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Declaración Pública del MPT

«La causa de los maestros se volverá nacional y multisocial»

Fuentes: http://mapuenlalucha.blogspot.com

La legitimidad de la lucha de los profesores municipalizados por el pago del bono SAE, obtenido a través de movilizaciones en 1995, y contemplado como beneficio legal, revela la crisis estructural del sistema educacional administrado por los municipios desde la década de los 80 a través de una imposición del pinochetismo que perseguía aniquilar la […]

La legitimidad de la lucha de los profesores municipalizados por el pago del bono SAE, obtenido a través de movilizaciones en 1995, y contemplado como beneficio legal, revela la crisis estructural del sistema educacional administrado por los municipios desde la década de los 80 a través de una imposición del pinochetismo que perseguía aniquilar la enseñanza pública y lograr su privatización total. La lucha de los docentes organizados tanto en la AGECH de la época, como luego en el Colegio de Profesores AG, impidió el objetivo pinochetista de acabar definitivamente con uno de los derechos sociales elementales de los pueblos y los trabajadores.

Como ha sido recurrente, especialmente en los últimos gobiernos de la Concertación, la paralización docente en particular, y la movilización social en general, sólo han recibido represión e incumplimientos. La indignación de los maestros en lucha es de una justicia incuestionable y merece el más amplio apoyo de la comunidad nacional.

En la actualidad, prácticamente la mitad del sistema escolar chileno es particular subvencionado o particular-particular. Sólo la otra mitad se define de carácter público y gratuito. Como en pocos países, la enseñanza en Chile es fiel reflejo de las desigualdades sociales y la polaridad de las clases. La educación pública intenta formar en condiciones extraordinariamente precarias, con exceso de estudiantes por curso, recursos siempre insuficientes, a los hijos más pobres de nuestro pueblo. Asimismo, los currículos implementados resultan absolutamente funcionales a los requerimientos de la empresa privada y la ganancia de unos pocos, mediante la calificación básica de una gran contingente de niños y jóvenes que busca la proletarización de la marginalidad social. Ese es uno de los objetivos centrales de la Jornada Escolar Extendida o Completa. La ampliación de la cobertura escolar es un fenómeno inversamente proporcional a la construcción de sujetos integrales, críticos y creativos en todos los ámbitos. El Estado, expresión burocrática del bloque en el poder, de la minoría que manda, a través de la educación pública destruida reproduce mano de obra barata y con una preparación acotada a la lectura, la escritura y las cuatro operaciones elementales de la aritmética. Los idiomas y la filosofía han desaparecido de las aulas públicas, y los educadores, más que dedicarse a labores propiamente pedagógicas, realizan tareas de contención y asistencia social. Es decir, en la escuela y el liceo se reproducen las contradicciones y maldiciones de una sociedad estructuralmente injusta y desigual como la chilena. No es preciso referirse a los resultados catastróficos de la educación pública en las distintas pruebas estandarizadas que se aplican permanentemente.

La lucha docente por el pago legal del bono SAE, más allá de su justeza, resulta insuficiente para enfrentar la crisis global de la enseñanza pública. La demanda económica debe incorporarse necesariamente a una exigencia nacional para transformar la enseñanza desde sus fundamentos, objetivos, formas y contenidos actuales. De esta manera, la pura lucha gremial ofrecería un salto de calidad y de sentido, involucrando a estudiantes y apoderados, es decir, a los trabajadores y al conjunto del pueblo.

Junto con solidarizar con la reivindicación de los maestros chilenos, el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores -en cuyo seno hay muchos profesores que hoy están en las calles, peleando- propone aprovechar esta oportunidad preciosa para convertir la lucha por el bono SAE en la lucha por una educación pública que retorne al Estado con participación sustantiva de la comunidad escolar y social en su administración y diseño de objetivos y criterios centrales. Una educación pública que cuente con un financiamiento que al menos, duplique el presupuesto fiscal asignado y que en sus contenidos, promueva la formación de niños, niñas y jóvenes integrales, reflexivos, altamente preparados en todas las disciplinas del quehacer humano. Una educación pública que sea prioridad social, universal, gratuita y cuyos objetivos estén asociados a la construcción de sujetos libres al servicio de los intereses de las grandes mayorías nacionales y no del lucro empresarial privado.

El MPT saluda la movilización de los maestros y maestras y declara que su causa se volverá nacional y multisocial en la medida que se ligue rápidamente al fin de la municipalización y la enseñanza particular-subvencionada, y a la gesta popular por la edificación de una educación pública fuerte, participativa, integral, universal, gratuita, prioritariamente financiada y lejos del lucro y de un proyecto mezquino que sólo beneficia a unos pocos, y sin sentido de país.