simpatía entre los países del sur. Por otro lado, que, al lanzar la noticia ‘diplomáticamente’ (sin hablar de asilo o nacionalización como dijeron algunos) habría reacciones que servirían para ubicar quienes se preocupan con la información, tanto a nivel de país, como a nivel internacional. Sería un insumo muy interesante […]. Y nos podría dar algunas pistas importantes en distintos temas. No estaba en el país, por lo tanto no vi las distintas reacciones, pero que haya reaccionado Mario Pazmiño (que ya lo conocemos), y José Ayala Lasso (quien dicho sea de paso fue el que entregó en comodato a la empresa privada Movistar los terrenos de la Cancillería que están frente a la telefónica, sin cobrar un sucre), parece una mínima pauta de quienes se preocupan con la información que pueda salir. Algunos temen que la información involucre a gente que estuvo en los servicios de inteligencia o en la diplomacia y se vendieron. Analizando las declaraciones, teniendo en cuenta que fueron bastante descontextualizadas por los medios y asumiendo el error de no haber consultado, creo que lo que dije en sí no es tan grave, y está de acuerdo con una política de defensa de la soberanía, atacada por el espionaje. En todo caso no quiero justificarme, y obviamente quería expresar directamente, aunque se lo haré saber ya también a Ricardo, que mi cargo está a disposición, pues si tengo que salir todo bien. Yo no estoy en esto por el puesto sino porque reivindico este proceso, con todas sus contradicciones, y seguiré defendiéndolo. Vengo de años de lucha en América Latina, de una familia de lucha en la región, de hermanos muertos en la lucha latinoamericana, y estoy convencido que es fundamental apuntalar este proceso y fortalecerlo […]. Necesitaba comentarte esto para aclarar el contexto y la razón de esas polémicas declaraciones sin querer justificarme.
2. Reunión del 23 de septiembre entre Gutiérrez, Montaner, Isaías, etc. Un tema importante del cual no había podido enviarte información pero es necesario que la tengas, son mis declaraciones para denunciar la reunión del 23 de septiembre en Miami. El 1 de octubre un periodista uruguayo, investigador de temas relacionados, me avisa que existió una conferencia de Lucio Gutiérrez en Miami organizada por Carlos Alberto Montaner que estaba en el Youtube, y que podría darnos pautas sobre el intento de golpe. Me puse a buscar enseguida el sitio y a escuchar parte de los distintos links de la tal conferencia y a investigar sobre el tema. Al ver que la ‘conferencia’ era en el Instituto Interamericano para la Libertad y la Democracia y conociendo como se mueve esa gente vinculada a grupos cubanos y norteamericanos de ultraderecha, me di cuenta que estos estaban atrás por lo menos de intentar generar el caldo de cultivo para un posible golpe. Al ver la bienvenida de Montaner a Gutiérrez, diciendo que es la esperanza para la democracia, ver algunas partes de lo que dice Gutiérrez y que nombra que estaba presente Mario Pazmiño, ya no tuve dudas, porque he aprendido desde hace mucho tiempo que las cosas no son casuales. No tuve tiempo para escuchar todo pero puse a una asistente que escuche y me de los datos de lo que se decía. Entre el 4 y el 5 de octubre les envió mensajes […] con la información sobre la tal conferencia de Lucio Gutiérrez, remarcando que podía ser importante para el Presidente. Y agrego el nombre de algunos de los participantes. Además agrego algunas de las direcciones de Youtube. Tal vez no consideraron que era importante y por eso no pasaron la información. Días después le insistí a […] que pusiera a alguien a ver todo y desgravar que podía sacar muy buena información. En esa ocasión yo salí a dar declaraciones sobre el tema sin consultar porque veía que era necesario por la importancia, de que saliera a luz en ese momento. Aunque en esa ocasión no se produjo ningún problema quería de todas formas informar cómo se había producido. […] vuelvo a reiterar que estoy a lo que dispongas. Fraternalmente.
Al regresar de Cuba, luego de realizar un excelente acto en Casa de las Américas, pedí inmediatamente a la Unidad de Análisis que comiencen a investigar y conseguir todos los cables sobre Ecuador y algunos relevantes sobre países de América Latina. Paralelamente coordinaré un acercamiento con Julián Assange para pedir que publicara libremente todos los cables sobre Ecuador.
En el ínterin Wikileaks decide entregar los cables a determinados diarios del mundo, los cuales en lugar de difundir todo, terminaron cerniendo la información, difundiendo lo que les interesaba y ocultando lo que no querían porque afectaba a ciertos poderes. En Ecuador ocurrirá algo parecido, los diarios que recibieron los cables ocultaron mucha información.
Por lo tanto aumentará nuestro interés en contactar con Assange. Luego de algunos intentos, finalmente nos contactaremos con él. Quedo, en principio, de viajar a Londres para conversar sobre los cables y distintos aspectos de su realidad.
Lamentablemente cuando se concreta la reunión tengo que viajar y por eso será delegado otro compañero con directivas claras del canciller y mías. A partir de la reunión que mantendrá el compañero delegado con Julián Assange, Wikileaks colgará todos los cables sobre Ecuador en su web y se inicia un acercamiento con él. El proceso posterior, y el otorgamiento de asilo político ya no tendrán que ver conmigo. Finalmente, tanto a nivel del gobierno ecuatoriano, incluido el propio Presidente Correa, terminarán dándome la razón sobre la visión estratégica de invitar a Assange.
Posteriormente, en el otorgamiento de asilo se cometerán varios errores por parte de la Cancillería del Ecuador, y finalmente Assange permanecerá en la sede de la Embajada en Londres un tiempo indeterminado. Si la Cancillería no se equivoca tanto en las negociaciones con el gobierno británico, tal vez se lograría el salvoconducto. Utilizar como carta ganadora la posibilidad de difundir el asilo en medio de las Olimpiadas, significaría que Londres, podría ceder para no empañar los juegos.
Pero más allá del hecho concreto del asilo, en el manejo del tema Wikileaks faltará entender en el gobierno ecuatoriano y fuera de él, la importancia estratégica de la información que contenían los cables, el sentido comunicacional del fenómeno y el significado político a nivel mundial. __________________
* Del Tomo III (Luces y Sombras de la Revolución Ciudadana) de la trilogía «Ecuador Cara y Cruz -del levantamiento del 90 a la Revolución Ciudadana-«, de Kintto Lucas. Este tomo ampliado, también fue editado en forma unitaria por Editorial Eskeletra con el título de «Cara y Cruz de la Revolución Ciudadana 2007-2017».
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